Enseñar tejiendo relaciones
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Gracias a la reciente FIL y a las casualidades que en muchas ocasiones son buenas, pude hacerme de un bello libro que el día de hoy quiero recomendar. Lleva el mismo título que este artículo o más bien lleva el título del libro “Enseñar tejiendo relaciones. Una aproximación narrativa a los docentes y a sus clases”, de José Contreras Domingo como coordinador de la editorial Morata.
El texto es una bella obra colectiva cuyos trozos son pequeñas narraciones de asuntos ligadas con la práctica docente, la vida en las escuelas, los procesos de aprendizaje y sobre todo la reflexión de las acciones educativas que realizan las y los docentes.
La obra está dividida en 6 capítulos que llevan los siguientes títulos:
1. Atmósferas.
2. El cuidado de la relación.
3. Conciencia de sí y del otro.
4. Un pensar que acompaña al vivir.
5. Posibilidades y límites institucionales.
6. Formas de mirar.
Ya desde los títulos de los capítulos se nota esa atmosfera poética que acompaña a la obra. La narración y las bella forma de contar las situaciones educativas no es un asunto de adorno, o que sirva para embellecer el contenido, lo que en su propia naturaleza ya es bello: la educación. No, se trata de decir con las mejores palabras aquellas situaciones que suceden todos los días al interior de las escuelas y que sirven como un puente para comunicarse con los otros, es decir con mostros.
Ana María Pussi prologa la obra y su trabajo lo titula: “La escuelas hoy y lo que en ella vale la pena cuidar”, con este encabezado y con su contenido uno tiene para todo un curso de posgrado, ¿qué es lo que vale la pena cuidar hoy en día al interior de nuestras escuelas?, ¿algo podemos descuidar o debemos cuidar toda la cancha o todo el espacio escolar?
Cada capítulo se integra de pequeñas viñetas (historias breves) hechas por profesores de educación básica y en cada una de ellas hay una introducción que realiza el responsable de cada apartado.
La obra se disfruta de principio a fin, no sólo porque toca todas las aristas de la vida escolar, desde la noción de si por cada docente, las relaciones entre los personajes, la mirada de los escolares, la institución, los problemas de la escuela, etcétera; y todo se hace desde una narrativa que no coloca la mirada en las tensiones o los obstáculos para educar, sino en el horizonte educativo, civilizatorio como le llaman sus autores.
Me parece que vale la pena revisar la obra con una lectura tipo Rayuela, comenzar por donde a cada quien le plazca o le dé la gana y seguir con el des-orden que cada lector quiera tomar.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la Unidad 141 de la UPN Guadalajara. [email protected]