El valor de la educación ¿o de la ignorancia?

 en Gildardo Meda Amaral

Gildardo Meda Amaral*

De acuerdo con la teoría del Capital Humano, la mejor inversión que puede realizar una nación es en la formación de recursos humanos. De esta manera, las familias preocupadas porque sus hijos desarrollen proyectos de vida exitosos, realizan un cálculo de inversión para solventar la educación a lo largo de su vida y asegurar, o al menos facilitar, las condiciones de incorporación laboral, con la intención de recuperar la inversión efectuada.

Sin embargo, en México alcanzar niveles altos de estudios no necesariamente se refleja en mejores resultados cuando de insertarse al mercado laboral se trata. Para las personas con un nivel educativo inferior a la educación media superior, por ejemplo, las tasas de empleo tienden a ser superiores al promedio de la OCDE (55%), ya que en nuestro país son del 64%. Para el caso de la educación superior no es así, ya que un 80% de las personas con estudios de educación superior se encuentran empleadas, en comparación con el promedio de la OCDE que es de 83%. En su informe Panorama de la Educación 2014, la OCDE reconoce que las tasas de desempleo en México, son más altas entre los adultos con educación superior (4.6%), que entre los adultos sin educación media superior (3.5%).

Una preocupación constante de las Instituciones de Educación Superior (IES) en México debe ser preparar los recursos humanos que el aparato productivo y el sistema social requieren. Es lamentable que las IES preparen recursos humanos para un futuro incierto o, en el peor de los casos, destinados al abierto desempleo. Por tanto, la inversión destinada a estudios y seguimiento de egresados se convierte en tarea primordial de las IES, sobre todo porque los resultados de esas investigaciones deben servir de insumo para propiciar las adecuaciones al currículum, la toma de decisiones en materia de política educativa para fortalecer aquellas áreas que lo requieran y, sobre todo, intervenir aquellos aspectos que tienen una franca necesidad de readecuarse.

El sistema educativo nacional ha hecho importantes esfuerzos por aumentar la cobertura educativa; sin embargo, el reto sigue siendo aumentar la calidad de los servicios que se ofrece a través de las IES. Que la investigación, la producción de conocimiento y la difusión del mismo, aunada a la labor docente, se conviertan en tareas sustantivas y de calidad.

Invertir en la educación de los hijos, no solamente en la formación escolarizada sino también en la adquisición de competencias en nuevas tecnologías, computación y valores formativos, a pesar del panorama incierto de nuestra economía, debe ser prioridad de nuestra generación actual para construir un mejor futuro, porque como diría Derek Curtis Bok, expresidente de la Universidad de Harvard: “…Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Tlaquepaque. gildardo.meda@upngdl.mx

 

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