Entre paleros y manipulaciones. La consulta que no podrá ser
Luis Christian Velázquez Magallanes*
El gobierno federal, tras las severas críticas de los sectores magisteriales, anunció, quizá por la presión, tal vez por el resultado del análisis severo de sus procesos o por las denuncias y la exposición de arbitrariedades y anomalías, la eliminación de la Unidad del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (USICAMM). Aunque, para ser honesto, quitar al malo también fue un movimiento al inicio de la administración de López Obrador. Pareciera que siempre se debe establecer una relación maniquea entre el magisterio y el Estado.
El gobierno precedente había anunciado la eliminación del organismo que, en ese momento, desvalorizaba y marginaba al vituperado magisterio. Se tuvo un affair con el partido guinda porque se creyó que con su llegada al gobierno, por fin, después de una larga lucha, habría un reconocimiento puntual a todas las demandas históricas del magisterio mexicano; el malo recibiría su castigo y el bueno su premio: mejores salarios, incremento en prestaciones, mejoras sustanciales en seguridad social, jubilaciones dignas y un esquema transparente de ingreso, incremento de horas o salario y ascensos. Las voces indicaban que con la eliminación del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE) cantaría otro gallo, pero, como a Butes, el canto de las sirenas es tan llamativo que conduce al engaño y a la tentación y, por enésima vez, se escuchó: “Lástima, Margarito”.
Luego entonces, se debe profundizar y analizar cautelosamente los procesos de la actual administración, denominados foros de consulta, para crear al nuevo organismo para la carrera de maestras y maestros.
Los foros de consulta, organizados en todos los estados de la República, buscan recoger las dolencias y propuestas de todo el sector educativo para construir una nueva legislación de admisión, promoción e incremento. La idea es, vaya que somos seres de fechas y símbolos, que la Presidente anuncie el próximo 15 de mayo la nueva legislación que valore y dignifique al magisterio nacional. Tropecé de nuevo, y con la misma piedra.
En Jalisco, el foro se llevó a cabo en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal el día 4 de marzo y la Secretaría de Educación solicitó, a través de sus cuentas oficiales, la participación de todos los sectores. La convocatoria requería de un registro en donde cada maestro señaló su adscripción y compartió su propuesta en un documento breve. Las áreas o mesas de trabajo fueron:
a) Transparencia y responsabilidades.
b) Elementos de valoración.
c) Mejoras en los procesos.
d) Participación de maestras y maestros.
La convocatoria estableció filtros; se tenía que cumplir con características formales y, en cuanto al contenido, se revisaría la pertinencia y relevancia de los argumentos esgrimidos. Además, se pedía no acudir a situaciones personales en la exposición de motivos o en la propia argumentación. Los filtros, por lo menos, indicaban que no se permitirían sinsentidos y falacias. La idea, por lo menos en teoría, consistía en presentar argumentos sólidos para construir una legislación justa y acorde a las necesidades del magisterio.
El símil más cercano a lo que fue el foro en Jalisco se encuentra en la película “El Padrecito” de Mario Moreno Cantinflas. En el filme, las autoridades locales son notificadas de la visita de un delegado federal para revisar la situación por las múltiples denuncias de abuso, corrupción y ultraje. Ante la llegada del funcionario federal, los administradores estatales se reúnen para maquillar todo y presentar la mejor versión del poblado. Con el foro pasó lo mismo, haga de cuenta que la misma mona, pero con diferente moño.
El programa indicaba que los participantes podían llegar desde las ocho de la mañana, aunque se decía que las actividades arrancarían a las diez. Llegar temprano permitió contemplar cómo los acaparadores de las estructuras oficiales y sindicales de la educación organizan su intervención. Desde el balcón de la Normal, se podía observar la llegada de los rockstars de las secciones sindicales y cómo iban haciendo ruedas para socializar cómo sería su intervención: tenemos que decir, haremos, diremos y mostraremos la unidad sindical, aunque no sepamos quién, cómo y bajo qué circunstancia se redactaron las propuestas que diremos. El propósito era claro: avasallar las voces de los foros con temas muy específicos y demostrar que están preocupadísimos por los derechos laborales. Si esa es su razón de ser, ¿por qué necesitan de un foro para lucirse?
Las autoridades oficiales también arribaron; estaría Adrián Hernández Balboa, director de promociones en USICAMM. En estos días, hemos conocido más información sobre los pormenores del foro y sabemos que la poca asistencia de maestros de base se derivó de la gran cantidad de docentes que mostraron interés en acudir y presentar sus ideas de mejora, pero la autoridad lo creyó inconveniente y decidió cerrar la convocatoria para reducir la participación de los maestros que llegan en transporte público al evento. Finalmente, ellos controlan los números y pueden presentarlos a placer.
En este sentido, se puede dimensionar la magnitud de la maquinaria echada a andar entre las autoridades locales y las sindicales para acaparar las voces del foro, así como los conspiradores del poder en la película del padrecito. Lucirse ante la federación con propuestas de cambio, aunque no sean voces legítimas. En la mesa llamada Mejora de los procesos de Admisión, Promoción y Reconocimiento, por ejemplo, de veintiséis ponencias, veinte eran de representantes sindicales. Las otras seis, en cambio, iban, únicamente, con su yo y su circunstancia.
La pregunta obligada es, si la representación sindical tiene tal nivel de claridad en las anomalías de los procesos, luego entonces, ¿por qué no hablan de ellas con antelación? Parece que la relación entre el sindicato y la autoridad se basa en el contubernio, porque los hechos y los discursos demuestran que las secciones sindicales, en todos los niveles, no fungen como contrapesos; en la práctica están expectantes y prestos para asumir las indicaciones y concesiones de la autoridad. Se presentan las migajas obtenidas en las mesas de negociación como banquetes de palacio; les fascina celebrar la recuperación de logros perdidos. En este momento, forzando el término, hasta podríamos hablar de corporativismo, en lugar de espíritu sindical.
Por tales razones, debemos decir que el Foro, aunque arranca con una intención de cambio y renovación, no logra su cometido porque las propuestas de las voces legítimas son tan débiles que no logran equipararse con el alarido de los paleros. Queda reflexionar y analizar cómo hacer frente a este gran inconveniente.
*Licenciado en Filosofía. Profesor en la Escuela Secundaria General 59 “Francisco Márquez”. [email protected]
Excelente Christian
Buen análisis, sobre la consulta, que quedará en la mesa, debajo de ella; seguiremos aguantando las puntadas que se saca de la manga USICAMM: por solo esta ocasión, si le conviene y así por el estilo. A mi me tocó las verdaderas luchas sindicales y hoy son remedos. El escalafón que nos daba la oportunidad de acumular puntos, para ascender en una carrera vertical. Nos daba las mismas oportunidades a todos y el que tenía interés se preparaba( todos las mismas oportunidades). Así que te felicito Profesor por este valiente artículo.
1. “…negrita de mis pesares, ojos de papel volando […] a todos diles que sí, pero no les digas cuando…”
2. Al estilo Jalisco: cuando pierde, arrebata. ¿A poco “creiban” que en verdad el foro sería para que la base docente se manifestara sin cortapisas?
3. Lo rescatable es que, aún con tanto control corporativo, siguen habiendo voces que se hacen escuchar fuerte y claro. ¡Adelante profesor, que tu pluma jamás forme parte de esa cohorte de parleros!
No cabe duda que existe la simbiosis entre federación y sindicatos.
Ésto, para poder coexistir, y, ambos seguir dirigiendo desde su propia trinchera con un pacto acordado y bien sostenido bajo la manga.
1. “…negrita de mis pesares, ojos de papel volando […] a todos diles que sí, pero no les digas cuando…”
2. Al mero estilo Jalisco: cuando pierde arrebata. ¿A poco “créibas” que en verdad iban a dejar que la base docente manifestara su sentir y necesidades?
3. Lo rescatable: a pesar del casi perfecto control corporativo SEJ/SECCIÓN 16, aún siguen existiendo voces como la tuya que se hacen escuchar fuerte y claro.
Excelente profesor. Adelante, y jamás te permitas formar parte de esa cohorte de parleros.
Un abrazo.
Los representantes sindicales son gusanos. Los dos. Uno hasta empleado del gobierno estatal y nadie sabía. El otro parece que lo sacaron directo de la yunta. No sirven de nada sus cargos ya
Un sindicato domesticado es lo que describes estimado amigo, que lamentable.
Excelente tu artículo, felicidades.