¿En quién reside la dirección académica de las Unidades de la UPN en Jalisco?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El jueves pasado, la nueva subsecretaria de Atención y Atención al Magisterio de la SEJ reunió a los responsables de posgrado y del sistema de Unidades de la UPN para “leerles la cartilla” y pedirles/exigirles que deben plegarse al proyecto educativo del estado. Es decir, Recrea de la Educación Superior; estando presentes los responsables de las direcciones de las Unidades de la UPN y el posgrado, dieron anuencia y dijeron acatar dicha disposición sin ninguna reserva o cuestionamiento.
A partir de recuperar la memoria histórica, tenemos que, después de la firma del Acuerdo Nacional (en el mes de mayo de 1992), quedó explicitado por escrito, con el ejercicio de descentralización, que “se transfieren los recursos humanos y financieros y la infraestructura básica a los gobiernos de los estados, pero la rectoría académica seguiría dependiendo de la Unidad Ajusco y la rectoría administrativa pasaría a los gobiernos estatales”.
Desde hace varios años los gobiernos estatales se han entrometido y han tenido una descarada injerencia en la conducción de los asuntos educativos de la Universidad. Desde las reglas para designar directores o responsables de ámbito con reglas inventadas, cuando la UPN tiene una normatividad nacional que, si bien es frágil, ha servido para regular las decisiones y darle sentido al rumbo institucional. Incluso se había logrado que el sindicato guardara distancia; hoy en día también se entromete en la vida interna de la Universidad Pedagógica, al incidir en decisiones que corresponden exclusivamente a la comunidad universitaria. A partir de sus 45 años de existencia, una de las distinciones de la UPN ha sido contribuir con la calidad de sus programas académicos y hacer que se respete la autonomía de su vida interna. Hoy todo esto parece que se diluye.
Resulta paradójico que los responsables de los ámbitos universitarios olviden esta regla de oro: lo académico lo rige Ajusco y lo administrativo lo decide la autoridad estatal. Ceder incondicionalmente y supeditarse a lo que la autoridad estatal diga en el terreno académico es un gran riesgo para el proyecto nacional de la UPN; ¿qué es lo que quieren? ¿Que se les haga maquila académica? ¿Hacer la chamba desde abajo, para que otros y otras se luzcan arriba?
La oferta académica de la UPN es clara y diversificada; cuenta con variedad de programas de licenciatura. En nuestro estado opera la Licenciatura en Pedagogía (LP), la Licenciatura en Intervención Educativa (LIE) y las (Licenciaturas en Nivelación en preescolar, primaria, secundaria y media superior) LINIs, junto con la atención al rezago de las licenciaturas de nivelación (LE–94, LEPEP–85, LEB-79). En el posgrado tiene un abanico más o menos amplio de programas profesionalizantes, desde la Maestría en Educación Básica (MEB) y la Maestría en Educación Media Superior (MEMS), ofertas en el posgrado que atienden la perspectiva de género en educación; además cuenta con un programa de Doctorado regional en Desarrollo Educativo con énfasis en Formación de Profesores (que hoy atiende la tercera promoción). En las últimas fechas, y de acuerdo a los cambios en la ley, se han diseñado y ofertado cursos breves para que los docentes cumplan con el puntaje de acuerdo a la ley de USICAMM.
Todos los programas educativos de la oferta académica de la UPN son diseñados por las comunidades académicas de la propia universidad. Querer forzar ahora el hacer maquila académica para el gobierno local no está mal, pero si la idea es sobre la base de la imposición y la subordinación de lo ya construido, sería mejor pensar en otras opciones. En todo caso y como decía un colega hace algunos años: todo lo que hemos hecho en la UPN “ha sido a pico y pala”, sin recursos y con pocos apoyos. Se requiere ahora de una mediación para llegar a un acuerdo macroinstitucional, que sirva para conciliar los aportes de la UPN con las necesidades educativas del estado y, para ello, habría que pensar en apoyos y recursos adicionales, no solo en el incremento de las cargas de trabajo. La UPN en Jalisco vive un lamentable proceso de devastación; ya no cuenta con un proyecto estatal propio, y cada Unidad UPN sobrevive como puede, de manera aislada y fragmentada. Junto a lo anterior y debido a la falta de convocatorias para concurso de oposición, también tenemos el enquistamiento de personajes que han venido ocupando las plazas académicas (estamos hablando de un 80% a nivel nacional aproximadamente). Ello crea problemáticas inéditas de distintos tipos: el cambio en la identidad institucional, el chambismo de algunos colegas, la falta de compromiso profesional y de mística en el trabajo, etcétera; pero también, del otro lado, los riesgos de laborar en condiciones de incertidumbre y de riesgo constante a perder el empleo.
En todo caso, estas propuestas no se resuelven por las cúpulas directivas; habría que abrir espacios para el diálogo y la discusión horizontal de manera amplia y democrática sin el SNTE (ser congruentes con el respeto a las comunidades de aprendizaje, de práctica y de participación). En todo caso, deberán ser las comunidades académicas e institucionales de las Unidades de la UPN en el estado de Jalisco quienes discutan los pros y contras de sumarse y se pronuncien al aceptar o no las reglas que se les quieren imponer en el proyecto educativo del estado.
Desde la transferencia institucional en el año de 1992, el gran riesgo que se tuvo y se tiene hoy en día ha sido el abuso que pudieran tener algunos gobiernos estatales al aprovecharse del potencial de la UPN. Lamentablemente, eso está pasando hoy en día en el estado de Jalisco, y no se ve, en el corto plazo, ninguna instancia que lo revierta.
Habría que pensar en el nuevo acomodo de las fuerzas políticas, y saber qué papel le toca hacer a la UPN en el proyecto educativo estratégico del estado, si van a formar parte de los grupos de liderazgo académico para diseñar el rumbo de la entidad o si solo se les quiere como invitados de segunda y de la sección de gradas para convertirse en maquiladores de la tarea educativa. Ese es el gran dilema para la Universidad Pedagógica y, en la decisión que se tome, es indudable que se juega no solo el futuro, sino también el presente de la UPN en Jalisco.

