La fotografía como medio de aprendizaje

 en Alma Dzib Goodin

Alma Dzib Goodin*

Uno de los problemas de muchas personas, no solo niños sino también de los adultos, es la capacidad de prestar atención a los detalles. Muchas personas sufren de fallos académicos o de pérdida de empleos por su aparente incapacidad cerebral de mirar los detalles.
Como he mencionado en otras ocasiones, el proceso de atención debe ser diseñado y adaptarse al ambiente. Por supuesto tiene que ver con la capacidad de percepción, pero aún las personas con hándicaps perceptivos, desarrollan la capacidad de poner atención a los detalles, pues de ello depende su vida muchas veces. Lo cual muestra que la adaptación al ambiente debe ser modulada.
En la sociedad moderna, los niños cada vez pierden más y más la capacidad de mirar detalles, no pueden observar el cielo, porque los grandes edificios bloquean la vista. Han dejado de maravillarse por las formas geométricas de las flores, el vuelo de las aves o la belleza de las especies silvestres que solían correr por los espacios urbanos.
La atención está fijada actualmente en pantallas de diversas dimensiones, cada vez más grandes, pues las empresas se dieron cuenta que si bien era tecnológicamente fascinante crear pantallas pequeñas, era importante dar prioridad a la resolución de las imágenes, más que la elegancia del diseño. A ello se agrega la velocidad en que la información se desarrolla, donde cada minuto se despliegan en la mayoría de las pantallas, hasta 55 imágenes distintas, a las que nuestros dedos van eligiendo intentando dar prioridad, misma que cambia en pocos segundos, dejando de lado el detalle.
Es así que poco a poco, las personas pierden la capacidad de leer con atención, y de prestar atención incluso en tareas cotidianas. Sin embargo, esto va más allá de ver o no el contorno de las letras o bien, reconocer los instrumentos de viento en una orquesta, pues tiene que ver con la capacidad de resolver problemas, pues cualquier director de proyectos sabe que sino se es capaz de reconocer cada detalle de un proyecto, se corre el riesgo de pérdidas millonarias. En términos más comunes, si un niño no es capaz de leer a detalle una instrucción o la pregunta en un examen, aun cuando tenga suficiente información, no será capaz de dar la respuesta correcta.
Esto es un punto común de nuestros usuarios, cuando se dan cuenta que los detalles son importantes y entrenan su percepción, aumenta su capacidad de éxito académico, pues la estrategia usual de los exámenes actuales es despistar al alumno, con preguntas que lo confunden, semánticamente correctas pero opuestas a lo que el lector espera.
Para apoyarles en su catastrófica falta de atención, hemos empleado una estrategia para que aprendan a dar prioridad al entorno, y ha sido el uso de fotografías, mismas que usamos en dos sentidos, la observación de fotografías, o bien les pedimos que ellos tomen fotografías de entornos naturales, pues la exploración visual de rostros humanos es un proceso, es menos demandante que el reconocimiento de ambientes complejos. El mismo modelo lo hemos aplicado en salones de clase de educación básica y se encuentra que si los maestros mantienen la estrategia en las clases regulares, entre más tiempo el niño observe fotografías, mayor capacidad tiene para analizar los detalles en lecturas y problemas matemáticos.
Socialmente aprendemos a ver cosas particulares, por ejemplo. siempre se observan los mismo programas, se asiste a los mismos lugares, se miran los mismos rostros, por lo que la novedad de los aspectos de la naturaleza parecen romper con los hábitos. La naturaleza está ahí todo el tiempo, pero cuando se observa de manera estática parece cobrar un significado distinto para el observador.
Tomar fotografías tiene no solo un significado estético, permite preservar momentos específicos que cobran significado a la distancia espacio-temporal de donde fueron captadas, permitiendo un diálogo con el espectador, quien solamente cuenta con los puntos específicos dados por el fotógrafo para crear la interpretación de la imagen, proceso que se ha perdido en las escuelas por la prisa con que se asumen los contenidos, debido a la extensión malsana de los currículos que se han de cubrir.
En este sentido, mirar es más que pasar objetos frente a los ojos, se convierte en una forma de ver al mundo, combinando objetos y dándoles sentido, que permite el desarrollo de otras habilidades necesarias para responder y adaptarse en el ambiente, pues al mirar, se atribuyen significados y referentes, pues mirando creamos una opinión y una relación del entorno. En este sentido, en esta ocasión, les invito a observar.

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. alma@almadzib.com

Comentarios
  • manuel barreda

    desplegar la mirada estética hacia el mundo nos puede salvar al salvarlo, la mirada anestésica nos condena a todos pero ésta se multiplica más rápido que la mirada estética

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