El veneno embotellado

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

“Si se quiere mejorar al pueblo,
en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos.
El hombre es lo que come”.
Feuerbach, 1890.

El veneno embotellado es la expresión del Subsecretario de Salud para referirse a los refrescos, los cuales son muy accesibles y se encuentran en todos lados, tiene una combinación de ingredientes que te hace sentir bien, es una bebida deslizante que llena de energía. ¿Quién no la ha probado que pueda decir lo contrario?, cabe preguntarnos ¿qué estamos tomando?, en el caso de la coca cola la receta secreta llamada fórmula y patentada desde 1893 incluye azúcares, cafeína, aguas carbonatadas, ácido fosfórico, caramelo o colorante, extractos de nuez, vainillas, frutas y glicerol además de otra mezcla la cual se elabora con hojas de coca, la compañía niega que tenga cocaína y menciona que sólo hay trazas del estimulante; otras marcas utilizan en sus compuestos saborizantes cítricos como naranja, lima, limón. Las compañías refresqueras tienen presencia mundial con toda una organización de fabricación, mercadotecnia y distribución, llegan a los rincones más recónditos donde otros servicios no lo logran (Petit y Rocca, Universidad de Palermo, 2015). Habría que aprender esto de ellos, su gran capacidad de atención a la diversidad geográfica.
¿Qué efectos provoca el consumo frecuente de estas bebidas en el cuerpo? En estudios longitudinales retrospectivos señalan que se genera una adicción a sustancias como la cafeína o la nuez de cola, que el alto consumo de azúcares dispara sensaciones de placer pero una vez en el organismo puede provocar irritación de las vías respiratorias, descalcificación, resistencia a la insulina lo cual causa diabetes mellitus, el consumo excesivo de calorías provoca obesidad, además también adelanta el reloj biológico causando envejecimiento (https://www.medigraphic.com/pdfs/revhospsihab/hph-2017/hph173d.pdf).
Cuando se toma una bebida azucarada ya sean refrescos o jugos se está dejando de tomar agua natural, la cual hidrata el cuerpo y ayuda a las funciones normales del mismo, la recomendación para hidratarse depende de la edad, los niños de preescolar 1.5 litros mientras que los de secundaria 2.5, al igual que los adultos. La necesidad de agua puede cambiar debido a la actividad física, nadie discute la importancia de este vital líquido, pero en la práctica se descuida este hábito.
Pero los problemas de la obesidad y la diabetes que son parte de las conmorbilidades no son atribuibles, sólo a la coca cola o a los refrescos sino a una serie de malos hábitos conjugados con una industria poco ética que utiliza en esceso las grasas trans, las endulzantes, los conservadores, los colorantes, todos son aditivos con una función o propiedad en el producto. Además, hay que pensar en la cantidad de envases que desechan y contaminan suelo, agua y aire.
Existe una ley sobre los contenidos de los productos y su etiquetado, la NOM 051 (https://www.dof.gob.mx/2020/SEECO/NOM_051.pdf) la cual ya existía y se modifica, es publicada en diario oficial el 20 de marzo de 2020, en lo que fue el inicio de la pandemia, esta Norma Oficial Mexicana reglamenta el etiquetado frontal, debe ser hexágonos en color negro y señalar si sobrepasan ciertas unidades de medida: “alto en grasas saturadas”, “alto en azúcar”. “alto en sodio” “alto en calorías”, se espera con ello generar impacto e inhibir el consumo excesivo, el antecedente de esta forma ya encuentra en Chile y ahora se replica con semejanzas en México, la fecha límite para cumplir es en noviembre, en los supermercados ya se empiezan a observar estas leyendas. La norma es amplia y aborda otros aspectos como cantidad permitida de sustancias, información comercial y sanitaria, aplica para productos nacionales y extranjeros, en Jalisco la Cámara de la Industria Alimenticia analiza la posibilidad de un amparo, ya que deben etiquetar nuevamente lo cual estima un costo y también por el impacto comercial de la estigmatización, les puede ser más sencillo buscar estrategias legales que crear otros conceptos saludables.
La alimentación es un el talón de Aquiles, alcanza a todas las clases sociales, incluso hombres de ciencia y conocimiento que han estudiado sobre el plato del buen comer o la función de los nutrientes en el organismo, muchas veces no se tiene tiempo para la preparación digna de los alimentos y las prisas obligan a ser consumidores de productos de escaso valor nutritivo.
Es necesario prestar más atención a la alimentación, en ocasiones no sabemos lo que estamos ingiriendo, somos los usuarios finales y no se comprende la letra chiquita de las etiquetas donde se registra el listado de ingredientes con sus nombres científicos, nuestra ignorancia no nos salva de las consecuencias. En educación éste es un tema serio, del cual no sólo hay que hablar o analizar con los alumnos se requiere modificar hábitos de muchos años, basta visitar una tiendita, un Oxxo, un super mercado para detectar la oferta existente que calma el hambre o la sed, los productos naturales o saludables lucen arrinconados en un pequeño estante, los anaqueles rebosan de artículos procesados de marcas conocidas, paredes enteras de refrigeradores con bebidas las cuales en su mayoría poseen este exceso de azúcares y otros compuestos químicos.
La tendencia actual es a normar estos consumos con leyes nuevas que en educar para una buena alimentación. Es débil la propuesta que existe, es un contenido o tema y no un estilo de vida. Se cometen excesos en forma frecuente que van afectando los órganos internos y después nos preguntamos el porque nos pasan esos problemas de salud y además culpamos a otros como al gobierno o al sector salud. No conectamos el fenómeno de causa y efecto. Se requiere publicidad para las naranjas de Veracruz, los plátanos de la Costa Alegre, las manzanas de Chihuahua, aguacates de Michoacán, fresas de Guanajuato, mangos de Nayarit, tunas de Zacatecas. esto por poner algunos ejemplos, ya que las condiciones de clima, suelo y altitud nos hacen un ecosistema muy propicio en el cultivo de frutas y verduras. México ocupa primeros lugares en la producción de frutas a nivel mundial. Las aguas frescas que sólo contienen agua, azúcar y fruta son una excelente opción para ir reemplazando estos hábitos, de igual manera se recomienda miel, mascabado o azúcar morena para endulzar.
En varios estados del país se está legislando sobre la prohibición de vender estos productos procesados a los niños, buena propuesta, empecemos también por enseñar y aprender a mejorar la calidad de la alimentación personal y familiar, a cultivar en el espacio con que se cuente, a valorar los mercados y a las personas que se dedican a esto, que escuela y familia unidos enfrentemos este reto, la infancia es un gran momento, no tiene que ver sólo con economía sino con educación. Lo planteó Hipócrates: “Sea el alimento tu medicina y la medicina tu alimento” y no tu veneno.

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx

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