El secretario de educación que nadie esperaba
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Este jueves 4 de julio la presidenta electa Claudia, hizo el anuncio de su tercer bloque de secretarios y colaboradores que formarán parte de su gabinete, entre los nombramientos sorprendió sobradamente la designación de Mario Delgado Carrillo como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sabemos que la SEP es un espacio que se ha devaluado y que ahora todo mundo la manosea y Claudia Sheinbaum parece que no quiere quedarse atrás. Cabe aclarar que el discurso de campaña de Claudia Sheinbaum, no es compatible con la designación del presunto titular a ocupar el cargo más importante de la educación pública en este país.
La lógica de las designaciones de los titulares a las distintas dependencias del próximo gobierno federal desentona, o eran académicos de reconocido nivel o o eran personajes expertos en el campo específico del asunto que se trate o personajes con una trayectoria destacada en la lucha de la izquierda democrática o revolucionaria. Mario Delgado no entra en ninguna de las tres categorías, antes descritas.
Me parece que Mario Delgado no fue designado por Claudia Sheinbaum, es una herencia del líder moral de la 4T, pero ella al aceptar dicho nombramiento entonces se hace cómplice, quiere decir con ello no tiene el control pleno de su equipo de trabajo.
De todos los contactos que tengo en redes sociales y de todos los pronunciamientos en la prensa, no hubo una sola persona que se expresara positivamente de esta designación, la expectativa de maestras, maestros y académicos es que se esperaba una persona de la academia cercano a la UNAM (de donde viene Claudia), con la capacidad de garantizar el segundo piso de la Nueva Escuela Mexicana, pero esta designación la entiendo como un mal chiste del día de los inocentes.
Mario Dejado es un excelente fajador político, acostumbrado a las grillas de alto y bajo nivel, es un gatillero al servicio de los intereses para los que sirve, en la coyuntura en turno no tiene nada que ver con la educación, con la academia ni con el proyecto educativo para este país.
Entonces, ante una designación tan atípica nos hacemos las preguntas: ¿de qué se trata?, ¿cuál es la señal que nos manda o nos quiere mandar Claudia Sheinbaum y que, nosotros -simples mortales-, no somos capaces de entenderla? ¿Mario Delgado en la SEP es una estrategia oculta para poder poner en su lugar al SNTE, a la CNTE, a las universidades públicas y a los grupos de poder que se han enquistado en la SEP? O, de qué se trata, porque realmente no entendemos cuál es el rumbo y el sentido que le quiere dar Claudia, con esta designación, a la educación en este país.
Desde otro lugar se puede decir que este puede ser o es el primer error de Claudia Sheinbaum como presidenta electa, el designar a una persona tan controversial y en una secretaría estratégica, genera como decía aquel viejo personaje, un sospechosismo sospechoso.
La designación de Mario Delgado al frente de la SEP para el segundo piso de la transformación lo que da lugar a muchas dudas y especulaciones, ¿Claudia Sheinbaum, tiene necesidad de esto?, yo digo que no, que se podría ahorrar todo el cúmulo de grilla chafa en su contra, que se generará a partir de ahora. Sin embargo, la duda persiste, no se entiende cuál es la lógica de dicha designación.
En mi hipótesis, Mario Delgado es una imposición de López Obrador a Claudia Sheinbaum, por capricho o por favores recibidos en el pasado cercano, es una imposición pueril y que está muy lejos de toda lógica racional.
Ya en un análisis más rupestre no se entiende porque Claudia toma este tipo de definiciones, de un espacio estratégico que había que cuidar especialmente y que al final lo termina decidiendo de manera descarada ¿pues de que se trata? ¿De que nos enojemos?, enojados estamos, ¿de qué protestemos por esta designación que incluso se ve provocativa? ¿Eso es lo que quiere Claudia?
No hay ninguna lógica en esta designación, de lo que ella es, de lo que dijo y prometió y se comprometió para concluir con esta designación. Es triste reconocer que es el primer error de Claudia que le costará caro, porque se distanciarán de ella los académicos serios y honestos que confiaban en su proyecto, también los maestros que tenían una expectativa diferente.
Entonces, ¿para qué o por qué designar a alguien en educación que desconoce de educación? No cabe en ninguna lógica, el asunto no es personal, pero termina ahí. A estas alturas del partido uno no sabe si Claudia Sheinbaum podrá mover las piezas de su baraja y pensar en un mejor personaje para educación.
Me tocó contestar un formulario a favor de Axel Didrickson, el cual es mi amigo y lo apoyo, pero también estaba la propuesta de Ángel Díaz Barriga o de Hugo Aboites, incluso de Imanol Ordorica con el que Claudia vivió el momento del movimiento estudiantil en la UNAM. O de alguien que sea académico de prestigio y que conozca las problemáticas de la educación básica, la baraja de Claudia tenía muchas cartas por moverse y eligió la peor, la que ni siquiera estaba en el maso.
Me parece al final después de pensar en torno al mismo punto, que la intromisión del SNTE tuvo algo que ver en todo esto. Se trata de pensar en una persona que medie y que sirva para atender los conflictos laborales y el proyecto educativo.
¡Claudia te equivocaste y ojalá la ciudadanía te lo reclame pronto!
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]