La COP21: ¿qué podemos aprender de sus acuerdos?

 en S. Lizette Ramos de Robles

S. Lizette Ramos de Robles*

El cambio climático pareciera ser el tema de moda y la causa de todos los males que nos aquejan: hoy en día todo puede ser consecuencia del cambio climático. Si bien, es cierto que el cambio climático ha sido reconocido como el principal problema ambiental global, es necesario manejarlo con mayor seriedad y, sobre todo, con criterios claros y con evidencias contundentes. Tal como lo menciona Víctor Magaña: la tentación de culpar al cambio climático de todos los desastres en el mundo es quizá porque resulta más sencillo y evita reconocer los errores del gobierno y la sociedad en cuanto a la prevención del desastre. Esto evita incluso responsabilidades.
Durante la más reciente Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21) desarrollada en París, se establecieron nuevos acuerdos con la finalidad de gestionar la transición hacia una economía baja en carbono. Dos de los principales acuerdos fueron limitar el aumento de las temperaturas a 1.5 grados y asegurar fondos cercanos a los 100 mil millones de dólares para los países en desarrollo a partir de 2020.
No obstante, considero que uno de los puntos cruciales de esta conferencia fue la discusión y consideración de la seguridad alimentaria y el fin del hambre dentro de la agenda sobre el tema: “la prioridad fundamental de salvaguardar la seguridad alimentaria y acabar con el hambre y la especial vulnerabilidad de los sistemas de producción de alimentos ante los impactos del cambio climático”.
De acuerdo con los datos del Banco Mundial, 100 millones de personas podrían caer en la pobreza en los próximos 15 años como consecuencia del cambio climático y la productividad agrícola será la más afectada, desatando una cadena de problemas como el aumento de los precios de los alimentos y la incapacidad para producir los alimentos básicos para la población. Se estima que en el 2050, será necesario aumentar un 60% la producción de alimentos para poder cubrir las necesidades alimentarias.
Nuestro país y en especial Jalisco son regiones sumamente vulnerables dado que nuestra economía y subsistencia depende en gran medida de la producción de alimentos. En este sentido, tenemos que desarrollar una conciencia crítica que nos permita analizar detenidamente las afectaciones que podemos sufrir, sobre todo las asociadas al cambio climático y cuestionar los acuerdos tanto de las ONGs o del gobierno en torno a este tema. No dejar que todo quede determinado por quienes ocupan puestos de poder, es necesario tomar decisiones que nos permitan transitar hacia una vida de calidad y exigir nuestro derecho para tener un medio ambiente sano. Es urgente abordar el tema del cambio climático no solo en las aulas sino en nuestra vida cotidiana dado que constituye un eje para planear el desarrollo y el bienestar.

*Profesora-investigadora del CUCBA de la UdeG. liz0920@gmail.com

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