*Doctor en Educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Comentarios
  • Prudenciano Moreno
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    Muy buen artículo
    De scuerdo

    • José Luis Martínez Rosas
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      Muy interesante el análisis. Supongo que tener dos instancias directivas (UPN Ajusco y Gobierno del Estado) es el principal factor que acarrea estas problemáticas. Quizá atendrían más certidumbre la vida académica y los procesos administrativos de la UPN si funcionara efectivamente como una universidad nacional dependiendo de sí misma, como la UNAM; o al menos como el POLI que no cuenta con autonomía.

  • Octavio Zatarain
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    No tiene seriedad este artículo cuando es escrito por alguien que compitió por la dirección de la UPN y perdió. Hay que ser más profesionales y anteponer la verdad y objetividad sobre los intereses personales.

    • Francisco Jimenes Casillas
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      Octavio Zatarain, para su conocimiento el Doctor Miguel obtuvo una mayor calificación para ser director de la unidad (puede solicitarlo por transparencia), sobre un Profesor que solo proporciono su acta de examen profesional de la licenciatura.
      La seriedad la da su trayectoria dentro de la pedagógica. ¿usted tiene la calidad moral para refutar los escrito por el Doctor Miguel?

  • Miguel Ángel Pérez
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    Octavio no se quién eres. No te equivoques uno no pierde al participar por una dirección. Al contrario ahí aprendí que todo estaba amañado, era gran circo montado por la autoridad de la SEJ revisa los puntajes y te darás cuenta que el resultafo que obtuve está por encima de la persona que le dieron. Entonces te pregunto quién gana o quien pierde. Pero ese no es el tema central del artículo. Te escuchas dolido y mal intencionado. Que es lo que te duele. En donde publicas tú aparte de descalificar el trabajo que uno hace

  • Alejandro Arrecillas Casas
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    Se le olvida a Miguel que es un adversario de lograr la autonomía por ley de la UPN, lo que solucionaría muchos de los problemas que menciona.

    Él apoya a directores y ex directores del grupo refundación que presentan esas características antidemocráticas y autoritarias que señala.

    La congruencia no es lo tuyo, Miguel Ángel.

  • Miguel Ángel Pérez Reynoso
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    Hola Alejandro que gusto saber de ti. Toda la comunidad sabe que eres un francotirador profesional. Plática cuántas unidades has salido corrido. Hablar de incongruencia el burro hablando de orejas
    El de ate ni es blanco ni negro ve lo que sacan los autonomicos en donde tu estás. Ellos no tienen propuesta van a la cika de los que les marca Refundación.
    En mi escrito solo defiendo lo que ya estaba acordado en minutas anteriores. Nada que con la autonomía udeologizsda de dónde formad parte
    Te saludo desde Guadalajara

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