¿Existe una actitud de izquierda en educación?
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Hace algunos años el Centro de Estudios Educativos (CEE), quien edita la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, publicó un pequeño libro con este título, hoy años después de la aparición de aquel texto, la pregunta sigue vigente o para decirlo en términos actuales ¿qué significa hoy en día asumir una actitud de izquierda en pedagogía y en educación?
La izquierda -para los que aun no lo saben-, es una ideología, una postura política, una concepción y práctica social, cuyas distinciones se definen en asumir posiciones progresistas, busca el cambio político y social, se está en contra de abusos e injusticias de las autoridades; en los años 60 y 70 del siglo pasado, ser de izquierda era sinónimo de ser revolucionario, a partir de una formación marxista y una práctica consecuente que buscaba, incluso, en muchos de los casos la revolución socialista, ¿qué tiene que ver todo esto con la educación?, que los actores y los agentes educativos somos sujetos que no mantenemos una posición neutral ante las disputas sociales en la dinámica social, los maestros y maestras (muchos de ellos se han inclinado por posiciones más hacia la izquierda) y el sindicato que supuestamente los representa y las autoridades se inclinan más a posiciones de derecha.
En contraparte, tenemos que la izquierda política o la que se asumen a nivel partidarista se ha desdibujado, ahí la ideología ha sido sustituida por intereses personales y por un pragmatismo que en el fondo viene representando posiciones oportunistas, esto es, beneficiando en lo personal a los sujetos, argumentado que defienden principios revolucionarios.
Las posiciones políticas e ideológicas en educación, se vinculan con la orientación de los contenidos de estudio, las metodológicas de enseñanza, la gestión de la recuela (directiva o participativa), el papel que tienen los actores en la escuela al votar y sobre todo al incidir en las decisiones trascendentes de cada centro de trabajo, etcétera.
Hoy, la educación se ha derechizado desde arriba hasta abajo, la reforma educativa ha sido el instrumento para lograr dicho cometido y ahí se han buscado tres grandes cosas:
a) Privatizar el servicio educativo.
b) Restar autonomía y cancelar los espacios de participación a los docentes, restando, incluso, derechos sindicales y administrativos.
c) Modificando la relación laboral entre el magisterio y la autoridad educativa.
En la izquierda educativa, también es importante distinguir lo que viene siendo el movimiento social del movimiento político. Es por ello que muchos docentes se han aglutinado en instancias como la CNTE y otros organismos, grupos, colectivos y redes cuyo único sentido está regulado por una forma de participación política, tanto en el aspecto pedagógico como en el laboral, bajo una perspectiva más amplia de incidencia política desde la educación.
La actitud de izquierda (en pedagogía) se asume en una praxis pedagógica emancipadora -diría Paulo Freire-, en donde tanto los contenidos, como la gestión y la práctica del día al día, se adscriben en esta forma concreta de ser de izquierda en la acción y de tener claro que todo lo que se hace (desde la escuela) está pensado en contribuir a un cambio política y social, que inicia en la escuela y concluye en el sistema, que inicia en el sistema y concluye en la escuela.
*Doctor en educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx
Considero muy claro el artículo y plantea la conciencia que debemos tener los docentes ante la educación para comprender que en realidad queda en la educación de los alumnos/as parte de nuestra ideología, buena o mala pero que les determinará algunos pensamientos para la toma de acciones a futuro. Es un artículo sumamente interesante porque deja muchisimo para argumentar, plantear y encausar acciones a favor del estudiante.