La semana de la Fil. La semana de las letras

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Esta es la semana (en todo el año) que nos disfrazamos de cultos, es la 32° edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) en nuestra ciudad. Del 24 de noviembre al 2 de diciembre el mundo de la cultura, de las letras y de la literatura pone los ojos en nosotros. Somos cultos una vez al año, del resto nadie se hace responsable.
El libro es uno de los inventos más importantes que ha creado la humanidad, después de la invención de la imprenta a mediados del siglo XV por Gutenberg, el libro es de los instrumentos más valiosos que nos ha permitido producir y difundir conocimientos, plasmar ideas y creaciones, editar las palabras con un sesgo de belleza. Desde las obras clásicas, pasando por los libros extraños o de difícil acceso, hasta las obras recientes o contemporáneas, cada año se editan en el mundo miles de ejemplares de todo tipo, en todos los idiomas que llegan a las manos últimas de los lectores o de los consumidores. Si bien, reconozco que todo esto que digo son lugares comunes, no está de más pensar y repensar la importancia del libro como instrumento de propagación de la cultura.
Con el paso de los años la producción de libros se ha topado con tres grandes problemas. A saber:

a) La mercantilización de la cultura y la monopolización de la producción editorial.
b) La acelerada producción de nuevas vías de generación y propagación de cultura los e-books, los dispositivos digitales, la lectura en tabletas o en formato digital.
c) El gran número de No–Lectores.

Abrir un libro es abrir las páginas de un mundo nuevo y desconocido, en donde la creatividad y la imaginación trasladan al lector a lugares inimaginables, sólo concretizados por la obra misma. El problema de la lectura y su contraparte la no lectura juegan un papel central en estos tiempos del amanecer del nuevo milenio.
Los niños y niñas pequeñas ya no son habilitados al consumo e interacción con material escrito, editado, de papel y con tinta integrado con hojas perfectamente bien encuadernadas. No, ahora los niños y niñas están aprendiendo a leer de otra forma y por otras vías o a no leer como convencionalmente se aprendió, desde los tiempos más remotos de la humanidad de la que formamos parte.
El escenario inédito nos lleva a plantear nuevas preguntas, pero también nuevos temores, es por esto que esta edición de la FIL deberá plantearse los cuestionamientos de lo que implica o está implicando el acto moderno de leer, de hacer y difundir libros, de reivindicar la literatura.
Para los niños, niñas y jóvenes, la Fil ofrece un excelente escenario de acceso a la literatura, aunque hay que saber caminar en la jungla cultural se convierte la Expo Guadalajara durante esos días, y es muy bueno perderse en las letras para recentrarse en ser mejores personas, mejores seres humanos y mejores ciudadanos de esta sociedad-planetario que vivimos.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar