Esperanzas

Rubén Zatarain Mendoza*

“La esperanza es el sueño del hombre despierto”
Aristóteles

Sabedores de que la fecha del 1º de julio es de valor cronológico para la memoria histórica de la vida política nacional y con la claridad de que las acciones de gobierno y resultados no han de mirarse con lente cortoplacista y sabedores también de que las esperanzas no son sietemesinas, queden estos apuntes del presente texto como reflexiones cafeteras de un verano ocioso escaso en precipitaciones.
En la madrugada del último día del mes de junio una parte de los municipios de Guadalajara y Tlaquepaque fue azotada por una inédita granizada. Tal fenómeno meteorológico provocó toneladas de hielo, temores y desperfectos en viviendas y vialidades. El fenómeno puso a prueba a instituciones de protección civil y policías viales, también a pocos funcionarios estatales y municipales.
El informe es que no hubo pérdidas humanas pero si algunos daños materiales.
Hubo voces a nivel de gobierno que sostuvieron que era uno de los efectos del calentamiento global. Mientras éste es un asunto de debate de científicos y meteorólogos, de lecturas metafísicas catastróficas, habrá que generar una argumentación más convincente sobre los riesgos de este tipo de fenómenos; mientras tanto, la autoridad está obligada a garantizar protección ciudadana.
Después de los incendios del bosque de La Primavera, la inundación prematura en San Gabriel antes municipio de Venustiano Carranza, de la granizada en el oriente de Guadalajara, la esperanza es que la naturaleza no se ensañe y sea benévola con los jaliscienses, la esperanza es de tener un gobierno reactivo que tenga el blindaje institucional para garantizar la atención de emergencias de este tipo.
En otro orden de acontecimientos, con la entrada del mes celebramos el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones federales para renovar el poder ejecutivo.
Celebramos también el triunfo del Ingeniero Enrique Alfaro Ramírez en la renovación del poder ejecutivo de Jalisco.
Un año del cambio democrático, 7 meses de gobiernos de claroscuros. La esperanza ciudadana de que el cambio de partido en el poder haga las cosas de diferente manera.
En lo nacional el tema del aeropuerto y las guarderías, del huachicoleo.
En lo estatal los temas de la impartición de justicia y el tema de las licitaciones de programas como “A toda máquina”, la administración de los dineros en el sector salud y las vasijas rotas en el sector educación; la venta de plazas, el pago de salarios, entre otros.
La esperanza de que se den las buenas cosas, la paz, la tranquilidad, el empleo, la atención de la salud y la calidad educativa; la dificultad de generar consensos en las decisiones trascendentales.
La parsimonia y lentitud en algunas áreas de los tres niveles de gobierno.
El entorno económico externo adverso, la fuerte presencia del presidente de Los Estados Unidos y su obsesión antiinmigración; un presidente visitante de Corea del Norte, bromista en el grupo G20, en proyecto de reelección.
En los entornos nacional y estatal las fuerzas políticas tercas anteriormente adalides se su propia democracia.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sin Juan Díaz de la Torre pero con las mismas estructuras, ahora aliado de ocasión de la Cuarta Transformación (C4); las fuerzas políticas internas que luchan por el poder, por la disposición de la franquicia, los maestros llegados por las aguas generosas de la reforma educativa peñista confundidos.
El magro aumento salarial de mayo y los múltiples autores de los logros económicos y laborales escasos, las fotos en el Facebook y los mensajes exhibicionistas en Twitter, la agenda de negociación a manera de pliego petitorio de avances a cuentagotas.
La nueva vida de las secciones sindicales hasta el 1 de julio de 2018 en estado catatónico, los liderazgos a modo practicantes del ignominioso silencio hace apenas unos pocos meses.
La esperanza de una democracia sindical donde revolotean las aves de rapiña, donde aún tienen voz los liderazgos de antaño, anquilosados, artríticos, podridos.
La ilusión fallida de renovación de algunas prácticas de representación fantasmagóricas, beneficiarias del estado de cosas, compradas.
En la actual gestión educativa federal la resistencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) resistencia con marchas y paros, en el contexto del debate de la reforma al 3o.constitucional, las 5 Sesiones de Consejos Técnicos Escolares con ficheros repetitivos este semestre, con algunas intervenciones bienintencionadas del secretario de educación Esteban Moctezuma Barragán, el retraso en la selección y licitación en la edición de los libros de texto gratuitos.
La parafernalia y la fiesta por el primer año del triunfo de la C4 en El Zócalo. Fiesta democrática que aún tiene trecho para materializarse, aún queda a nivel de cohetes y campanas al aire, a nivel de ruido musical enajenante y conferencias mañaneras que informan y movilizan secretarías de estado pero por la complejidad de las cosas y las resistencias de opositores viandantes en la autopista de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha cambiado muy poco la realidad nacional.
La esperanza de mayores consensos y suma de la sociedad al liderazgo del presidente de la república. La necesidad de luchar inteligentemente contra la delincuencia organizada, la esperanza en La Guardia Nacional, la lucha contra el monstruo de mil cabezas de la corrupción.
Mientras tanto, en el tema educativo, la inminencia de cierre de un ciclo escolar más. La inversión de esperanza en los niños y jóvenes que egresan, que transitan de grado escolar. Los certificados como documento que premia el esfuerzo, los actos académicos donde se encuentran de manera festiva alumnos, padres de familia, docentes y directivos, los reconocimientos a los alumnos destacados, las palabras emotivas, la música y las flores.
La esperanza de fortalecer la educación indígena y saldar deudas históricas con los grupos étnicos, la producción de libros de textos especializados en su dialecto; la esperanza de que el nuevo consejo de evaluación no sea un refrito de las prácticas del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).
La esperanza de recrear la educación en Jalisco, el proyecto después de foros regionales a punto de materializarse. La esperanza de la conectividad y la infraestructura, de innovar decires y haceres, la didáctica de las habilidades blandas.
La esperanza de que se enriquezcan los proyectos institucionales, los programas escolares de mejora continua con algo más que arbolitos navideños de problemas y con algo mejor que arbolitos de objetivos literarios.
La coyuntura de las definiciones que vienen. El nuevo ciclo escolar que se avizora como responsabilidad total de las actuales autoridades.
¿Seguiremos celebrando el cambio político?
¿Los docentes en formación y en servicio nos sumaremos entusiastamente a la Nueva Escuela Mexicana?
¿Vendrán algunas de las respuestas esperadas en la versión final del proyecto educativo: Recrea, educando para la vida?
La esperanza de que el discurso y la acción sean convocadores.
Los docentes constituyen una masa crítica que también sabe poner inteligencia y mano de obra cuando las coordenadas de lo nuevo evidencian racionalidad, liderazgo académico y no sólo canto de sirenas politiquero.

*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. zatarainr@hotmail.com