Las distintas aristas de una educación en crisis
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Sino estamos formando desde la escuela para garantizar la generación de mejores ciudadanas y ciudadanos entonces no estamos formando.
La educación está en crisis y en ello existe un reconocimiento internacional, ya que no es capaz de contener las oleadas de violencia social y desde su seno se incide muy poco en la generación de nuevos y mejores ciudadanos.
Así como en el campo de la comunicación y de las tecnologías ha habido un avance impresionante, ¿por qué el campo educativo se ha quedado rezagado y en crisis?
La crisis mundial de la educación tiene básicamente tres aristas:
a) La resistencia y falta de disposición de las y los actores para arribar a nuevas formas de concebir y de actuar el hecho o el acto educativo.
b) El fuerte interés de los gobiernos de politizar y de mantener como prioridad el control político y la legitimidad ideológica, por encima de desplegar verdaderos intereses para el desarrollo.
c) La lentitud y el agotamiento en el terreno de las ideas y las teorías pedagógicas que se mueven lento y dependen mucho del avance de otros campos del conocimiento principalmente de la psicología, la sociología y recientemente de las neurociencias.
De esta manera, estamos ante un escenario poco favorecedor, debido a las fuertes resistencias desde el interior del sistema. En el terreno local y en ámbitos concretos, es que podemos ver muy de cerca que el interés educativo está colocado más bien en acciones de promoción y proselitismo político y en acciones pensadas para mostrar un panorama que no existe: ¿eso es educar?, yo digo que no, pero así lo entienden y lo practican las y los educadores al servicio del sistema.
Educar hoy en día requiere y reclama una fuerte zarandeada semántica y praxológica, no basta (como sucedió en otro tiempo) el sólo hecho de asistir a la escuela o el garantizar que niñas y niños lo hicieran. No, ahora se debe de garantizar que la escuela educa, se preocupa, acompaña y le da seguimiento a las niñas y los niños que asisten a cada uno de sus espacios.
La UNESCO desde hace muchos años se ha preocupado por establecer directrices, recomendaciones, orientaciones en prospectiva para mejorar la educación en el mundo; pero los países miembros son libres de acatar o no dichas disposiciones y con ello se sigue una inercia de simulación entre muchos países del mundo, incluyendo el nuestro.
La gran pregunta no es si estamos o no dentro de una crisis educativa, sino más bien cómo salir de ella. Superar una crisis educativa que nos mantiene estancados y paralizados no es tarea fácil –repito– cuando no existe disposición de los gobiernos de las distintas instancias que la llevan a cabo entonces ¿cómo superarla?
Salir de la crisis de la educación a nivel local con una tendencia internacional inicia con la disposición de hacer cosas diferentes, de modificar el sistema, de darle un mayor valor a las prácticas exitosas y a los avances educativos (por pequeños que estos sean), de darle verdadero poder a las y los pedagogos locales, restarles protagonismo político a los funcionarios y cancelar los proyectos faraónicos que no sirven para nada, regresar a los fundamentos pedagógicos. Educar con proyección para la vida o para toda la vida y no sólo para la escuela y verificar que los buenos aprendizajes se demuestran en distintos contextos.
Por algo debemos comenzar la tarea es de todas y de todos.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com
Bien estimado Miguel, gracias. Para entender esta crisis es imposible comprender las causas y los factores implicados, diría Tenti Fanfani. A ver si puedo aportar algo más adelante, pero tú inteligente preocupación coincide con algunas reflexiones que ha colocado Miguel Bazdresh
Ya son muchos años de crisis en la educación, la pandemia los agudizó, la interrogante es cómo atender el problema, los protagonistas estamos a Merced de las políticas y reformas que van y vienen sin ton ni son, un gran reto en las aulas.