La educación… ¿para cuándo?

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Es notable la ausencia de interés del régimen federal por la educación. Sin entrar en detalles partidistas, las 20 propuestas de reforma constitucional presentadas por el presidente al Congreso de la Unión, no incluye nada para la educación. Importa porque esas propuestas están caracterizadas por el régimen como aquellas que consolidarán la transformación propuesta como proyecto nacional.
Por ejemplo, podría proponer una nueva organización de la educación de los profesores, para ahora sí, disponer esos estudios en un verdaderos nivel universitario y acabar de una vez con la idea de una formación de maestros, si bien de nivel superior, en establecimientos en los cuales sólo se forman maestros. Tal enfoque era y fue necesario en épocas anteriores por la especificidad de la ciencia de la enseñanza. Hoy el foco central de la formación es el aprendizaje, cuyos secretos son múltiples, según los propósitos de la educación. Tal multiplicidad pide una formación universitaria donde los futuros maestros, convivan con colegas aprendices de las diferentes ciencias, técnicas y habilidades correspondientes. Así, se pueden integrar las diversas áreas del conocimiento, desde el filosófico hasta el pragmático, sin separar al futuro docente de los estudiantes y maestros de las demás carreras.
Al mismo tiempo, los estudiantes de la educación podrían ayudar significativamente a los estudiantes de otras áreas, y aun a los maestros de esas otras áreas, a mejorar y profundizar en las mejores maneras de aprender los distintos tópicos hoy apretados en asignaturas aisladas, mediante la preparación en un pensamiento y acción multidisciplinar e interdisciplinar.
La constitución mexicana propone una idea educativa sustanciosa. Esta escrita en el párrafo tercero del Artículo Tercero, y proclama:

“La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva. Tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje.”

Este fundamento es inatacable. Y al mismo tiempo necesitado de un gran aparato técnico-científico para llevarlo a la realidad de cada mexicano estudiante. La siguiente pregunta se “cae de la mata” según dice el dicho popular: Esa parte, no poca, de la juventud ahora relacionada con tareas definidas como fuera de las leyes ¿no fue educada con esas bases antes enunciadas?, ¿no las aprendió?, ¿sí, las aprendió, pero las hace a un lado por alguna poderosa razón? Las realidades de la delincuencia en nuestro país retan a las bases proclamadas de la educación nacional. Sin duda, mexicanos y mexicanas de hoy, en especial la autoridad y los educadores, tenemos una deuda con las personas desaparecidas o fenecidas.
Por eso la transformación del país, si fuera ese el propósito, no puede lograrse sin transformar la educación. De ahí la importancia de educadores formados en medio y junto a jóvenes de otras carreras para aprender y ayudarse en la traducción pedagógica del inmenso propósito constitucional. ¿Para cuándo será posible señores y señoras gobernantes?

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

Comentarios
  • Miguel Angel Pérez R.

    Dr. Miguel, coincido con los planteamientos que aquí pones. De hecho con tú trabajo no solo interpelas las iniciativas del señor presidente, sino que también desafías las formas de cómo viene funcionando actualmente (por decirlo de esta manera) el sistema educativo nacional. Rescato tres ideas de tu articulo:
    a) Pensar en la organización de una nueva organización sindical para el magisterio, que garantice desde abajo y desde el inicio una nueva forma de gestión entre los pares y que vigile los derechos y los compromisos laborales del magisterio en su totalidad.
    b) Este nuevo esquema de formación docente tal como lo propones, de diálogo con otras disciplinas y profesiones, que las y los docentes en formación o en ejercicio trasversalicen su trabajo, de tal manera que estén horizontalmente con otras formaciones de médicos, abogados ingenieros, arquitectos, etc., y que de esta manera aprendan desde la formación para otros oficios y profesiones y que aporten sus saberes pedagógicos en la acción.
    c) Y lo último y mas comprometedor, tenemos una deuda con las juventudes de ahora, en cuento poder garantizar una trayectoria educativa segura y en ello una deuda mayor con las y los desaparecidos y sus familias. Ahí es en donde la educación debiera ser potente para poder responder.

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