El papel de los docentes y de la escuela para tejer y contribuir a la reconstrucción del tejido social (En Diálogo con el Dr. Juan Carlos Silas del ITESO)
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
El pasado martes 24 de este septiembre, fue invitado el Dr. Juan Carlos Silas Casillas para dictar la conferencia inaugural en el marco de la apertura de cursos de las licenciaturas en Pedagogía y en Intervención Educativa en la Unidad 141 de la Universidad Pedagógica Nacional, con una puntualidad que habla de la seriedad de nuestras instituciones, dio inicio este diálogo abierto entre el ponente, los estudiantes y académicos de la UPN.
Juan Carlos dio un interesante recorrido, una genealogía de la historia de la profesión docente, a partir de (a modo de provocación) poner en duda el estatuto profesional de la actividad de enseñar.
A lo largo de lo que ha sido la docencia todo el siglo XX, Silas Casillas reconoció tres cosas:
1. El apuro de los secretarios de educación de la época (José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet), por responder en cantidad con la creación de escuelas, incorporación de maestros para atender las mismas y el incremento exponencial de la matrícula de niños y niñas en los ciclos básicos.
2. El reconocimiento de que la profesión docente es una profesión de Estado, es decir, el Estado te forma y el Estado de emplea.
3. La distinción de ese destacado ejército de docentes que durante las décadas de los 40, 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron la mística y la entrega de hacerse cargo de educar de la mejor manera a los miles de niños y niñas que asistieron a las escuelas en esa época. Y que, con base en la entrega y la vocación acertaron.
Hoy (a partir de la lectura de Juan Carlos Silas) la propuesta de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) está dirigida a rescatar dichos avances y dicha mística. La NEM (dice Silas) si bien no es del todo nueva, tiene elementos que se tornan novedosas para a entender los fenómenos del presente.
El colofón de la conferencia está en el planteamiento central de que desde la escuela y desde la práctica de los docentes en nuestro país se contribuya al rescate del tejido social. Los maestros y maestras que se forman hoy en día, son hijos o nietos de la crisis, a ellos y a ellas, les ha tocado el escenario tenso y cargado de incertidumbre que caracteriza a los docentes junto con su trabajo y labor profesional.
Lo otro está en cuanto a la imagen y la presentación social de los docentes y el papel de la escuela, Juan Carlos ve a la propuesta gubernamental de la NEM, no como una propuesta acabada, pero si como un área de oportunidad que sirve para aprovechar los espacios que abre y poder filtrar las iniciativas que sirvan para este nuevo urdimbre del tejido social.
En última instancia se trata de rescatar el lugar de la escuela en el tejido social, como un lugar dinámico y protagónico y dentro de ella, rescatar la imagen y la distinción de los sujetos que se dedican a educar (docentes y educadoras). Tejer, retejer y destejer el tejido social, no es una tarea sencilla y más cuando la escuela no ha cobrado su papel protagónico y que los docentes que reclama la sociedad para que se encarguen de tejer ese nuevo tejido aún no han llegado, o apenas se están formando.
Así las cosas, se trata de rescatar el profundo sentido educativo y social que tiene que ver con la tarea de enseñar y con el significado social que representa el asistir a la escuela (cualquiera que este sea), ese es el fondo del asunto, el tejido social se reconstruye a partir de espacios, de agentes y de sujetos que estén dispuestos a vivir esta nueva aventura de educar en ámbitos y en contextos muy desfavorables y en tiempos profundamente inciertos y contradictorios.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]