La reforma a la educación Normal o la estrategia de sacar de la terapia intensiva al normalismo en México

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

Para el caso del normalismo, en nuestro país se vive una sanación ambivalente y contradictoria.
Por un lado, el normalismo es la instancia que permitió formar y darle identidad profesional a miles de jóvenes que sino fuera por esta vía no tuvieran otra opción de formarse. Muchos de ellos fueron los primeros profesionistas de su familia (Cristina Davini), además jamás olvidaron su origen pobre (obrero o campesino) de tal manera que fueron capaces de enrolarse en organizaciones de izquierda y tuvieron una militancia democrática dentro de las mismas. Su postura con respecto a la organización sindical es muy crítica, están en desacuerdo con las formas corporativas de controlar y manipular a las bases. No se exigen un nivel riguroso en el estudio, son más bien prácticos, excelentes docentes en la acción pero poco reflexivos, prefieren la mística o el compromiso en las acciones concretas que la intelectualidad, los rolleros o teóricos no son bien vistos debido que se piensa que las palabras no corresponden a las acciones.
Por otro lado, las escuelas Normales viven en el deterioro casi absoluto, del compromiso pedagógico y trabajando bajo un sinsentido formativo, las últimas reformas han generado una pérdida de identidad en lo que significa ser maestro y hacer educación. El normalismo ha agotado su propuesto institucional debido, sobre todo, a factores exógenos y endógenos: mucha responsabilidad la tiene el SNTE, la burocracia de la SEP, pero también las comunidades académicas de las propias escuelas Normales que no han sido capaces de construir en prospectiva un proyecto ambicioso pensado no en sobrevivir sino en generar una respuesta potente para garantizar un mejor esquema de formación docente.
Bajo esta contradicción (o pensando en la relación de la dialéctica marxista de tesis, antítesis), la síntesis sería, la de transformar a las Normales o desaparecerlas para crear un nuevo esquema o una nueva definición de formación docente, bajo nuevos formatos en nuevas instituciones.
El nuevo esquema de formación docente está asociado al nuevo rostro de los docentes, no sólo tiene que ver con identidades sino también con el espectro de la profesionalidad. ¿Qué significa ser docente hoy en día?, ¿qué significa atender un grupo escolar de preescolar, primaria o secundaria?, ¿cuáles son los compromisos para proponer y garantizar ambientes de aprendizaje, que sean adquiridos y consolidados por los escolares a sugerencia de estos nuevos docentes?, ¿cómo se vinculan los nuevos docentes con las necesidades formativas de las infancias y las adolescencias? La docencia es una actividad profesional compleja, cuyo proceso invisible ha permitido el deterioro, no de la profesión, sino de los sujetos que la ejercen.
La UNESCO ha reconocido que algunos países del mundo comienzan a demandar docentes debido a la carencia (cuantitativa) de dichos profesionales de la educación. En nuestro país aun no se resiente dicha demanda pero en algunos años pasará, los docentes que estamos formando hoy al interior de las aulas de las escuelas Normales, han perdido la brújula profesional, el paquete curricular no tiene claro que espera de ellos, ni tampoco hacia dónde va dirigido y ellos y ellas desde si mismos tampoco tienen claro el sentido y la direccionalidad de su trayectoria formativa. ¿Para que formamos docentes hoy en día, si la sociedad y el propio sistema se encargará de rechazarlos? La realidad social sigue avanzando a pasos agigantados y los docentes que se están formando bajo un modelo híbrido no tienen claro que se espera de ellos y ellas.
En todo esto, reconozco que algunos académicos y académicas (me cuento entre ellas) consideramos que la propuesta de reforma a la educación Normal, es una serie de cambios de maquillaje que evita tocar o mover los asuntos o las piezas de fondo, ¿a qué tipo de docente aspiranos formar para el siglo XXI?, y ¿cómo montar o instalar y hacer funcionar una institución de alto nivel que garantice lograr lo anterior, y que se base en la producción, circulación y cuestionamiento del conocimiento? Éstas y otras preguntas no se plantean en la reforma, son preguntas incómodas a las que hay que sacarle la vuelta. ¿Por qué? Porque al gobierno mexicano no le interesa responderlas y porque también no tienen posibilidades de hacerlo satisfactoriamente.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Carlos Castelar

    Muy bueno Andrea te felicito

  • Ricardo Cervantes Rubio

    Interesante este artículo sin embargo con todo respeto no comparto algunos puntos que menciona la Dra Adriana. Uno de ellos tienes que ver con la formación de los normalista en el Aula… “.los docentes que estamos formando hoy al interior de las aulas de las escuelas Normales, han perdido la brújula profesional, el paquete curricular no tiene claro que espera de ellos”.. Puedo decir que en los últimos 2 años las generaciones egresadas de la LePri del plan 2012 en la BYCENJ mas del 90% han resultado idóneos para ingresar al SPD y ya tienen plaza de acuerdo a los datos del INEE, de la DGEN de la SEJ y de los propios egresados al darles seguimiento entonces ellos mencionan que tienen identidad profesional necesaria para atender las demandas sociales. El CA Educación y Ciencia está desarrollando una investigación acerca del seguimiento a egresados y los primeros datos arrojan una información distinta a lo que se menciona aquí… ” las escuelas Normales viven en el deterioro casi absoluto, del compromiso pedagógico y trabajando bajo un sinsentido formativo”… bajo que argumentos se hace una aseveración generalizada? Soy PTC y veo en las aulas un trabajo académico distinto al que aquí se menciona. Por otro lado el decir que…”las comunidades académicas de las propias escuelas Normales no han sido capaces de construir en prospectiva un proyecto ambicioso pensado no en sobrevivir sino en generar una respuesta potente para garantizar un mejor esquema de formación docente”. Le preguntaría a que escuelas normales se refiere?? Yo le invito a que nos visite y si tiene esa oportunidad, que nuestras autoridades actuales si lo ven a bien, le den a conocer un bosquejo el PDI que le permita acercarse desde dentro lo que hace la comunidad no sólo académica sino institucional para transformar la institución. Ahora si hablamos de quienes toman desiciones a nivel estatal o nacional respecto a lo que pasa en las normales actualmente, si hay bastante materia para polemizar, pues sabemos que son funcionarios de orden político, más no académicos y en muchos de los casos aunque digan que conocen, desconocen la vida normalista. No toco el tema del normalismo desde su sentido y significado político y de origen porque comparto su opinión, sólo que el SNTE ya no tiene el poder que antes, ya no tiene para contrariar a la SEP, ahora caminan por la misma ruta. La pregunta más que obvia sería… trabajan para quien??. Saludos

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