La guerra por el territorio sindical en puerta, el devenir del SNTE

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Era de esperar lo anunciado por Elba Esther Gordillo Morales el pasado lunes, su regreso inminente a recuperar el espacio que por casi 24 años ocupó directa o indirectamente, el cual fue concebido (desde su llegada en 1989) a su imagen y semejanza, con un liderazgo absoluto a base de complicidades, compra de voluntades, cercanía y cooperación con todos los presidentes y partidos políticos que gobernaron a México desde 1989 hasta 2012 (Salinas-Zedillo-Fox-Calderón), salvo con Peña Nieto, justo antes de su detención en 2013 y en plena efervescencia de la reforma educativa.
Regresa muy a su estilo: sintética, directa, con frases elaboradas, sin interlocución, sin preguntas, segura de sí misma; con autoridad, carisma, porras y vítores de seguidores propios y extraños; con una amplia convocatoria y difusión de medios locales, nacionales e internacionales y trasmisión en vivo. Elba Esther tiene ese don, nunca pasa desapercibida en cada lugar que pisa y/o a través de sus discursos; “casualmente” regresa como los maestros, justo al inicio del ciclo escolar 2018-2019, el mismo día que los niños junto con sus maestros se reúnen por primera vez en las escuelas para comenzar las clases, paradójicamente cuando se pone en marcha el Nuevo Modelo Educativo y unas horas antes de la tercera reunión López Obrador-Peña Nieto.
–Soy inocente y la reforma educativa se ha derrumbado– dijo, como si fuera un presagio de lo que se vendrá en los próximos días, semanas y meses para ella y sus seguidores, demandó y aclaró que nunca se sintió culpable de lo que se le imputó y que su detención y “encarcelamiento” se debió a un ajuste de cuentas por su oposición a las políticas de Enrique Peña Nieto en materia educativa, mostró, incluso, el documento que la declara jurídicamente inocente, retorna como una víctima y se declara lista para defender a los maestros y resarcir todos sus derechos violentados.
Unas horas después, en Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto fijarían sus posturas con relación a Gordillo Morales y la reforma educativa, lo cual deja más dudas que certezas sobre su reaparición y el papel que jugará en el sexenio de López Obrador (independientemente que él aseguró que ella no formaría parte de su gobierno). Lo cierto es que la reforma educativa, tal como la conocimos con Emilio Chuayffet, Aurelio Nuño y Juan Díaz de la Torre, no será la misma, se acabaron las persecuciones y denostaciones contra el magisterio, habrá consultas a los protagonistas y el SNTE entrará en un proceso de democratización, entre tantas cosas anunciadas y prometidas por el gobierno entrante.
En un lunes de contrastes y rarezas, ya que Peña Nieto (por primera vez en lo que va del sexenio) no asistió a la ceremonia de inicio de clases debido la tercera reunión con López Obrador y los equipos de ambos, Juan Díaz junto con Otto Granados encabezaron la ceremonia y el hasta ahora presidente del SNTE, se limitaba a decir (ante la insistencia de los periodistas acerca de su opinión sobre la liberación y reaparición de Elba Esther) que en el sindicato están tranquilos, trabajando en unidad y por los maestros de México.
Juan Díaz no se ha caracterizado (ni ahora ni nunca) por debatir o analizar las coyunturas que le han tocado vivir durante su mandato, esta ocasión no lo hará, tal como lo hizo el 13 de febrero donde lo nombraron presidente, previo al cambio estatutario y, en el cual señaló que el SNTE no sería más el patrimonio de una sola persona (refiriéndose a Elba Esther).
El tema del SNTE seguirá su recorrido para definir liderazgos, dirigentes y los nuevos tiempos del manejo territorial sindicalista por lo menos en tres momentos:

1. Revisión jurídica de los procesos estatutarios modificados para destituir a Elba Esther y nombrar a Juan Díaz como presidente, será un tema de abogados donde la presidente destituida llevará ventaja por el equipo jurídico con que cuenta, por su experiencia en este tipo de pleitos y por el apoyo inminente del gobierno entrante (al margen que se diga o comente otra cosa).
2. Manejo de lealtades con los dirigentes actuales del SNTE nacional y los secretarios seccionales de los estados para definir quien está con Juan Díaz y quienes con Elba Esther y, así poder convocar a una reunión extraordinaria para destituir al actual presidente y restituirla a ella, aquí también lleva ventaja Gordillo Morales porque si algo caracteriza a los dirigentes del SNTE es por su pragmatismo y, para nadie es un misterio, que Juan Díaz está fuera por su papel al frente del sindicato y sus alianzas y apuestas fallidas con el gobierno de Peña Nieto y el candidato José Antonio Meade en las recientes elecciones.
3. Definir desde la presidencia al nuevo dirigente del SNTE, tal como se hizo con el enroque Jonguitud-Elba Esther en tiempos de Salinas y luego con Elba Esther-Díaz de la Torre recientemente, o, empezar la democratización del sindicato con nuevos personajes para que se disputen en elecciones abiertas y con voto secreto la elección del presidente, en este escenario ni Juan Díaz ni Elba Esther tendrían cabida como sujetos elegibles ya que no cuentan (ni uno, ni la otra) con las simpatías suficientes de los trabajadores de la educación (quienes deberán votar) para ser elegidos mediante el voto universal, secreto y abierto.

Sea cual sea el camino, lo cierto es que en el SNTE habrá cambios pronto, justo antes que llegue el nuevo presidente a gobernar, es decir, antes del 1º de diciembre, un sindicato como éste no se puede dar el lujo de estar excluido en los nuevos procesos en puerta, sobre todo por el papel que jugará en la clausura (o derrocamiento) de la reforma educativa actual y las propuestas para la nueva que llegará tarde que temprano, lo cierto de todo es que el territorio sindical está en disputa y como dicen en los palenques: hagan sus apuestas señores la pelea está por comenzar, salud…

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

Comentarios
  • Manolo

    Parece natural que el segundo objetivo de AMLO es construir democracia sindical y esto implica una organización alterna diversa e independiente de la actual. El primer objetivo fue repetido hoy No más la Reforma Laboral existente. La pregunta seria sería: Están formados los cuadros docentes para construir ese segundo objetivo??

  • Jaime

    Definitivamente no Manolo, la codependencia y la ausencia de crítica son males que aquejan al magisterio desde su formación en las escuelas Normales, por lo tanto es una tarea pendiente que requiere trabajo individual y colectivo para aspirar a ello.

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