La práctica de las y los docentes: el llamado a la congruencia política entre los ideales y las acciones
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Durante la década de los noventa en plena efervescencia del movimiento magisterial en nuestro país, el debate estaba puesto entre ser buen maestro o buena educadora, el cumplir, ser puntual y atento con los alumnos a su cargo, no faltar a sus deberes y, por otro parte, ser militante destacado en defensa de la causa democrática. Estas dos iniciativas lejos de complementarse se vieron como incompatibles en los hechos.
En estos momentos en que el magisterio de Jalisco está en medio de la disputa política debido a los relevos sindicales en las secciones 16 y 47 del SNTE, aparece de nuevo esta disyuntiva, ser un buen líder o un buen dirigente pasa obligadamente por ser un buen docente o una buena educadora; pero esto no siempre ha sido así.
Dentro de los destacamentos del movimiento magisterial (con aspiraciones verdaderamente democráticas) se presentó una especie de personalidades asimétricas y escindidas; buenos dirigentes no siempre fueron buenos maestros y viceversa, buenos docentes no siempre asumieron el compromiso de la lucha por la democracia sindical y política.
¿Cómo hacer para complementar y para garantizar la congruencia y la integridad entre lo declarativo y la práctica de todos los días? Dicha aspiración de congruencia es la más difícil de lograr.
La lucha sindical pasa primero por tener un gran reconocimiento por la comunidad en donde se realiza la tarea educativa, luego un respeto y un reconocimiento de los compañeros de trabajo, para que al final todo ello se vea cristalizado por el reconocimiento del logro o el triunfo en la contienda sindical.
No sabemos en este ejercicio inédito de los relevos sindicales si respetará el resultado final de la contienda; en donde por primera vez no hubo disciplina sindical, las planillas oficiales de ambas secciones, aun cuando tienen la capacidad de influir en la estructura, tienen en la otra parte una oposición oficial muy fuerte. En la sección 16 hay ocho planillas registradas y en la sección 47 cuatro.
Muchas de las propuestas salen de ahí mismo, de la cultura sindical y de lo que el mismo SNTE ha hecho; la única planilla discordante en ambas secciones es la que pretende convertirse en un destacamento democrático Asamblea Magisterial en la 16 y Bases Magisteriales en la 47.
En ambos casos un grupo de trabajadores lograron ponerse de acuerdo, esta es una propuesta diferente que no se somete cabalmente a las disposiciones de las cúpulas sindicales, pensar en el triunfo es una verdadera utopía que seria bueno que se cristalizará.
Por último, quisiera preguntarme, ¿qué tan maduro está el gremio en no dejarse influenciar o intimidar por los cantos de las sirenas y que voten todas y todos libremente? Que la decisión última sea sobre la base de las propuestas y los proyectos, sobre el compromiso de una mejor educación a partir de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores de la educación.
El 11 y 14 de octubre serán los días para presentarse a votar, estos días que transcurren (antes de dichas fechas) son de campaña abierta en ambas secciones. ¿Qué tan congruentes son los dirigentes que piden el apoyo con votos?, ¿son buenos educadores y son congruentes con su discurso democrático? Habría que tener un recurso para verificarlo, por lo pronto, lo único que tenemos es analizar las iniciativas más cercanas a la izquierda democrática que puedan tener un resultado favorable en esta contienda electoral, que por primera vez abre el espacio para todas y todos los trabajadores de la educación.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]