Freud: el Sigi de oro

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

En la formación inicial de profesores y en la actualización de docentes y profesionales de la educación hay poco estudio de las aportaciones freudianas y el campo del Psicoanálisis; hay también poca valoración de su utilidad como corpus explicativo comprensivo del tema de la educación formal y la escolarización.
Sigmund Freud “el Sigi de oro” para su madre, si bien, es un autor multicitado y califica en los aprendices de la academia como “vaca sagrada”, no siempre es leído y comprendido en sus fuentes originales, en sus sagradas escrituras objetables desde la mirada científica.
Hay muchos planteamientos que requieren de estudio detenido desde la mirada y el enfoque del educador; el educador-psicoanalista de sujetos y grupos tal vez sería un buen ideal.
El educador-psicoanalista ideal tal vez haría una lectura más detenida y haría una práctica de sensibilidad informada de fechas icónicas como el día de la madre; meteria bisturí y revisará la relación edípica por ejemplo, o la relación de autoritarismo y control social a través de la mujer.
El educador psicoanalista ideal haría exégesis de fechas icónicas como el día del padre y su peso en la construcción del ideal de autoridad y poder, del mito fálico perpetuo y sus proyecciones y transferencias, o de complejos como el de Yocasta en la relación padre hija, o de la relación amor odio entre el hijo varón y el padre.
Tal vez las categorías conceptuales freudianas también nos harían repensar algunas confusiones básicas, como el de que la escuela es un segundo hogar o que el maestro y la maestra tienen un simbolismo de maternidad o paternidad.
Las progenitoras de nuestros niños, niñas y adolescentes como fuente de información y de construcción de proyecto educador; sus historias personales en materia afectivo emocional y las biografías escolares compartidas con la alianza o ausencia del padre.
El complejo de Edipo freudiano y el bastón psicológico que representa la madre, la permanente orfandad en la que deviene la existencia en el cruce de culturas y tradiciones del ser mexicano, del ser latinoamericano; en el delineado del mapa emocional en los países de Sur empobrecidos.
Ser mexicano, la búsqueda de madres y proyección en los iconos de sus vírgenes lideradas por la virgen de Guadalupe, las representaciones y burbujas inconscientes en el lenguaje florido de aparente reto y valentía.
Las vírgenes y la madrecita, la pureza inmaterial, el manto de la madre protectora que no abandona y que prodiga siempre una mirada dulce y regala rostros de aprobación en cada cromo, pintura o escultura, lejos de los demonios y pesadillas del inconsciente.
El sustrato intocable de la madre que funge como centro de gravedad y certidumbre real y simbólica, la mutua codependencia de la díada madre e hijo (a), las madres que crean, crían y equilibran con sus competencias emocionales labradas a golpe de tiempo e intuición. Las madres que por razones de amor deforman, sobreprotegen y generan patologías psicológicas involuntariamente.
La propuesta psicoanalítica y la aceptación de las múltiples manifestaciones de las sexualidades de la infancia.
La necesidad de superar la visión de una educación sexual de retazos pseudocientíficos, de matiz moralista, de tradición conservadora y de omisión vicaria premeditada.
La urgencia de fortalecer la dimensión psicológica en la formación de profesores, de trabajar con rigor científico su educación sexual, de acercarse al conocimiento de la teoría psicoanalítica en la materia.
Los protocolos de abuso sexual y su esquema de coercion que tal vez otorgan una falsa seguridad en el piso de un sistema jurídico falible institucionalmente.
Las soluciones inmediatistas y sesgadas de instituciones garantes de la educación y salud psicológica.
Muchas de las variables de relación intergeneracional tienen componentes de salud emocional y psicológica, las más de las veces negados o mal interpretados.
Aprender sobre sexualidad humana, educar para el ejercicio responsable de la misma; desentrañar valores sociales, falsos imperativos religiosos, documentar percepciones y representaciones, dialogar sobre sexo desde un enfoque de pensamiento científico, la necesidad de tocar las puertas a las elaboraciones de Freud y sus discípulos que han renovado las formas de interpretación del hecho, del fenómeno.
Participar del debate informado y desde la práctica docente contribuir al diseño del mapa y las coordenadas. Hacer praxis de lo que se propone en materia curricular para la multidisciplina, rediseñar el objeto de estudio.
El psicoanalista-educador ideal y la interpretación de los sueños de los sujetos que educa, de los propios sueños.
Los instrumentos de observación para detectar los mecanismos depresivos, represión, miedo y ansiedad; las conductas ricas en significado que se manufacturan en el salón de clases en los distintos espacios escolares.
La urgencia de contribuir con sistema a la salud psicológica de las comunidades escolares, construir alternativas como la de los primeros auxilios emocionales.
Los profesores y las profesoras y el análisis de sus propios sueños de frustración y realización, los mecanismos de evasión y de búsqueda desesperada para matizar y trabajar los shocks traumáticos y frustraciones de la profesión.
El jardín de los propios sueños que no se interviene con adscripción a filosofías orientales ni con literatura huera de desarrollo personal.
La búsqueda de la felicidad posible con la mirada oculta por el paliacate de las camisas de fuerza moralistas de carácter religioso; el sacerdocio de púlpitos e iglesias como lucha ideológica para invisibilizar el control del cuerpo, los sabios “asexuados” en apariencia que predican los textos sagrados se las masas irredentas, prófugas del delirio y la castración.
La experiencia de visitar el museo casa de Freud en Viena, su natalicio, el diván, su colección y admiración por la cultura egipcia, su particular posición sobre el tema de la religión en sus obras, su puro y sus otras adicciones, su relación simbiótica con la madre, la relación con su padre, la muerte de cinco de sus hermanos en los campos de concentración nazis.
Los freudianos, y los que dieron paso de flanco en la elaboración teórica del Psicoanálisis, la vigencia para explicar la mutante mente y comportamiento humano; por mencionar algunos, Lacan, Jung, Wilhelm Reich, Erich Fromm y la más cercana al tema educativo por sus estudios sobre Psicología infantil, Anna Freud.
La literatura, poesía, música, pintura, danza, teatro y el cine freudianos, las nociones y conceptos dinámicos del Psicoanálisis para entender la vida cotidiana y las relaciones sociales.
La lectura con lentes freudianos de la formación familiar, la formación escolar, los pequeños dictadores que en ese microespacio reproducen, forman y deforman.
El natalicio de Freud un 6 de mayo de 1856, su infancia, juventud y madurez; su consolidación, su paternidad, la relación con Martha su esposa, los textos por leer de su abundante y debatida obra, su método, la revisión de sus aportes, los alcances.
El educador psicoanalista ideal en el diván, las transformaciones necesarias y el conocimiento siempre apasionante de la psique y sus constitutivos.
Conmemorar a Freud, descubrirlo, significarlo, dialogar; hacer hablar a nuestro Sigi en la escuela moderna, escucharlo.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Griselda Gómez de la Torre

