El proceso de reingeniería en el seno de la SEJ, los escenarios posibles y deseables

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Una vez más se habla de cambios en el seno de la SEJ, se dice en radio pasillo que el Secretario de Educación se va para iniciar su campaña política, que el Coordinador General estará al frente de la Secretaría, que habrá algunos enroques en las piezas centrales del sistema educativo, etcétera. Incluso se habla de que habrá un complejo proceso de reingeniería en el seno de la SEJ, ¿qué es eso?, ¿de qué se trata?
La reingeniería en el seno de las instituciones es un complejo proceso de realización de ajustes, cambios, modificaciones al sistema, con la finalidad de hacer más eficiente, más efectivo y más productivo el mismo. El término está asociado con el auge industrial y post-industrial, la idea central es hacer más eficiente un sistema con los mismos recursos y bajo los mismos costos, sacrificando todo aquello que sea necesario sacrificar.
Una cita al respecto sería la siguiente: “Reingeniería es la revisión fundamental y el rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras espectaculares en medidas críticas y actuales de rendimiento, tales como costos, calidad, servicio y rapidez” (Arraiga y Moreno, 2007). Estamos hablando de educación o estamos hablando de economía. El concepto no es el más afortunado para los cambios que requiere un sistema educativo como el nuestro y más cuando pasamos por una etapa atípica o disfuncional del mismo, es debido cuando las racionalidades se han invertido, cuando las funciones adjetivas (apoyo admisntrativo a la educación) están por encima de las sustantivas (las tareas y las funciones propiamente educativas) o como decía mi abuela: “cuando los patos le tiran a las escopetas”.
La pregunta obligada para los gestores y planeadores de la SEJ es, ¿qué se requiere cambiar en el SEJ de tal manera que su funcionamiento sea más armónico, más productivo y que tanto los empleados como los emperadores estén plenamente satisfechos de lo que aquí se hace y de los resultados que esto genera? Los cambios son de dos tipos:

a) Estructurales, cuando corresponden al propio sistema o como le llama Bourdieu a las estructuras estrcturantes.
b) Parciales o periféricos, cuando una pieza del sistema no está haciendo las cosas adecuadamente.

¿Quién no está cumpliendo con su cometido?

A diferencia de lo que sucedió hace algunos años cuando hubo una propuesta local de generar iniciativas y políticas educativas propias emanadas desde aquí y para responder a las exigencias del estado. Hoy nos hemos convertido en un estado maquilador que replica de muy mala manera, lo que se diseña y se dicta desde el centro, no existe un proyecto educativo propio, es más, ni siquiera tenemos un diagnóstico puntual que nos permita diferenciar necesidades, que nos permita trazar ejes de desarrollo y rutas de acción. Eso debe cambiar, que todo aquello que no existe, exista. ¿Y a quien le toca? Al grupo de personas que tenga el capital necesario para asumir dicha tarea, con apoyos y con recursos. Un vicio reciente es la excesiva centralización en las decisiones y en el manejo de los recursos, esto también deberá cambiar, distribuir espacios de decisión con autonomía, clarificar tareas y exigir productos. De nuevo ¿a quién le toca? En un compromiso de reingeniería institucional las tareas y los procesos están por encima de las personas. En el fondo se trata de responder a dos preguntas básicas: ¿a qué tipo de educación pública aspiramos en el estado de Jalisco?, y, junto a ello ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar en cuanto a desarrollo educativo y compromiso social de nuestras acciones? Esa es la tarea, el compromiso y también la agenda educativa que ha quedado olvidada en los últimos años, salvo en el twitter del secretario Ayón y en las páginas y espacios de la prensa a modo.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la Unidad 141 de la UPN. Correo [email protected]

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