El valor de la amistad

 en Alma Dzib Goodin

Alma Dzib Goodin*

No recuerdo a mi primer gran amigo. Seguramente nombré a alguien con ese adjetivo en la primaria. Tal vez lo llamé así porque me sentía cómoda con esa persona. No recuerdo su edad, o sus gustos… solo sé que en algún momento le encontré y seguramente compartí algunos momentos de niñez con ella o él.
Los niños hasta antes de la adolescencia, están centrados en las relaciones sociales por el impacto que tienen en sus vidas. Aunque dichas relaciones están determinadas por sus padres. De este modo, hay niños que no tienen amigos en la escuela, pero sobreviven. A veces los padres se desesperan porque los círculos sociales de los niños se limitan a un compañero, con quien platican brevemente, pero no es suficiente, pareciera que el éxito en la vida depende del número de personas conocidas, aunque en realidad, aún para los adultos a mayor número de relaciones sociales, más solo se siente uno, y con menos confianza se habla de los problemas.
Evolutivamente los círculos de amigos se convirtieron en medios de pervivencia entre los grupos, en ellos se comparten ideas y expresiones culturales similares, además de ejercer apoyos recíprocos en caso de peligro o de problemas de cualquier índole. Sin embargo, al mismo tiempo hay dos fuerzas que van a pugnar por un punto medio: la primera es el altruismo y la segunda es el egoísmo.
En el caso del altruismo se ha demostrado que existe como respuesta al grupo en distintas especies de animales, siendo los más estudiados los bonobos y los delfines. El altruismo implica la capacidad de dar y apoyar a otros, aun cuando las circunstancias son adversas. En los humanos se encuentran rasgos culturales muy claros al momento de decidir la actuación altruista, pues en muchos casos depende de la cantidad de recursos disponibles e incluso de tendencias de género, reconociéndose que las mujeres tienden más al cuidado y protección de los demás, mientras que los hombres son más protectores de su círculo más intimo.
En el caso del egoísmo, es necesario cuando los recursos son escasos, o hay una amenaza de peligro sobre las especies. Ser egoísta puede ser la diferencia entre la vida o la muerte, por lo cual es un mecanismo de defensa, que no puede ser descalificado. En términos matemáticos, puede explicarse con la teoría del juego, la cual advierte que siempre se ha de obtener la mayor ganancia posible de un evento, así que si el ser egoísta permite una ganancia personal o para el grupo, esta será la respuesta ante las situaciones, incluso a veces entre los círculos más personales.
Durante la adolescencia las cosas cambian mucho. Los amigos son un símbolo de poder dentro del círculo social, forman grupos o subgrupos para enfrentar a otros círculos, pero el amigo tiene más un sentido de utilidad y búsqueda de experiencias. Harán cosas juntos, pero los vínculos de apego son volátiles, se puede estar con un grupo hoy y mañana pasar a otro.
Es en este periodo cuando los amigos marcan rasgos culturales, personales y de percepción de sí mismos. Los chicos casi nunca están solos, enfrentan a otros grupos, incluso a los padres o los amigos de estos, buscan destacar a toda costa. A diferencia de la niñez, el adolescente vive en el grupo, para el grupo y por el grupo. Si alguien no pertenece a uno de estos conjuntos, entonces puede considerarse un problema.
En el adulto, los amigos se perciben más en términos utilitarios. No solo económicos, personales o emocionales. Los amigos apoyan en las buenas, pero no siempre en las malas rachas de la vida. Es por ello que se dice que si una amistad dura más de 7 años, entonces será para toda la vida. Aunque la mayoría de las veces debe tener un beneficio para que valga la pena la inversión de tiempo.
Si bien es cierto que es molesto este evento comercial del día del amor y la amistad, la amistad tiene una razón evolutiva clara: mantenernos unidos como especie sobre la faz de la tierra. No solo por un día, que busca estrechar los lazos con un objeto, que no tiene sentido a menos que existan apoyos en los momentos de crisis. Los amigos se encuentran cuando la noche es más oscura, el resto solo son nombres en la lista de Navidad, que al igual que el número de amigos en Facebook, es una colección de nombres vacíos, pero que se mantienen por si acaso un día se ofrece.
La amistad se comienza a percibir desde que somos niños y son los adultos quienes moldean el beneficio de la misma. A diferencia de los adultos, los niños disfrutan estando juntos, aun cuando no haya beneficio en ello.

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. alma@almadzib.com

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