Maestros por México. La misma gata, pero…

Andrea Ramírez Barajas*

Mi abuela fue una mujer sabía que sólo llegó a tercero de primaria, pero lo repitió tres veces porque era el último grado que se ofrecía en el rancho donde ella vivía, allá por una comunidad del norte de Jalisco. Todo no lo decía en clave usando metáforas o recurriendo a los refranes populares, uno de ellos era “es la misma gata, pero más revolcada”, cuando se refería a un supuesto cambio, así de simple era mi abuela Andrea (llevo su nombre y atrás del nombre mi deseo de toda esa sencillez de sabiduría femenina y popular que ella me heredó).
Dicho refrán me sirve para pensar lo que está pasando dentro djusto el SNTE, en este tiempo de transición política. Una nunca se Iba a detener a pensar acerca de las dimensiones que tiene el poder y la riqueza que se juegan y se disputan en la organización sindical de los maestros y maestras de nuestro país.
El SNTE, como es sabido, es el sindicato más numeroso de América Latina, también es el más corrupto y antidemocrático, sus afiliados están ahí de manera corporativa y nunca les preguntaron si querían pertenecer a dicho organismo, en otros tiempos, y por el sólo hecho de obtener una plaza de base en el sector público automáticamente se pertenecía al SNTE y sin oponerse a las reglas de dicha organización gremial. El SNTE se integra por el personal adscrito a las distintas dependencias relacionadas con la SEP o con la Secretarias de Educación en los distintos estados del país, esto complejiza las identidades de origen de sus afiliados y, por lo tanto, también las demandas específicas de lo que necesitan cada uno para vivir y trabajar mejor. Hay trabajadores docentes y no docentes de educación básica, media superior y superior, del medio urbano y rural, estatales y federalizados, que pertenecen al ISSSTE o a la seguridad social que presta cada entidad federativa, etcétera. Cada trabajador aporta (descuento de nómina del 1 al 1.5 de cuota sindical de su salario nominal), esto multiplicado por un millón 437 mil trabajadores de la educación que actualmente se reconocen a nivel nacional, ellos generan una cantidad inmensa de dinero que cada quincena pasa a formar parte del “patrimonio sindical”, es decir de los dirigentes “charros”. Ya que el estatuto dice que los recursos que se recuperen por concepto de cuota serán administrados por el CEN del SNTE y dicha instancia decide la forma de distribuirlos en las secciones y delegaciones sindicales, éstas forman parte de la estructura oficial del sindicato. Una sección sindical es el conjunto de trabajadores de la educación adscritos a un estado o a una región amplia y una delegación es una demarcación más pequeña que abarca un cierto número de escuelas o de trabajadores adscritos a un mismo centro de trabajo.
Otra distinción que funciona en el SNTE (tal vez desde su fundación), es que los trabajadores no pueden elegir directamente a sus representantes mediante el voto directo, se hace en congresos seccionales o nacionales vía elección de delgados, esta democracia indirecta en el fondo es el disfraz más descarado de la antidemocracia. Ningún congreso en el SNTE ha sido limpio, ni transparente, ya previamente se cocina el reparto del poder y de las cuotas de proporción o distribución de carteras a los grupos contendientes. Pero siempre el secretario general es la figura que se cuida desde las instancias superiores.
El SNTE actualmente vive una crisis terrible de propuesta sinodal y de legitimidad política, los dirigentes actuales surgieron después de encarcelamiento de su dirigente anterior Elba Esther Gordillo, paradójicamente su maestra.
Esta última ha animado la creación de un grupo paralelo, la asociación civil “Maestros por México”, con un destacado número de ex dirigentes institucionales hoy desplazados o marginados por el grupo hegemónico del SNTE que encabeza Juan Díaz de la Torre.
Existe otra agrupación cualitativamente diferente, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) surgida en el otoño de 1979 en el sureste mexicano, la CNTE es un verdadero contrapeso a los excesos de los dirigentes oficiales del SNTE, la CNTE agrupa y recupera a dirigentes y a tradiciones políticas provenientes de las izquierdas nacionales (desde las moderadas hasta las radicales, e incluso expresiones de ultra izquierda han cabido en la CNTE).
Hoy en día, estamos ante tres fuerzas en una a cambio de una sola organización sindical y de un sólo proyecto. ¿Qué va a pasar con el SNTE después de que Andrés Manuel López Obrador tome posesión el 1° de diciembre próximo? Esa es la gran pregunta que nos hemos planteado muchos y muchas. Y a cambio las respuestas sólo han sido hipótesis o especulaciones.
Termino con la enseñanza de mi abuela Andera, y de acuerdo a los antecedentes y origen histórico, la asociación “Maestros por México” es la misma gata sólo que más revolcada, es decir, quiere cambiar la apariencia aunque en el fondo sea lo mismo.
La CNTE es la verdadera opción de cambio sindical, pero actualmente desde adentro sus dirigentes no tienen vocación de asumir una gran responsabilidad de ser poder y de dirigir el destino político y sindical de los maestros de México.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com