Las voces y ecos que no quieren escucharse
Luis Christian Velázquez Magallanes*
La Secretaría de Educación ha diseñado una capacitación que denominó Narrativas: voces que hacen eco, en donde se busca que cada docente redacte una especie de texto a manera de memoria de prácticas educativas o como una especie de anecdotario en donde se describan prácticas o eventos que resulten significativos. Porque, a poco no, recordar es volver a vivir.
El diseño del texto parte de una serie de reflexiones que inciden en tres esferas específicas; cada una de esas dimensiones puede servir como guion de capítulos memorables para La Rosa de Guadalupe:
• El sí mismo: reflexión del autoconcepto. Aquí estaremos, agárrese bien, en una especie de terapia colectiva en donde buscaremos definirnos a nosotros mismos. “Yo soy quien soy y no me parezco a nadie”, o podemos describirnos citando algo más o menos así: “Soy una persona como cualquiera, con dudas y soluciones, con defectos y virtudes, con amor y desamor”… En fin, el tramo da para eso y más.
• El quehacer profesional: reflexión de por qué soy maestro y sus implicaciones. Aquí escucharemos panegíricos, cantos de autoalabanza y demás apapachos para el ego. “Siempre quise ser maestro porque desde niño quería cambiar las cosas; sé que mi labor es fundamental porque transformó almas”. ¿Será?
• Las prácticas pedagógicas: cuáles son los eventos que en mis centros educativos han marcado puntos de quiebre o rompimientos en mi labor profesional. Aquí los dados se moverán y la mesa se acomodará para que hablemos de lo bueno que somos como escuela y, por qué no decirlo, de la excelencia que hemos alcanzado con nuestra labor. Aplausos, fanfarrias y mucha celebración, y más si en la escuela se ponen guapos y llevan rosca… todo será felicidad, alegría y dicha… pero, en serio, las cosas son así.
Incluso, habrá quien abone a la Happy Therapy y piense que el Taller es una tremenda genialidad porque han puesto, por vez primera, al maestro en el centro de la preocupación; la intención es que entendamos cuáles son las prácticas o cosas que debemos hacer y promover para nuestro “autocuidado”. Ya ves, te dije que en la SEP sí nos quieren muncho.
Esta intención, me parece que además de ser una burla, ejemplifica claramente cómo las autoridades dan por sentado que los docentes somos una masa acrítica. Por tanto, resulta crucial que, como buenos karatekas tipo Alfredo Adame, utilicemos ese impulso para dar forma a discursos que den voz a situaciones anómalas que, ni las autoridades educativas ni los representantes sindicales, quieren escuchar.
1. Narremos todo aquello que en las escuelas vaya en contra del interés superior de la niñez y del desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.
2. Escribamos sobre cómo nuestros representantes sindicales han perdido el verdadero sentido de su existencia y se han convertido en grupos políticos que negocian intereses de personas particulares.
3. Expliquemos cómo en nuestros centros educativos no se han abordado los problemas concretos de las sociedades que atendemos porque no se hicieron los diagnósticos adecuados.
4. Describamos cómo los protocolos de actuación para las emergencias escolares, lejos de resolver situaciones como acoso, violencia o vulnerabilidad, se presentan como losas administrativas que los docentes no entienden y las autoridades usan para evadir responsabilidades.
5. Hablemos de cómo el enfoque de la educación para la paz es un discurso que enarbolan nuestras autoridades y representantes, pero carecen de procesos para llevarlos a cabo en las escuelas.
6. Contemos cómo en las escuelas no existen procesos para atender a los alumnos que más nos necesitan y los seguimos viendo como problemas y hacemos todo para sacarlos de nuestros centros educativos.
La lista puede contener más temáticas, pero lo más importante es que tenemos el deber profesional de hablar de aquello que está bien, pero también debemos denunciar todo aquello que se hace mal por el bien mismo de la educación.
Ya verá cómo a través de cultivar el pensamiento crítico encontrará más paz y nociones de autocuidado que aquello que se presenta en una guía parecida a cualquier texto de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.
*Licenciado en Filosofía. Profesor en la Escuela Secundaria General 59 “Francisco Márquez”. [email protected]
Me ha sorprendido la brevedad de tiempo que te ha llevado escribir artículos que hablan y describen eso que has llamado escuela real.
Me gusta mucho leerte. Felicidades
A final de cuentas, el anécdotario.puede ser provechoso, incluso ameno, más yo siento que la intención, por debajo de la autoalabanza, es la revalidación del nuevo sistema educativa… Que el docente mediante auna anécdota personal, confirme las bondades que supuestamente tiene o debería tener la llamada NEM… Arma de doble filo a mi parecer… Excelente artículo maestra Christian.
En el quehacer profesional algunos docentes mencionan que quieren romper paradigmas educativos y evitar que sus alumnos pasen por momentos que ese docente vivio como estudiante. Y la autoalabanza pienso que debe de hacerse a un lado para privilegiar la enseñanza. Este artículo de lectura va enfocado a un centro educativo tradicional, sería positivo maestro apuntar a las universidades como en la cual tengo el honor de ser parte para crear ese vínculo con los jóvenes que acuden semanalmente por un aprendizaje para su vida diaria
Me encantan las propuestas, eso tendría mayor trascendencia .