Las preguntas de la reforma educativa
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
En los días que pasan de nueva cuenta el gobierno de Enrique Peña Nieto sigue empeñado en incidir en la reforma educativa, él dice que son más las cosas que se le critican que aquellas que tiene a favor. La propuesta de reforma educativa en México ha sido una iniciativa forzada, sin apoyo de la base que hace la educación, sin legitimidad de los investigadores y académicos, se ha quedado sola en los rincones del poder. Aun así la reforma genera preguntas que no se responden. Planteo las siguientes:
¿Por qué no se dialoga con la reforma. Si uno de los fines de la reforma es generar un clima y una cultura de diálogo, porque la reforma se niega a dialogar desde si misma?
La ausencia de dialogicidad es uno de los elementos más desfavorable de la reforma, si en el proceso de gestión e implementación se hubiera abierto a dialogar hubiera ganado adeptos y consenso en el camino. Pero no ha sido así, se ha puesto por delante la fuerza a la razón y a la capacidad de convencer.
¿Por qué la reforma educativa no incluye entre sus contenidos las posiciones en diferencia, las críticas de los intelectuales y de los maestros?
Nunca como ahora una iniciativa gubernamental en educación había recibido tantas críticas y señalamientos como es el caso de la reforma educativa mexicana, ante una sociedad más informada y con mejor nivel académico, los cuestionamientos a la REM han sido de fondo con su respectiva contrapropuesta, Sin embargo, desde los espacios del poder y de la autoridad educativa no se han querido escuchar dichos señalamientos ¿por qué? No lo sabemos, es otro de los puntos que no se ha querido aclarar desde el poder.
¿Lo que se pretende verdaderamente es mejorar la calidad con el curso de acción de la reforma educativa?
La mejora de la calidad educativa es uno de los slogans de la reforma educativa, pero no ha pasado de eso, de escaparate publicitario, las medidas y las acciones tomadas para mejorar el servicio, las condiciones de vida y de trabajo de las escuelas y de los maestros han quedado sólo en retórica. Incluso este gobierno no tiene claro su concepción de calidad educativa en el marco de la reforma.
¿Qué se busca con la obsesión por la evaluación?
Desde el inicio se ha hecho manifiesto una especial obsesión por la evaluación, la evaluación como recurso de varita mágica. Y como decía Arnaut, de no evaluar nada ahora se pretende evaluar todo, sin haber creado las mediaciones para tal efecto, esto ha tensado al sistema educativo de tal manera que no existen condiciones para dejar pasar las imposiciones de esquemas de evaluación como el que pretende la reforma.
Así las cosas, las preguntas de la reforma siguen sin respuesta, ¿a quién le toca responder? Se supone que a la autoridad educativa federal, pero ellos por estrategia han sido los primeros en evadir los cuestionamientos y su silencio es por incapacidad y por omisión.
*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx
Como dijo nuestro presidente; “Perdón” por no entender las llamadas reformas Laboral, Ley de amparo, Educativa, Financiera, Hacendaria, de Transparencia, de Competencia Económica, Político Electoral, Código Nacional de Procedimientos Penales, Telecomunicaciones y Energética y sus leyes complementarias, “perdón”…
Pareciera que los únicos que las entienden son el SNTE y sus secciones, los empresarios y los grandes monopolios informativos y que estos últimos a diario nos venden un montón de propaganda llamada información.