Los cambios en la estructura de la SEJ

Andrea Ramírez Barajas*

Con la llegada de un nuevo gobierno a Jalisco se anuncian y se esperan cambios en los nombres y en las personas, que, además, se traduzca en un mejor funcionamiento. En el portal de la SEJ aparecen ya algunos nombres de los personajes que habrán de ocupar los cargos de la administración educativa en los siguientes seis años. De esta manera, llaman la atención nombres de personajes predecibles ligados a la burocracia educativa de siempre o al SNTE.

En una primera mirada, se puede decir que no están los mejores sino los más cercanos, los conocidos y los de confianza, el criterio básico en las asignaciones ha sido invitar a los cuates a la nueva estructura de la SEJ. Parece ser que las dos coordinaciones sustantivas de la vida académica (Básica y Formación de Docentes), han optado por un criterio pragmático sin complicarse la vida. Las designaciones son de los cuates del coordinador en turno, no son los mejores pero si los cercamos y leales al proyecto del secretario o coordinadora en turno.

Otro aspecto que se deja ver (en este primer reparto del poder administrativo en la SEJ), es que el nuevo titular encargado de despachar y atender los asuntos de dicha secretaría no ha metido mano (a diferencia del sexenio anterior, en donde todo pasó por las manos y decisión del secretario), ahora hay libertad para que los sujetos designen gente de su confianza.

Un criterio diferente (para buscar a las y los mejores) podría haber sido poner a concurso las asignaciones sobre la base de la elaboración de un diagnóstico y un proyecto de desarrollo del área o del nivel en turno que corra durante seis años. Esto obliga a que los nuevos funcionarios se metan y desde adentro aporten argumentos en tanto conocen la problemática, necesidades y áreas de oportunidad del ámbito que estará a su cargo.

Comentario aparte merecen las instancias que se ubican en la formación del magisterio (Dirección de Normales, de Posgrado, de Unidades de la UPN y Formación Continua), ahí no sólo se presentan cada seis años muchos intereses de por medio,sar sino que también las designaciones deben negociarse y consensarse (erróneamente) con la organización sindical. De las 11 escuelas Normales públicas divididas en federalizadas y estatales, por  nivel educativo ahí no sólo pesan las diferencias regionales, sino también los intereses de grupos y las grillas políticas. Es bueno y sano un nuevo nombramiento en la Dirección de Normales de alguien que conozca de formación, pero que también sea hábil para la negociación e intermediación política con las comunidades de dichas escuelas, que sea bien visto por las comunidades institucionales de las Escuelas Normales y que, por último, las secciones del SNTE lo puedan palomear. Muchos requisitos como podrá verse para un solo personaje. La Dirección de Normales a diferencia de lo que pudiera pensarse, maneja muchos recursos públicos, para programas y proyectos de desarrollo. Dichos recursos no siempre se administran de manera transparente y dan lugar a que algunos personajes incurran en prácticas de corrupción o en malos manejos de los mismos.

Otro caso similar tiene que ver con la Dirección de Formación Continua, ahí se administran recursos federales y se deben operar programas federales, en este sexenio se instalará un complejo sistema de capacitación del desempeño docente que irá antes de la evaluación a los maestros, ahí se requiere una persona que no sólo conozca el campo sino que también haya vivido experiencias exitosas en dicho sector.

Como podrá verse la tarea no es fácil, una busca nombres de personas conocidas y no las encuentra, académicos o investigadores destacados pero no los hay, parece que ha predominado la racionalidad del amiguismo a partir del desarrollo de proyectos caseros y endogámicos. Veremos al tiempo que es lo que resulta de este nuevo círculo cerrado en el que se ha convertido la SEJ para el sexenio 2018–2024.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com