Larga espera o fin de la esperanza

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

En días pasados egresaron miles de nuevos docentes de las escuelas Normales del país, igual lo hicieron otros estudiantes de carreras universitarias no docentes. El siguiente objetivo de estos nuevos profesionistas es conseguir empleo, incorporarse al mundo productivo y poner en práctica lo aprendido en las instituciones de educación superior que los acreditaron y certificaron.
Este proceso anual, semestral o cuatrimestral (dependiendo del tipo de calendario y formato curricular) abre oportunidades para que las instituciones públicas y privadas reciban nuevo personal para ir renovando su planta de trabajadores con más energía, competencias y habilidades ad hoc al mundo moderno sustentado por las nuevas tecnologías. A diferencia de las carreras universitarias, a los egresados de las Normales sólo les queda un camino, trabajar como docentes en las diferentes escuelas de educación básica y de acuerdo a ciertas condiciones y procesos de selectividad y/o opciones laborales y de vida, entre ellas:

a) Haber resultado idóneos en los diferentes exámenes a que se sometieron, diseñados por el INEE, coordinados por la Dirección del Servicio Profesional Docente (SPD) y aplicados en las escuelas Normales, posteriormente esperar hasta dónde alcanza el presupuesto e integrarse a la escuela elegida por lista de prelación.
b) No frustrarse por haber resultado no idóneo en el examen selectivo y no haber obtenido plaza en escuelas públicas, buscar (entonces y como consolación) un espacio en alguna escuela no pública.
c) Olvidarse de los procesos del SPD e iniciar proyectos para dar asesoría educativa a las escuelas y a los profesores de escuelas públicas y particulares, desde cursos, talleres, evaluación, planeación e incluso, presentar propuestas para ofertar capacitación en el modelo del SPD como proveedor certificado.
d) Despedirse del magisterio sin tristezas y revanchas y dedicarse a cualquier otra profesión, oficio o servicios que le dé ingresos superiores a los $7,500 pesos en promedio mensual neto que gana una plaza de educación primaria, por ejemplo.
e) Integrarse a una agrupación o partido político emergente o tradicional, al mismo tiempo conseguirse un buen padrino o compadre y hacer carrera política, pedir un espacio en la secretaría de educación o en el sindicato de maestros (que es de lo que sabe y estudió) y empezar a lanzar iniciativas o reformas educativas como plataforma para encumbrarse en un puesto de elección popular por la vía plurinominal.

Lo cierto de todo, y eso incluye a los egresados de las universidades y otros centros de educación superior, el tema del desempleo es algo complejo, que por fortuna el candidato ganador a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo una promesa de campaña para abatir el desempleo y ampliar la oferta universal para que todos los jóvenes puedan acceder a la educación superior.
Es por ello que 2019 será un año donde se pondrá a prueba el músculo del virtual presidente acerca de los jóvenes, su futuro como ciudadanos y ocuparlos de manera productiva, ya bien sea como estudiantes en las escuelas, o como trabajadores con un empleo seguro y bien pagado.
De igual manera, estaremos entrando en una etapa con nuevas oportunidades para las escuelas Normales y las UPN, instituciones encargadas de la formación inicial de los profesores, para que se conviertan en verdaderos referentes en esos campos, además de ocuparse de la actualización y profesionalización de los docentes que ya laboran en las escuelas públicas.
Es importante apuntar, que cuando hay voluntad, las buenas intenciones salen sobrando porque todo es posible, me refiero a la noticia aparecida el fin de semana en los medios donde se daba cuenta que la generación 2014-2018 de la Escuela Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa (a la que pertenecían los 43 estudiantes desaparecidos), de la cual egresaron 73 nuevos profesores de los que sólo se presentaron 67 a examen, resultando 46 idóneos con derecho a plaza segura y los demás tendrán una segunda oportunidad para poder lograr la idoneidad y que el 100% obtengan plaza.
En Jalisco, de acuerdo a un informe de la Dirección de escuelas Normales de la SEJ, este año resultaron idóneos el 97.21%, es decir, de un total de 664 egresados sólo participaron en el proceso de selección 609 y resultaron idóneos 592, los cuales están a la espera de plaza. Con estos datos, obviamente, que es justificable el enojo de un buen número de egresados con el secretario Francisco Ayón quien envió una solicitud a las autoridades de la SEP a principios de este mes para que amplíen el profesiograma y puedan participar más universitarios en las convocatorias selectivas, entre las propuestas de los inconformes se comenta que el asunto prioritario es asegurar plaza al 100% de los idóneos y el sobrante entregarlo a quien lo solicite y se certifique como idóneo, independientemente si es universitario o no.
La función magisterial de ninguna manera es una tarea simple, requiere de sacrificios y una capacitación específica, en México hay tradición sustentada en ciertos núcleos de la población, la mayoría de quienes eligen la vocación pertenecen a las clases populares (hijos de obreros, empleados, campesinos, migrantes ilegales hacia EEUU), así fue desde sus inicios y así lo sigue siendo, por eso esas políticas de reforma basadas en una evaluación punitiva, que más que ser un atentado contra los maestros, es un agravio para ese sector de la población, desgraciadamente vivimos en un país clasista y, para detener esas iniciativas, es necesario seguir manteniendo vivas las escuelas Normales y la cultura magisterial, fortaleciéndolas y no dejar morir esos halos de esperanza para quienes optan por la docencia como una forma honesta y legitima de vida.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

Comentarios
  • Manolo

    Solo es casos excepcionales se sacará al buey de la barranca con los argumentos expuestos en el texto. La debacle del sistema educativo nacional requiere soluciones radicales. A nivel federal el sr Moctezuma no parece estar innovando. A nivel estatal con el sr Alfaro y sus cuates de la udg, ésta institución aparece con el modelo a seguir en cuanto ingreso promoción y permanencia. Mecanismos dictados por Las administraciones anteriores. Y a nivel local lo que se ve es la eterna cargada de trepadores que desean, como si eso fuera suficiente, un puesto o huesillo cerca de la arcaica y obsoleta estructura y sus sindicatos Necesitan esperar la convocatoria participativa democrática e inteligente para la refundación jalisciense?? Pasen por favor acá están las sillas para sentarse

  • Lizzie Madrigal

    Así es. Y que decir de los complejos caminos si eres docente y quieres estudiar un posgrado de calidad. A veces la SEJ te da elegir si sigues estudiando renuncias a tu trabajo. Irónico. Saludos

  • Isaac Villasano

    Convendría revisar bien esos argumentos de los demás profesionales. Es importante evitar demeritar su quehacer profesional.

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