Gracias educar-nos

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Doscientos textos semanales. Hoy llego a ese número. Equivale a un año escolar de doscientos días de clases. A cuatro años de semana a semana. Nota a nota se han reunido texto y revista en el quehacer de educ@rnos. Por todo esto, GRACIAS educ@rnos por abrir tus páginas y llevar mis mensajes (y de otros muchos colegas) a los profesores y profesoras, directores y directoras, interesados en reflexionar acerca del educar. GRACIAS a los lectores y lectoras por tomarse el tiempo y leer algunas de esas doscientas notas, así como a quienes de pronto quisieron dejar algún comentario.
Sin duda, escribir compromete a dejar claras las ideas y propuestas, a reconocer la importancia de la retroalimentación y a recibir con estima y desde luego atender con detenimiento las críticas y los puntos de vista opuestos diferentes. No habría sustancia educativa si no es así. De ahí la importancia de recibir propuestas y críticas de los lectores precisamente para honrar y compartir el significado de educar-nos. Los pensamientos y las propuestas se enriquecen cuando son sometidas a revisión y crítica precisamente comprometida con ese educar@nos entre autores, lectores, comentaristas y los maestros y maestras quienes generosamente dejan un comentario al calce del artículo publicado.
En estos textos he tratado de comunicar inquietudes y análisis sobre ciertos temas, sin tomarlo como obligación. La comunidad educativa y educadora, es uno de ellos. Se trata de conversar sobre las actitudes, acciones y sucesos que ocurren en los intercambios de preguntas, órdenes, propuestas, quejas y gustos sucedidos en el proceso de enseñanza–aprendizaje en las aulas y patios de los centros escolares de educación básica. No se enseña con fijar algunos datos en el pizarrón y dar instrucciones a los estudiantes sobre el trabajo en sus libros de texto o para plasmar alguna reflexión en el cuaderno, todo para ver si repiten lo que el profesor espera. Y no, de ese modo el aprendiz tampoco aprende. Reconocer cómo sí se aprende es la preocupación y la tarea de estudiantes y profesores, con cada tema o disciplina, hora de sesión de clase, cada día. La experiencia de los profesores y la participación del estudiante, revisitadas con constancia, son el alimento central para arribar poco a poco a los aprendizajes buscados.
Además, el tema de la conversación sobre el aprender es, según mi parecer, un asunto crucial. No aprende quien no sabe cómo aprender. No basta la mejor didáctica del mejor profesor si el estudiante no aprende. El avance educativo está en darnos cuenta cómo (haciendo qué, pensando cómo, haciendo cuándo) aprendemos maestros y estudiantes. El cómo aprender para conseguir aprendizajes se vuelve una conversación necesaria y la meta común entre todos los actores. Cuesta trabajo verlo así. El logro educativo recompensa cualquier esfuerzo.
MUCHAS GRACIAS al profesor Jaime Navarro Saras por la hospitalidad y paciencia para con mis textos sobre las cuestiones con las cuales, pienso, se forma esa red que llamamos educación, tejida con mística, complejidad, búsqueda y conversación constantes.

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

Comentarios
  • Gilberto Pindter

    Siempre aportando

    • Francisco Millán

      200 millones de gracias

      Esperamos tu reflexión para cuando se duplique esa cantidad de colaboraciones

  • Rodolfo morán

    Muy bien, estimado doctor
    Que haya muchas reflexiones más

  • Clara Campos Arciniega

    Muchas gracias a usted por compartir tanto de su pensamiento y sabiduría

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