Encuentro académico y cultural intersecundario

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

En una de las beneméritas escuelas secundarias federales fundada hace 70 años en la comunidad educativa del sector educativo número 5 en la región Ciénega, se dieron cita catorce comunidades escolares, para una edición más de un Encuentro académico y cultural edición 2019.
El día dos de mayo se reunieron los mejores 56 alumnos y alumnas para presentar evaluación de aprendizajes y tener una evidencia empírica de los desempeños destacados.
El día 3 de mayo las protagonistas fueron las voces, los instrumentos musicales, el zapateo mientras ondeaban las faldas a ritmo de lo mejor del folklore nacional.
Las voces hechas declamación trajeron la poesía, hechas interpretación trajeron al singular espacio de la Casa de la Cultura de la ciudad de La Barca las aportaciones consagradas de algunos poetas, las voces de los participantes emotivos, recordaron de algunos contenidos relevantes a la sensibilidad humana.
Las voces de los jóvenes oradores, buscaron capturar el interés y la escucha para regalar su mensaje, para regalar su elocuencia; el arte de la expresión oral y la comunicación de temas variados, de reflexión.
Se dieron cita también los mejores ajedrecistas de este ciclo escolar 2018-2019, no defraudaron las altas expectativas puestas en ellos. Este año le trabajaron con mayor entrega, el deporte ciencia les ha pagado con mayor dominio de habilidades tan importantes como la concentración, paciencia, raciocinio y el manejo de la táctica y estrategia.
Ese día también se dieron cita dibujantes y pintores. Atentos, imaginamos primero y confirmamos después como de sus jóvenes manos sale la obra de arte que les es posible. Imaginamos el trazo hábil de su lápiz, el manejo del pincel para llenar de color y forma su lienzo, el territorio de papel.
Escuchamos el canto, la voz melodiosa que emerge de sus noveles almas y que se transforma en sonido armonioso que modela pasiones, capacidad de amar a través de la rima y los latidos de los corazones que cautivan al oyente.
Escuchamos las cuerdas de las guitarras manipuladas por hábiles manos que como la lira en la antigua Grecia se convirtió en medio de expresión perceptible para seguir surcando el valor de la música como expresión humana.
Sonaron las flautas y otros instrumentos, a través del viento nacido en sus pulmones trajeron las notas musicales que surgen de principio en la lluvia, la noche, el mar y el viento que juega adolescente entre las hojas de los árboles.
Carpe diem decía el poeta romano Horacio, aprovecha tu día, toma el presente, citado en la película la sociedad de los poetas muertos con aquel grupo de un singular maestro y de jóvenes amantes de la buena poesía.
Este presente liso como una tabla, hazlo escalera, tan solo para reparar tu techo, dice el poeta chileno Neruda en su Oda al presente.
Los rostros de esos niños y jóvenes de secundaria expresaban en su movimiento y en su risa, en el rostro, al leer el desempeño de su escuela, al confirmar en el comparativo de zona que ese día fue aprovechado en todo su esplendor.
Nada mejor que ver este grupo selecto de alumnos y alumnas de secundaria en el encuentro donde la cultura en sus distintas manifestaciones tomó el verso, el canto, la música, la palabra, la pintura y el dibujo.
El trabajo expuesto fue producto de meses de dedicación y ensayo y en el concurrieron alumnos, docentes, directivos y padres de familia, algunos de escuelas oficiales, otros de escuelas particulares de proyectos laicos o religiosos.
Al observar como estrechan sus manos y como juntos después del concurso dialogan y hasta producen música en el clásico “palomazo”, se comprende que es posible educar con valores y creencias diferentes, que es posible identificar que el lenguaje de los seres humanos es universal.
El encuentro fue rico en abrazos, saludos, seres humanos emocionados, sonrientes, nerviosos, felices.
Se reconoció por el ojo observador de los asistentes a los maestros y maestras de las distintas asignaturas que trabajaron arduamente con los jóvenes talentosos, que les detectaron con sapiencia el potencial y habilidades, que le dieron dirección a sus impulsos e inquietudes y transformaron su indisciplina en compromiso con la tarea y logro.
Los padres y madres de familia asistentes, atentos y porristas inigualables volvieron a vivir sus etapas de escolares. Los que pudieron estar, hicieron sinergia con ese acompañamiento de un hogar nutricio, amoroso y estimulante.
Confirmamos que hay padres del lado de los proyectos educativos de sus hijos y que siguen haciendo equipo en la tarea de formar valores; en la tarea de fortalecer su dimensión social y emocional.
El encuentro fue una fiesta de lenguajes, fue un abanico de emociones y colores. Se espera que la experiencia haya sido significativa y sigan incorporando las buenas cosas en materia de sensibilidad y apreciación artística, en materia de dominio del arte de hablar y elegir las mejores cosas de la Institución de educación secundaria.
El encuentro es una muestra de trabajo colectivo que deja la impronta de las fotografías, los videos, los apuntes y la memoria selectiva de cada uno de los asistentes como participante o espectador.
No se desconocen las dificultades para formar el buen gusto y la apreciación artística en los educandos de secundaria, pero no cejamos en el trabajo de formales para que elijan de la oferta cultural y artística las buenas cosas.
En tanto es posible, de acuerdo a sus aptitudes e inteligencias se les forma para el dominio de alguna habilidad.
Tampoco es fácil construir el proyecto formativo en secundaria cuando hay obsesión por los resultados en Matemáticas y Español, pero queda claro también que si no se educa en una amplia visión de integralidad y armonía no hay educación valedera que se incorpore al interés de quien aprende.
Convocar a los padres, dadas las condiciones de emergencia económica y cultural de los más de ellos tampoco es una tarea sencilla. Pero cuando se ven escenas de madres cosiendo el vestido del baile y cuando ves a un padre cargando la guitarra de su hijo o cuando ves a ambos padres desgañitarse en una porra o en sonoros aplausos mientras su hijo, mientras su escuela, se acerca al foro donde tendrá participación, entonces alimentas el optimismo y te convences de que es posible mejorar las cosas y construir ese puente tan necesario.
El arte, la cultura en general y el deporte son medios muy ricos para desarrollar al ser humano en su etapa preadolescente y adolescente, la evidencia es visible en encuentros como el vivido.
La sana convivencia y la disciplina con dignidad dejan de ser suspensión y castigo, dejan de ser heterónomas cuando el educando tiene un proyecto que lograr, una habilidad que desarrollar.
El trabajo en equipo y la pertenencia dejan de ser retóricos cuando una delegación de la escuela se encuentra reunida en un transporte escolar, cuando un coro de más de quinientas voces entonan el himno nacional, cuando se convocan en el patio para organizar la porra en la sala de usos múltiples para acompañar al orador o declamador, cuando viven como espectadores detrás de las ventanas los desempeños de sus compañeros en los talleres, en los laboratorios.
La felicidad del educando al producir arte en sus variadas manifestaciones es la mejor retroalimentación para seguir construyendo en ese camino, para seguir trabajando a favor de una educación secundaria de calidad, armónica e integral.

*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. ruben-zatarain@supervisores.sej.gob.mx

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