Juegos magisteriales: negación de la negación

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

La semana anterior fue una semana muy activa en materia sindical, los liderazgos estatales y nacional hicieron presencia para mostrar músculo, y poder cobrar legitimidad entre sus representados.

1.Una reunión más de pesca de legitimidad acontecida el miércoles 20 de febrero en local muy conocido del municipio de Zapopan y con asistencia controlada. Ante un auditorio que según organizadores fue de 3500 asistentes, destacó la presencia del gobernador de Jalisco y algunos funcionarios de la Secretaría de Educación Jalisco.
El auditorio reunió como en los viejos tiempos mayoritariamente a docentes, directivos y supervisores.
Entre otros mensajes de concordia y optimismo desbordado el líder nacional refrendó el compromiso en la defensa del interés de los derechos laborales ante sus agremiados.
Una muestra fehaciente de la persistencia del sistema clientelar y corporativo cuando las aguas del poder se tiñen con un nuevo color, conocedor igual que todos, de la operatividad y economía de los añejos liderazgos.
Juegos magisteriales de discurso aterciopelado e intenciones de convencimiento. Escucha atenta simulada; juegos magisteriales donde se juega a creer, a confiar, a reinstalar la maltrecha veracidad en las palabras seductoras de oídos, que resuenan como en los tiempos de campaña.
La democracia se tira a dormir y se constituye en tema secundario, el ejercicio del poder tiene color y rostro, signo de pesos, de colonización de la franquicia y como afirmaba Nicolás Maquiavelo, el fin justifica los medios.
Si el fin es el control del magisterio bien vale una asistencia a la misma mesa. Bien vale un cálculo político para seguir disponiendo de un cacho del pastel del siempre objeto de deseo llamado poder.
Los bienes del cambio democrático son rápidos en la concepción y el parto de nuevas alianzas, de nuevos amigos.
Apapachos, risas, apretones de manos, cámaras, foros, videos, prensa, hay confianza y se percibe hasta alegría en los rostros de los participantes. En materia de convocatoria y de objetivos el evento ha sido un éxito.
El sistema clientelar opera como siempre, no padece escasez de combustible; el gobernador dice y agradece que la participación de los maestros y maestras ha sido central en el cambio en Jalisco, se olvida la fallida candidatura a gobernadora de la maestra nueva aliancista-sindical; el gobernador escucha atento y da un saludable espaldarazo a las dirigencias estatales.

2.El viernes 22 de febrero también se suscitó el encuentro tradicional denominado juegos magisteriales en las regiones del estado.
El sistema educativo se regala un día laboral para tal fin. Los maestros se reúnen en canchas y unidades deportivas. Los maestros pelotean y juegan, hacen equipos y compiten, son materia dispuesta para perder de vista por un día la responsabilidad en las aulas, para seguir alimentando la levedad y dirigir las miradas a un horizonte alejado de la militancia comprometida con la defensa de las causas importantes.
Es mejor jugar y hacer catarsis que organizarse y comprometerse en la lucha social, mejor jugar, que invertir su energía en mejores propósitos de análisis crítico de la coyuntura y construir el tipo de organización que se comprometa codo a codo con su agenda de lucha laboral por mejores condiciones.
Que los docentes practiquen deporte no está mal, el educador construye y materializa un proyecto de educación armónica e integral en las aulas todos los días, que lo haga en tiempo laboral no requiere mayor opinión y postura. Se pierde un día de clases, ¿que se gana?
3. Mientras seguimos siendo un gremio noble que perdona cada coqueteo partidista sexenal, tres cacicazgos desde 1943, cien errores y corremos detrás del balón y sudamos la camiseta, reflexionemos:

• No hagamos juegos magisteriales de nuestra conciencia y responsabilidad colectiva en la exigencia de mejores condiciones laborales y salariales.
• No hagamos juegos magisteriales de la misión social de la profesión docente y el compromiso por mantener la viabilidad de la escuela pública.
• No hagamos juegos magisteriales al entretenernos en lides individuales en pos de intereses particulares y legitimando sistemas de evaluación inequitativos y competencia insana.
• No hagamos juegos magisteriales con dosis simuladas de formación y capacitación juguetona de habilidades digitales primitivas y visión infantilizada de la historia de bronce del desarrollo profesional.
• No hagamos juegos magisteriales ni simulemos nuestro hartazgo con las migajas insultantes de los aumentos salariales miserables de los últimos años.
• No hagamos juegos magisteriales de la ausencia de memoria histórica y la venta barata de los bienes de la conciencia de un gremio que se fletó en el cambio de gobierno, por las heridas de su dignidad profesional.
• No hagamos juegos magisteriales con un gremio que cree a ciegas la retórica simulada sobre la educación de la niñez y la adolescencia de los tomadores de decisiones que negocian y deciden de espaldas al interés colectivo.
• No hagamos juegos magisteriales y nos prestemos a la cargada o a la delegación en pseudolíderes provenientes de los rincones más obscuros de la práctica de un sindicalismo que tiene su historicidad admirable y su parte brillante, pero también momentos de alejamiento de las demandas y el interés de sus agremiados.
• No hagamos juegos magisteriales con aquellos colegas ausentes de formación sindical y compromiso, colegas individualistas pasaexámenes, ensoberbecidos y ausentes del mínimo de solidaridad con el otro.
• No hagamos juegos magisteriales con la necesidad de seguir alimentando la moral y fuerza del magisterio a través de una formación con rigor en la dimensión técnica y científica de los saberes de la profesión.
• No hagamos juegos magisteriales con nuestros oídos ni cedamos al canto de las sirenas de líderes en reconvención; que en esta coyuntura de cambio saben del poder de la representación y cual conciencias en resurrección toman la palestra y alzan la voz para alimentar el ruido.
• No hagamos juegos magisteriales y obnubilemos la mirada por promesas seductoras de cálculo político pragmático y que a la postre Recrea los mismos beneficiarios de la esperanza del cambio democrático que se aleja para la masa de educadores públicos.
• No hagamos juegos magisteriales con la información verídica sobre el estado de las cosas y caigamos en el juego estridentista mediático desinformador y chayotero.
• No hagamos juegos magisteriales y caigamos en la finta del performance ritual de auditorios a modo, de los mismos beneficiarios de una representación alejada de sus agremiados. La lucha del magisterio en tiempos del cambio político nos compromete en la vigilancia atenta del impacto de las políticas públicas para la mejora de las cosas.
• No hagamos juegos magisteriales y seamos pasivos oyentes de coloquios y entramados discursivos previsibles sobre temas sustantivos como la calidad y equidad educativa; la pseudoreforma educativa y vueltas a la noria con asuntos como la evaluación de profesores.
• No hagamos juegos magisteriales con la fuerza vital del profesor en sus comunidades ni coincidamos acríticamente y como acto de fe con la visión oficialista, otra vez equivocada, acerca de la eterna necesidad de actualización y capacitación docente sobre las nimiedades de modelitos en turno.
• No hagamos juegos magisteriales con la necesidad de participación política y conciencia de clase.
• No hagamos juegos magisteriales con la unidad y dimensión nacional de la organización sindical y seamos conscientes de la fuerza y esperanza que como sindicato representamos en la sociedad mexicana.
• No hagamos juegos magisteriales con la rendición de cuentas del uso de las cuotas sindicales y con el manejo discrecional de las mesas de negociación de derechos laborales.

Finalmente, y por el bien del gremio, fortalezcamos la organización y ante la efervescencia política dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación analicemos y hagamos memoria histórica y militancia comprometida.

*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. ruben-zatarain@supervisores.sej.gob.mx

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