Los migrantes del norte y del sur

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Ya nos habíamos acostumbrado que como parte de nuestra historia reciente propia incluíamos la historia de otros, de las personas que se desplazan con grandes riesgos y con la pobreza constante como alimento o como cobijo de un trayecto cotidiana lleno de peligros y desconfianza, que han dejado su país con la finalidad de llegar a unomejor en condiciones. Las calles Federalismo, Enrique Díaz de León, Unión, Aviación, Inglaterra y muchas más de zona metropolitana de Guadalajara, son el nuevo hogar de los migrantes centroamericanos, piden una moneda, un pomo de agua, un mínimo apoyo para su larga travesía. Los migrantes del sur, transitan con desconfianza en una ciudad que no les pertenece, que los excluye y los evita. A todos ellos habrán de sumarse los nuevos migrantes: los desplazados, expulsados, regresados del país del norte. Nacieron y vivieron aquí pero que por los mismos motivos de pobreza, falta de trabajo y por buscar mejores oportunidades migraron a los EEUU. La política migratoria de desconfianza y paranoia de Donald Trump está regresando y lo seguirá haciendo a cientos o tal vez miles de conacionales, a ellos se les carga un nuevo estigma, son deportados, sin trámite de ningún tipo, sólo por el hecho de no tener papeles y como dice Manu Chau, por ser ilegales están siendo regresados.
Los migrantes del norte y del sur se articulan en un punto de encuentro que es la miseria y el engaño. Los desplazamientos y el tránsito humano es el nuevo signo de la búsqueda utópica y una mejor vida, dicha búsqueda lleva a las personas a encontrarse en este infierno o purgatorio que es el de la exclusión social y ciudadana.
Los migrantes que regresan del norte ya no son mexicanos (lo son por su documento de nacimiento), pero su influencia cultural los aleja de los que estamos acá, tampoco son estadounidenses, porque allá sólo se les quiere a partir de su trabajo, de su capacidad productiva, sólo eso y nada más.
El fenómeno se torna complejo, es el fenómeno de las grandes migraciones de países como Europa y Asia, los conacionales tienen derecho a todo pero más a entender las circunstancias de su regreso esforzado u obligado por cuestiones ajenas a los pueblos y las comunidades.
El tejido social y la dinámica de desarrollo económico y político, ya se había acostumbrado a este estilo de vida, los mexicanos que incursionan por distintas vías o por cualquier camino a los EEUU lo hacían para hacerse cargo de los trabajos duros, para ganar en dólares e igual gastar en dólares, estos espacios de trabajo acá no tendrán áreas de oportunidad.
Los migrantes que regresan afectarán el tejido social de ambas naciones, las piezas que se mueven hacen que el sistema también se mueva en su conjunto, el escenario es incierto, la desesperanza es la constante.
Los migrantes del sur y del norte fusionan su mirada en dirección hacia la ninguna parte, ahí mismo en donde está la necesidad de luchar y de conformar una alternativa de fondo que supere y desplace a los malos gobiernos que son los que hoy creen que van ganando la batalla.

*Doctor en educación. Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. [email protected]

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