Entretextos

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

En estos días se ha discutido sobre la cuestión de los libros de texto único realizados por la Secretaría de Educación Pública para entregar a los estudiantes de prescolar, primaria y secundaria. Esos libros se escribieron, se editaron y se imprimieron. Reposan en bodegas pues la Unión Nacional de Padres de Familia interpuso un juicio de amparo para evitar la entrega de tales libros a los estudiantes en vista de que fueron elaborados sin la participación de los padres de familia y otros sectores interesados en la educación básica. El presidente de México en un acto de desobediencia civil ha declarado que pese a la orden judicial se entregarán a los estudiantes.
La demanda de los padres–madres de familia se basa en su derecho a educar a sus hijos conforme su patrimonio ideológico y cultural, pues es prioritario por sobre la ideología educativa del gobierno. Los hijos lo son en familia, y también en la patria, y no necesariamente en el gobierno, cuyas ideas pueden resultar diversas de las sostenidas por las familias. Los efectos de tal diferencia se lograrían superar con la participación de padres y madres en la decisión sobre los contenidos de los libros, en aquellos temas donde las ideologías pueden resultar diversas.
Por su parte la autoridad sostiene que sí fueron escuchadas las ideas de las familias y fueron respetadas, y los libros están sustentados estrictamente en contenidos científicos probados y validados. Además, dicen, están construidos con una pedagogía basada en la acción y la reflexión; los contenidos ayudan a disponer de la información necesaria para aprender, explicar, comprender y valorar lo sostenido por las comunidades en la cuales las escuelas están enclavadas.
Dichos y contradichos revelan cómo aún hoy la sexualidad, la historia y la laicidad siguen siendo materia de disputa y desencuentro entre un sector de la población y los funcionarios de la educación. Atrás de las diferencias se revela una cuestión fundamental: la tensión entre educación libre y la obligatoriedad de la educación.
Ayuda leer el texto constitucional mexicano, artículo 3:

“Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado –Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios– impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior; ésta y la media superior serán obligatorias, la educación superior lo será en términos de la fracción X del presente artículo (…) “

Más adelante establece:

“A fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en la fracción II de este artículo, el Ejecutivo Federal determinará los principios rectores y objetivos de la educación inicial, así como los planes y programas de estudio de la educación básica y normal en toda la República; para tal efecto, considerará la opinión de los gobiernos de las entidades federativas y de diversos actores sociales involucrados en la educación, así como el contenido de los proyectos y programas educativos que contemplen las realidades y contextos, regionales y locales.”

Las fracciones I y II de este artículo 3 establecen:

I. “Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa;
II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.”

El Ejecutivo federal determina… y considerará la opinión de estados y actores involucrados. El inicio del año escolar 2023–2024 está encima. Será interesante observar la solución del diferendo.

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected]

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