El lento avance de los trastornos de la ansiedad en la primera infancia: ¿a qué le debemos poner atención?

 en Alma Dzib Goodin

Alma Dzib-Goodin*

Siempre hay un alumno en el salón de clase que se come las uñas, o quizá que se jala el cabello, quizá cuando se siente nervioso mueve las piernas o se come las gomas del lápiz. Tal vez se siente nervioso ante los exámenes, pero quién no, ¿verdad?, sólo que este estudiante se siente irritable si no se cumple con la rutina. Tal vez un poco apegado al reloj, todo debe estar a tiempo. En sus tareas es meticuloso, todas las letras en su lugar, ¡en eso debemos felicitarlo!, pero cuando se le observa, comenzamos a notar que todo debe estar en perfecto balance para que él o ella se sienta bien.
Son estudiantes que sufren constantes problemas estomacales, dolores musculares inexplicables. A veces uno observa a los padres y piensa: es que los padres le exigen demasiado, pero en realidad, el niño es quien se exige más allá de sus propios límites. Busca que todo sea como él o ella quiere, de otro modo, no tiene problema en mostrar su frustración. Es claro que se enoja, a veces por detalles simples. Alguien quizá sin querer hizo un ruido, tal vez sólo lo miro de cierta forma, y ese enojo lo saca de sus casillas.
No estamos hablando de estudiantes adolescentes, los trastornos pueden comenzar en preescolar. Le llamamos niño berrinchudo, pero en realidad es sólo el principio de algo que, con la edad, siempre ha sido percibido como parte de la personalidad o bien se da por hecho que eventualmente va a cambiar, o simplemente, se le acepta tal cual es. El simple hecho de lidiar con las actividades cotidianas les causa ansiedad y suelen pensar que las cosas les van a salir mal, a punto tal que llega un momento en que dejan de realizar las actividades cotidianas.
El Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, menciona que a veces el trastorno de ansiedad es hereditario, pero nadie sabe con seguridad porqué algunas personas lo presentan y otros no.
Lo que es cierto, es que una situación que se percibe como estresante, el ser humano moviliza sus recursos fisiológicos para responder a ella con una respuesta ante el estrés, en el que interviene el sistema nervioso central, el sistema endócrino y el sistema inmunológico, lo que origina la liberación de una hormona llamada corticotropina, que a su vez produce la liberación de la hormona cortico trópica adrenal, estimulando a su vez la secreción de glucocorticoides que tiene efectos sobre el sistema inmunológico.
Espero no haberlos mareado estimados lectores con esa explicación, pero el punto central de ello, es decir que los niños se enferman constantemente. Presentan gripas que les duran varios días, problemas estomacales u otras manifestaciones en la salud.
Los niños aprenden a lidiar con ello, simplemente así funcionan y esto puede hacerlos sentir que es perfectamente normal.
Los padres piensan que es sólo la personalidad de su hijo. Sin embargo, vale la pena que note las respuestas de los padres. A veces el niño es reflejo de lo que ve en casa, ¿cuánto nos estresamos como padres?, ¿cómo reaccionamos ante la vida cotidiana?
Como maestros es cierto que observan a los niños, y ciertamente no podemos sugerir nada, pero un ambiente tranquilo siempre ayuda a todos lo niños. A veces un poco de apoyo, como pedirle que no se estrese, le puede ayudar, aunque ciertamente el ambiente escolar es suficiente para que cualquiera reaccione de distintas formas. Entre mejor adaptación logre el estudiante en el ambiente escolar y mejor clima se logre en el aula, podría contribuir a un poco de relajación.
Sin embargo, no espere mucho a la hora de los exámenes. Ciertamente son la mayor causa de ansiedad para cualquiera, maestros alumnos y directivos. Siempre he creído que debe haber un modo de que estos no sean tan alucinantes, pero es un tema que la educación no ha podido resolver.
Al respecto del tema, en otros países se ha comenzado a hablar del tema de la salud mental con una perspectiva más abierta y respetuosa. Países como Gran Bretaña y Australia, han comenzado a poner el dedo sobre el renglón para decir que se debe hablar abiertamente de la salud mental porque es parte fundamental del bienestar del ser humano. A nivel educativo, se encuentran analizando el tema de los exámenes y el clima en el aula.
Además, estos países, han llevado a cabo distintas medidas, como apoyos a las personas que pudieran sufrir ansiedad en los aeropuertos como pueden ser niños con trastornos del espectro autista o bien personas con demencia, o cualquier persona con ansiedad, a quienes ofrecen apoyos especializados, con el fin de hacer su experiencia mucho más agradable.
Ojalá en México un día tomemos en cuenta la salud mental y seamos más sensibles pues la mayoría de los alumnos van a crecer, se harán adultos y a veces, no recordarán cuando comenzaron a manifestar problemas de ansiedad, aun cuando todos quienes estuvimos cerca los observamos sufrir y a veces no hacemos nada, pensando que eso es normal.

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. alma@almadzib.com

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