La educación en México en la entrega de la estafeta presidencial

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El día 1° de octubre del año 2024, se marca como una fecha histórica, toma posesión por primera vez en la historia del México independiente, del México republicano y del México moderno la que será la primera presidenta mujer, y esperemos que después de ella lleguen muchas más. Pero no solo es eso, es la entrega de la estafeta de un presidente que sale y una que llega, identificados por una posición cercana a la izquierda de lo que le llaman “Humanismo mexicano” y cuya consigna estratégica dice “primero los pobres”.
El acto de toma de protesta o de posesión y el discurso inaugural de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, es claro y elocuente, después de dedicarle al inicio del mismo, palabras de agradecimiento al presidente saliente y de hacer un recorrido por personajes de la historia en pequeñas fichas, Claudia reconoce que vivimos en un país maravilloso, en un México diverso y plural; y de ahí da a conocer sus propuestas básicas de gobierno, hay un desmarque y un distanciamiento con el balance de 36 años de gobiernos neoliberales en nuestro país, en donde se anteponían (según ella) los intereses del mercado por encima del servicio y de atender las necesidades de las y los ciudadanos. Se trata de cambiar el paradigma al concebir la tarea del gobierno como una tarea de servicio y al citar a Vicente Guerrero dice “la Patria es primero”.
Al final de su discurso, Claudia le dedica un mensaje desde sí a las mujeres mexicanas, las indígenas, las trabajadoras domésticas, las bisabuelas, madres, hermanas, tías, hijas; subraya que es presidenta con una A enfatizada, esto nunca se había dado en la historia porque nunca una mujer había llegado hasta este lugar.
No hay líneas explícitas para anunciar qué se va a hacer o qué vendrá en educación, pero siendo más heterodoxo, todo el discurso de Claudia Sheinbaum es un discurso educativo, el cual deberá analizarse en las aulas y en los recintos universitarios ¿por qué? Porque lo que está por venir en los próximos seis años de la vida pública en nuestro país, el diseño y curso de acción de las políticas públicas en todos los rubros sociales, las decisiones en la esfera de gobierno y sobre todo la relación entre el gobierno con la sociedad civil, surgen o tienen su raíz fundacional en este discurso inaugural del 1º de octubre.
Las omisiones de la toma de protesta. También es importante destacar, que no hubo una sola mención al estado de Jalisco por razones obvias de discrepancias y distanciamiento político, como parte de los nuevos procesos ferroviarios, ni tampoco hubo mención alguna a los representantes de la oposición, menciónalos es visibilizarlos. Aunque la presidenta, ya en funciones, pudo haber nombrado a los grupos que son oposición a su gobierno.
Como una mínima muestra de congruencia democrática se justifica un saludo con los opositores, porque también ellas y ellos serán compañeros de viaje en esta dialéctica de proponer y criticar a lo largo de los próximos seis años.
Con respecto a la educación, el mensaje da cuenta de dos grandes ideas, con relación a dicho campo:

• El proyecto de educación formal, la que se vive al interior de los recintos institucionales.
• Y la educación social y pública, la que deberá planearse y vivirse en todas las esferas sociales, en la calle, en el hogar, en la vida pública, en el campo, en la ciudad y en los territorios alejados y también en los cercanos. La educación —sin decirlo explícitamente— junto con la salud se tornarán los ejes transversales que atraviesen todo el proyecto de Claudia Sheinbaum para los próximos seis años de gobierno en esto que ella le ha llamado el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Las propuestas corren a partir de este segundo día de octubre y esperemos una gestión exitosa para la primera presidentA de México.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]