    “No hay árbol, se dice por ahí,
    Que pueda crecer hasta el cielo
    sin que sus raíces hallan tocado el infierno” C. Jung

    Agradecer la oportunidad de reflexionar respecto del tema que en esta semana convoca Dr. Rubén Zataráin Mendoza: “El educador Psicoanalista”, sin duda corresponde a una categoría compleja desde mi punto de vista en relación a la formación incipiente que respecto de esta ciencia tuvimos desde que cursamos la normal básica.

    Internarse en el: ¿Qué nos habita?, sin duda es un territorio aun por explorar, por entender, por comprender el “espíritu humano” entendido no solo como la emanación de procesos químicos en un órgano a nivel físico, sino el desvelar más allá de lo que nos constituye, me refiero a la parte del inconsciente. Entender la consciencia como la luz parpadeante y solitaria que habita la casa interna del cual soy, que trabaja y vive en relación a las pulsiones, la psique, los tabúes, eros, los pensamientos, deseos, recuerdos, etc. que salen a la luz y otros que se ocultan y todo ello en conjunto que bailan con nosotros, que nos sorprenden, susurran, nos provocan, afloran.
    “Sin duda soy yo un bosque y una noche de árboles oscuros: sin embargo, quien no tenga miedo de mi oscuridad, encontrará también taludes de rosas bajo mis cipreses” F. Nietzsche

    Siendo sujetos en movimiento, con cambio continuo en el presente que es potenciar al ser humano, me pregunto: ¿Qué tanto nos acercamos como educadores a esta premisa de ser educadores con habilidades para fortalecer los procesos psicológicos de nuestros alumnos? Sin duda es una asignatura pendiente, comprender los procesos de desarrollo y la personalidad de cada uno de nuestras alumnas y alumnos.

    Considero indispensable, por tanto, afinar nuestra capacidad de observación como docentes para referir y detectar manifestaciones que puedan dar indicios de urgencias y emergencias por canalizar en atención especializada para el óptimo desarrollo y formación de sujetos en completud.

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