Los riesgos paradigmáticos

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

La riqueza de la investigación en educación se nutre del resultado de modificaciones en las relaciones de poder entre paradigmas de cientificidad que materializan ciertas prácticas docentes en escenarios concretos como el salón de clase.
Cada paradigma construye soportes de aplicación de las diversas metodologías de investigación que se inscriben en ellas y, que pueden ser usadas por los docentes para el estudio de los fenómenos educativos.
Así, dentro de lo cuantitativo, la aplicación instrumental era fundamental para poder realizar una investigación, los soportes teóricos que, por supuesto existen, se remiten a una recuperación que da sentido a lo investigado y que se construye a partir de aspectos claramente definidos y que resultan fácil de instrumentar al momento de realizar una investigación.
La ausencia en las posibilidades del manejo de los marcos teóricos, operacionalización, instrumentación, diseño del experimento –si lo hubiera- y recuperación de los datos duros, resulta evidente dentro de este trabajo de investigación e invita, en su caso, a quienes no tienen lo necesario para buscar una formación complementaria.
Es decir, la operacionalización de una hipótesis, gráfica e ilustrativamente puede ser considerada como parte fundamental de la investigación y claramente se puede trazar los ejes rectores que sustentarán el trabajo.
Por otro lado, un procedimiento bien definido, con cada uno de los pasos claramente definidos al límite de la minucia descriptiva, permite tener una guía al momento de realizar una investigación. Lo anterior no quita el rigor de cientificidad que impera en este paradigma, ni tampoco la creatividad al momento de investigar ni las aportaciones al momento de contrastar una hipótesis, entre otros aspectos.
Ahora bien, dentro del paradigma cualitativo, se tiene que los criterios de cientificidad son abiertos, así como también la construcción del proceso de investigación puede variar dependiendo del investigador, intención de la investigación y exploración de formas distintas de usar técnicas e instrumentos.
Sin embargo, para realizar lo anterior, se tiene una formación teórico-conceptual y epistémica sólida que soporta la flexibilidad característica de estas investigaciones, sin embargo, desde el sentido común se puede entender que esa misma flexibilidad puede ser producto de una formación deficiente y éste es el riesgo dentro de lo cualitativo.
No significa que en el paradigma cuantitativo no existan riesgos, significa que las deficiencias técnicas son claramente percibidas, a diferencia de lo que sucede dentro del paradigma cualitativo donde las deficiencias pueden ser encubiertas.
Así como en el paradigma cuantitativo la preocupación, entre otras, que no exclusiva, radica en el dominio técnico, así en el cualitativo la preocupación centra su atención en la formación teórico-conceptual epistémica.
Así, en el cualitativo, se puede hablar de teorizaciones, conceptualizaciones y aportaciones sólidas que, aunque tengan aplicación práctica, son producto de visiones holísticas de recuperación de realidades que se combinan para construir marcos referenciales que explican y ayudan a comprender lo estudiado.
El riesgo se encuentra en el hecho que se realiza investigación cualitativa para aplicación en la mejora de prácticas específicas y en donde quienes investigan, no necesariamente tienen formación que dé solidez a los productos y constructos que serán aplicados.
Éste es el verdadero riesgo que nuevamente nos remite a la formación del profesorado y estudiantado de las escuelas de humanidades, a profesores y autoridades que se encargan de validar, verificar y a probar la aplicación de investigaciones y aplicación de resultados.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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