La educación al estilo Jalisco, ¿diálogos o monólogos?
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Como ya lo había dicho en una ocasión anterior, no pudieron ser más imaginativos y tuvieron que recurrir a una consigna chauvinista, al estilo Jalisco.
Dentro de esta frase envolvente, ahora la novedad es que el personaje principal que dirige la SEJ da cuenta en sus promocionales “que ha recorrido las 12 regiones del estado” (sic) para dialogar con docentes, pero no solo eso, también para dialogar con las personas de la comunidad, padres, madres, ciudadanos, etcétera.
El mensaje es lineal, se dirige de arriba hacia abajo, se habla de diálogos en educación, pero en realidad es un monólogo que se gesta y se difunde desde el poder, con la intención de dar línea o de querer mostrar una realidad (la dialógica) que solo existe en la imaginación de quien lo dirige.
Un ejemplo diferente de difusión de las imágenes de gobierno (porque son solo eso, “imágenes de gobierno y de poder”) pudo haber sido una puesta en escena de un diálogo educativo en acción; no importa que pudiera ser simulado como todo lo que hacen, pero diálogo al fin.
Pensemos en investigadores, periodistas, docentes frente a grupo y uno o dos padres de familia, ahí en acción, cuestionando y proponiendo acerca de las acciones de gobierno. Y en el fondo o en la parte central del plano, el titular de la Secretaría de Educación, escuchando y respondiendo: aclarando que todo lo que hace el gobierno está bien hecho, porque es al estilo Jalisco.
En educación, los diálogos se viven, se escenifican, se establecen como hechos en el encuentro cara a cara entre dos o más; no se dan referencias de cliché, ni mucho menos, simulaciones de lo que puede ser o lo que muy pronto vendrá. El o los diálogos se viven en vivo y en directo (como se decía antes en la televisión), y sirven como un mercado simbólico de ideas y puntos de vista.
Pierre Bourdieu nos enseñó que dentro de un campo social específico hay tensiones, puntos de vista diversos, pugnas por el control. El diálogo es un instrumento que sirve para mediar, pero también veladamente para intentar imponer una visión de la realidad.
¿Con quién dialoga el titular de la SEJ en sus promocionales? Si no es con sus súbditos e incondicionales, no hay voces discordantes, no existen cuestionamientos de ningún tipo; si los hubiera, servirían para elevar el nivel del diálogo informado en educación. Mientras que el anuncio del diálogo se difundía, en el chat en cuestión vienen infinidad de cuestionamientos de docentes preguntando sobre cambios de adscripción, sobre recursos y apoyos que no han llegado a las escuelas y sobre convocatorias de la USICAMM y sobre infinidad de pendientes. Ahí uno se da cuenta de que las agendas no son las mismas.
Hay quien habla de diálogo educativo, pero solo para simular, y otros que lo ejercen, pero no tienen interlocutor que les responda, es decir, que dialogue. En este sistema y en este estado predominan la simulación y el engaño. Si hablas de diálogo educativo, practícalo consecuentemente aun con personas ajenas o distintas a ti; de lo contrario, todo seguirá siendo un largo monólogo, de esos que no tienen ni eco, ni nadie que les responda.
*Doctor en Educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com