FORCE

 en Rodolfo Morán Quiroz

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

Para algunos gobernantes, el término que da título a esta columna significa únicamente una cosa: utilizar la fuerza contra quienes no obedezcan. En días recientes, durante las marchas en protesta por los asesinatos, a manos de policías, de Giovanni López en Ixtlahuacán de los Membrilos, Jalisco y de George Floyd, en Minneapolis, Minnesota, el gobernador de Jalisco y el presidente de Estados Unidos han mostrado que el uso de la fuerza fue el único recurso que les vino a la cabeza.
En son de broma, pero también conscientes de que esta reacción violenta es bastante socorrida por adultos y gobernantes, algunos psicólogos han bautizado a este uso de la fuerza como “garroterapia”. Este intento de resolver los conflictos a garrotazos (entre otras formas de amedrentamiento, físico y psicológico) suele resultar en mayores resentimientos y suscitar mayores protestas. Con ánimo que originalmente quizá fue sincero, pero que se ha convertido en eufemismo, algunas patrullas de policía en México y en Estados Unidos tienen marcado el lema “proteger y servir”. Se ha recurrido a esta idea para rechazar el hecho de que el ejército ataque a la población del propio país pues, como señala nuestro himno nacional, “más si osare un extraño enemigo” hace referencia a enemigos externos, no a manifestantes nacionales que se inconforman contra la violencia policiaca.
Para muchos de nosotros, en especial si estamos en contacto directo con la escuela, ya sea como padres de familia, estudiantes o docentes, el término FORCE es una apócope de “Formación Cívica y Ética” y suele referir, básicamente, a la necesidad de reflexionar antes de actuar en nuestras interacciones con las demás personas. Parecería que quienes han dado por utilizar la fuerza policiaca y la garroterapia en estos días de protestas callejeras que desafían la pandemia de COVID-19 por resguardar la vida y los derechos humanos han olvidado o pasaron de noche sus sesiones de formación cívica y ética.
Conviene recordar algunos elementos del perfil de egreso de la educación básica (Aprendizajes clave para la educación integral. Formación cívica y ética. SEP. 2007: pp. 99-102). El comportamiento de las policías en Estados Unidos y en Jalisco y de algunos civiles que participaron en las manifestaciones en días recientes, principalmente ante quienes protestaban, pero también en contra de algunos transeúntes o de los mismos vigilantes, contrasta con estos elementos. Parecería que estas personas, incluidos algunos de los altos mandos, no completaron este proceso educativo en el área de FORCE. Resalto algunos elementos de ese perfil de egreso son:

• se comunica con confianza y eficacia;
• desarrolla el pensamiento crítico y resuelve problemas con creatividad (formular preguntas para resolver problemas es parte de este elemento);
• posee autoconocimiento y regula sus emociones (asumir responsabilidad sobre su bienestar y el de los otros es central);
• tiene iniciativa y favorece la colaboración;
• respeta la legalidad.

No es necesario un comentario extenso para cada caso en que el presidente de Estados Unidos o el gobernador de Jalisco, o los mismos policías e incluso algunos de los manifestantes han mostrado dos cosas: la necesidad de capacitación en esta área para las autoridades y los gobernados, además de la incapacidad para el diálogo, la colaboración y el respeto a los demás y a la legalidad.

*Doctor en Ciencias Sociales. Profesor del Departamento de Sociología del CUCSH de la UdeG. rmoranq@gmail.com

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