El mes de los libros y de los niños y niñas. ¿Qué significa estar y hacer en educación?

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

La semana anterior, fue una semana de mucho ajetreo académico, me tocó presentar un libro editado por la UdeG, “Biopolítica e infancia” coordinado por la Dra. Lucía Mantilla junto con otras dos autoras más, también organicé y moderé la presentación de otro libro en las instalaciones de la UPN Guadalajara “Pedagogía ¿ser-vil?, de Lilia Nieto. En dichas obras se pudo abrir un horizonte de reflexión, con intercambios de punto de vista, de elaboraciones personales, colectivas y todo ello teniendo al libro en el centro de las discusiones. Además en este mes (día 23) es el día más importante para el libro a nivel mundial. Y junto al libro el día 30 es el día de los niños y las niñas en nuestro país.
A la presentación del libro de Lilia Nieto en las instalaciones de la UPN Guadalajara, pudieron asistir algunos usuarios de los programas educativos de dicha Universidad, estudiantes de la Licenciatura en Intervención Educativas (LIE), de Pedagogía, de las maestrías en Educación (ME), Educación Básica (MEB) y Estudios de Género y Cultura en Educación (MG). Parte de lo que se discutía y lo que se puso en el centro de las discusiones es: ¿qué significa ser pedagoga o pedagogo hoy en día? Un libro que sesga hacia la autobiografía en cierto momento y que critica desde una mirada psicoanalítica y foucaltiana los dispositivos de control y de reproducción social, cuestiona de manera global las implicaciones que se desprenden de esto que llamamos formarse actualmente y trabajar sin más en educación.
La autora de la obra (Lilia), hablaba de aquellos que se someten, que son ser-viles, que aceptan acríticamente todas las reglas del nuevo juego son los y las que al final llegarán a obtener una plaza en el sistema público en educación. Pero eso no es ser pedagogo o pedagoga porque terminan con ello, reduciendo a casi nada una profesión que deberá de subvertir, de inconformarse, de rebelarse o de ser-vir ante tantas cosas perversamente instituidos por o en el sistema. César Torres (uno de los presentadores) hablaba del libro como provocación o de las provocaciones en educación.
La obra en cuestión fue brillantemente presentada y comentada por los doctores Ángeles Rosas y César Torres, cada uno de ellos desde su lugar de trabajo hizo una excelente lectura de la obra, pero no sólo eso, lograron establecer un horizonte significativo con el auditorio mediado por el libro. Y eso se agradece.
En mi papel de moderador y después del diálogo abierto con las y los asistentes a la presentación del libro, surge y se ratifica la importancia del papel de la reflexión en el proceso de formación y de práctica docente. La reflexión es un antídoto para contrarrestar los excesos autoritarios y neoliberales del sistema a través del último instrumento llamado reforma educativa, la reflexión es también una forma de insubordinarse ante lo establecido como impuesto y de apropiarse de mejor manera de la profesión.
Aun está flotando en la atmosfera reflexiva que se produjo por el simple acto de presentar un libro y esa es la magia de cómo un libro puede desencadenar tantas cosas. Lamento mucho de las personas que no pudieron o no quisieron asistir, a los estudiantes de los programas educativos que en cierto momento se sintieron obligados en hacerlo. Así es el compromiso y el proceso de formarse en educación, la obligación jamás deberá establecerse desde afuera, es una o uno mismo el que debe obligase desde sí. Los que si estuvimos (motivados y obligados) disfrutamos y aprendimos. Los que no, no lo sé, el estar y el aprender es también otra de las oportunidades inéditas que nos abre el estar en educación formándonos o trabajando en ello. Gracias a los asistentes a los que participamos y a los que sólo escucharon. Gracias a Lilia, a César y a Ángeles, porque él y ellas nos facilitaron un proceso para pensar-nos lo que significa estar en educación. ¿Qué estoy haciendo aquí y qué es lo que hago por estar aquí?

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]