Las nuevas reglas institucionales de la educación Normal

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

Hace pocos días se publicaron las nuevas reglas y regulaciones de las escuelas Normales, pensadas en generar un proceso (inédito hasta ahora), pensado en la incorporación de nuevos profesores y profesoras que pudieran formar parte de su proyecto institucional. ¿Cuál es la distinción que tienen dichas reglas? Están pensadas bajo un esquema universitario riguroso, se habla de solicitar en los nuevos sujetos a incorporarse estudios de maestría y doctorado, las plazas que se otorgarán serán de profesor asociado y profesor titular (tal como sucede en el sistema homologado de la educación superior), se piden trabajos de investigación, publicaciones indexadas, pertenecer a una red académica o a un cuerpo académico o colegiado, en resumen se pide todo lo que actualmente no hacen las escuelas Normales. ¿Qué va a pasar? Ya está pasando, el SNTE pondrá el grito en el cielo al decir que sus intereses están siendo afectados, etcétera.
Esta nueva medida institucional de querer reformar por esta vía a las escuelas Normales, tal vez tenga buenas intenciones en su origen, pero deja de lado algunas elementos del contexto que es necesario considerar.

1. La historia de la gran mayoría de las escuelas Normales reporta que se quedaron atoradas en una especie de analfabetismo académico, muchos profesores y profesoras se quedaron con estudios de maestría truncos o de doctorado cursado en instituciones de dudoso prestigio académico, en donde más bien se trataba de comprar la constancia del grado y no de exigirse rigor académico ni de otro tipo.
2. Pudiera ser más factible el vivir una etapa de transición, ¿hasta dónde será factible querer imponer estas nuevas reglas a rajatabla? Y aunque se habla de realizar concursos abiertos para la incorporación de nuevos docentes (profesor de tiempo completo (PTC) y profesor de medio tiempo (PMT), etcétera), de dónde saldrán éstos, con grado de doctor, con trayectorias y prestigio académico.
3. Lo que se trata también, es el interés velado y que por esta vía, el poder depurar a las escuelas Normales de muchos docentes que lograron incrustarse por recomendación y/o gestión sindical y que han llevado a cabo un estilo de vida parasitario, sin producción y sin aportar casi nada al campo de la formación. Son malos docentes (me refiero al conocimiento de modelos y teorías ligadas con la formación de agentes educativos), no reflexionan, ni sistematizan su práctica, son flojos para el estudio y en muchos casos incluso irresponsables. Este ejército de pseudo-profesores de las escuelas Normales estorba el mínimo intento de modernizar a dichas instituciones, lo malo es que son protegidos por la organización sindical y, lo peor es que en muchos casos tienen hasta cargos directivos, son gestores y con otro tipo de responsabilizadas.

Sería bueno conocer la primera convocatoria y el primer intento de recambio institucional, para conocer hasta dónde el intento de cambio cambiará verdaderamente la vida interna en las escuelas Normales, este sería un intento más para colocarle un tanque de oxígeno y seguirle dando vida artificial a las instituciones formadoras en México, ya que en muchos países ya desaparecieron o por las exigencias actuales se han transformado en verdaderas universidades o institutitos superiores de formación docente.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Felisa Escoto Murilo

    Quisiera saber si hubo un diagnóstico para aseverar que todas las normales no cuentan con docentes con estudios de posgrado, ya que en la ByCENJ los docentes tienen como.perfil mínimo maestría, por lo que sugiero no generalizar sin no hay un sustento.

  • Olga Maya

    Si bien existen en las plantas docentes de las normales, profesores con esas características; también se observan otros con grados académicos concluidos que han egresado de instituciones reconocidas. Considero que hace falta un diagnóstico muy bien fundamentado que de cuenta de la masa crítica que bajo un proyecto académico de formación docente articule a esos académicos, hasta ahora dispersos.

  • Andrea

    Estoy de acuerdo en los señalamientos que hacen a mi artículo. En todo caso el asunto del diagnóstico está en manos de la Dirección de Educación Normal. En el caso de la BCRNJ no creo que el 100% de la plantilla tenga como mínimo el grado de Maestría. Quien tiene los datos de dicha Normal podría publicar los datos.

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