Formularios de Google: apoyo inicial

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

¿Queremos que nuestros estudiantes identifiquen ideas centrales en una lectura? Es fácil, ayudémoslos a hacerlo. Una herramienta fundamental son los formularios de Google que nos hacen recordar los textos de enseñanza programada que fueron diseñados dentro de la tecnología educativa, que puede ubicarse en nuestro país, en la década de los 70 y principios de los 80.
No confundir la tecnología educativa de esa época: máquinas de enseñanza, tarjetas perforadas, libros de enseñanza programada… Con la tecnología educativa –tal y como la llaman algunos autores–, actual: software educativo, plataformas de aprendizaje, repositorios, portafolios digitales…
En el caso que ocupa, si bien el fundamento se puede rastrear en el conductismo, pueden resultar cosas interesantes si se sabe combinar apoyos con distintos enfoques didácticos –lo irreconciliable en el plano teórico, no siempre lo es en la práctica–. Actualmente existen los formularios de Google, que pueden ser usados bajo la lógica del texto de enseñanza programada, es decir, se puede construir un cuestionario –con sus respectivos ítems–, donde el estudiante al momento de responder, deba identificar las ideas centrales de una textualidad, entendida en formatos de: lectura, video, discurso…
Veamos:

1. El estudiante puede avanzar a su ritmo, si dejamos abierta la fecha en la cual debe responder. Se pueden dejar abiertos los formularios desde el primer día de clase y ser enviados, en caso que no se desee usar alguna otra herramienta como el classroom, por ejemplo, vía correo electrónico. Esto posibilitará que cada estudiante responda en el momento que considere y a su propio ritmo.
2. Se puede programar el formulario para que el estudiante pueda modificar sus respuestas, hasta que seleccione la respuesta correcta. Con ello se genera una dinámica de autoevaluación, donde el estudiante por sí mismo y auxiliado por la herramienta, puede identificar cuáles son las respuestas correctas y con ello, las ideas centrales a las que se refiere el ítem en cuestión.
3. Al final, se programa el formulario, para que el estudiante conozca su calificación y con ello se autoevalúe con respecto a la posibilidad de identificar o no las respuestas correspondientes o en este caso, las ideas principales o centrales. La calificación, puede ser simbólica o de referencia, sin por ello impactar grandemente en su calificación final, recordar que es un ejercicio básico. Si queremos otros niveles de profundidad en la reflexión, será necesario usar otras herramientas; por ello, también se debe considerar una calificación equivalente al impacto formativo que tendrán estos formularios.

Usado así, sería el primer momento y nivel de reflexión con respecto a la textualidad que nos interesa analizar o trabajar en nuestras clases.
Posteriormente, se trabajarán otras dinámicas e instrumentos para continuar con la reflexión y lograr niveles diferentes de análisis, juicio y demás.
Reitero, los formularios, dependiendo el uso que les demos, pueden ser una herramienta inicial de apoyo para propiciar identificación de ideas, datos o aspectos centrales en una textualidad.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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