La paciencia se agota, ¿el fin de Trump, Bolsonaro y algo más?

 en Rafael Lucero Ortiz

Rafael Lucero Ortiz*

En memoria de George Floyd

Hoy lunes del año 2020, primero de junio, la paciencia se agota y no es para menos.
Son muchos y distintos los puntos de tensión que vive el mundo entero. Me referiré a uno que si no engloba a todos, por lo menos es el núcleo fundamental. Me refiero al agotamiento del sistema económico y político, particularmente en Europa y América. Hoy, quienes no tienen más poder que su cuerpo y más futuro que salir al día con la vida cotidiana, completaron el quinto día de salir a las calles, en más de cincuenta ciudades de la Unión Americana y algunas ciudades europeas.
El abuso de poder de un policía blanco contra un ciudadano afroamericano, George Floyd, quien murió físicamente, por la presión de la rodilla del policía en el cuello y políticamente por el exacerbado racismo del presidente y las elites económicas y políticas. La escena televisada y difundida, sin pudor y con prepotencia y que reventó la paciencia de los ciudadanos expulsándolos a las calles, siendo lo más común la pérdida de control de manifestantes y autoridades, provocando dos muertes, cientos de detenciones y saqueos de comercios.
Ante este desbordamiento, una imagen impactante por su poder de pacificación y respeto mutuo fue el de corporaciones policiacas, de varias ciudades, la primera Miami, con la rodilla al suelo y la cabeza inclinada. Un gesto inequívoco de solidaridad y acompañamiento al dolor y rabia de los manifestantes y a la vez de pacificación e inclusión de los policías al contingente de protesta.
En contraste, el autoritarismo y prepotencia de Trump, con sus amenazas estúpidas: “si hay saqueo, hay tiroteo”, para terminar en un bunker de la Casa Blanca, ante la ola de protestas. El empoderamiento ciudadano que trasmiten las imágenes, llevan a imaginar el fin de Trump y en el caso de Brasil de Bolsonaro y algo más. Porque este lunes primero de junio de 2020 es día emblemático, que con una pandemia todavía en ascenso, por presiones económicas, algunas actividades públicas se reinician, prácticamente con los mismos protocolos de protección. ¿Coincidieron los vasos comunicantes de la tragedia política: Trump y Bolsonaro; la tragedia pandémica de la salud con el coronavid-19; la tragedia de la desactivación económica y la más desgarradora, la social, con un alto poder desestabilizador, el desempleo y el hambre?
¿Puede ser la violación de los Derechos Humanos en la muerte de George Floyd, la muerte de la paz simulada, del confort superfluo, de la cohabitación negociada, ocasionadas por los 33.5 millones de desempleos y 20.5 millones de contagios del coronavid-19 y más de 100 mil muertos en EU y el estrés del confinamiento prolongado, los detonadores de una segunda pandemia? ¿Puede ser el inicio del gran estallido social, por otras condiciones de vida, por otro mundo posible, por un eco universo sustentable, por una sociedad decente y un estado de bien esta, después del coronovid-19, de la gran crisis prolongada del neocapitalismo.
¿Así de convulsa será la construcción de una nueva vida cotidiana? Porque lo mismo ocurre en Brasil, con los más de 500 mil contagios y 30 mil muertos, el estallido social va en aumento.
¿Será que la paciencia de los oprimidos se agota y pueda ser el fin de Trump, Bolsonaro y algo más?, ¿un futuro pesimista de retroceso u optimista de resurgimiento? La moneda está en el aire y el águila o sol depende de nosotros.

*Analista y consultor independiente. rlucero1951@gmail.com

Comentarios
  • Juan Francisco Salazar García

    Muy atinado, apegado a la realidad , legible y fresco por ser sucesos recientes. Gracias Rafael Lucero O.

  • Jorge Márquez

    Buena reflexión

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