La psicología: una profesión cada vez más necesaria

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Siendo una hija directa de la Filosofía y con poco menos de 150 años de nacimiento bajo el estatuto de ciencia, la Psicología ha tenido una vida vertiginosa en su construcción teórica, pero, sobre todo, una serie de encargos y demandas sociales a las cuales responder, a las que no se ha dado abasto.
Es, indudablemente, una de las profesiones con mayor compromiso y sentido social, dado que, independientemente del contexto en el que trabajen, se enfoca a brindar asesorías y acompañamiento a las personas, parejas o grupos a las que brindan sus servicios, con la finalidad de resignificar experiencias de vida, eficientizar sus recursos y potencialidades motrices, lingüísticas y cognitivas, mejorar su comunicación, así como ayudar a fortalecer y mejorar su capacidad de toma decisiones y su autoestima.
Bajo las premisas de este breve y conciso laboral, es un hecho que las condiciones y escenario social actual están presentando situaciones que, lamentablemente desde el más profundo interés por la raza humana, garantizan y hacen necesaria su práctica profesional de hoy a muchas décadas por delante, pese a los intentos por desacreditar o minimizar su impacto.
Pero la ruptura de las familias, con el consecuente abandono emocional y psicológico de los hijos y las hijas, los trabajos sumamente estresantes junto con altos niveles de competitividad, la desatención de diferentes grupos vulnerables, la desvalorización de los adultos mayores, el incremento de adolescentes con problemas de ansiedad y consumo de drogas, junto con un aumento considerable de infantes con necesidades educativas especiales, ya sea por cuestiones prenatales, perinatales o por retardo sociocultural, ponen de relieve esta necesidad profesional del psicólogo.
Pese a esta serie de complejas problemáticas, y al igual que otras profesiones, se observa cómo se desaprovechan todas sus posibilidades prácticas: la mayoría de las organizaciones no cuentan con un área de Psicología para tratar los problemas que allí se susciten, la mayoría de las familias no cuentan con una economía que les permita pagar por los servicios de un o una psicóloga, en las escuelas se quiere fomentar que cada docente, además de atender a sus grupos de 30 o más estudiantes, atiendan también, por el mismo sueldo, a infantes con problemas de aprendizaje o algún tipo de discapacidad, bajo una bandera de inclusión que sólo busca ahorrar dinero, no existe tampoco una cultura de la salud mental, así como se han reducido y no se generan espacios para los psicólogos sociales porque ponen en evidencia las fallas del sistema y de cada gobierno.
Sin embargo, como ya señalé, la Psicología tiene una gran perspectiva laboral futura y, ante la falta de respuestas dadas desde lo político, lo laboral y lo familiar, su crecimiento y valoración están garantizados. ¿Está la sociedad lista para prescindir de los psicólogos?, ¿dejará de estar vigente la Psicología cómo los han vivido otras profesiones? La verdad no, en cada esquina, en cada colonia, en cada escuela, en cada familia vemos regularmente un caso que puede ser atendido ¿o me equivoco?

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. [email protected]

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar