El aumento de la violencia en las escuelas. Y nosotros, no sabemos qué hacer con ella
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
A la académica América Vera Lara de la UPN Guadalajara,
por el constante asedio e intimidación del que ha sido objeto
por un grupo de estudiantes movidos
desde una mano negra que los manipula.
La violencia es uno de los perores males que ha llegado a nuestras escuelas para quedarse, de casos aislados hemos pasado a enfrentar un problema estructural, que corre a lo largo del sistema, de las personas y las instituciones, la violencia crece y la capacidad de responder a ella camina lento o sigue estacada.
La violencia social y su traducción en violencia escolar, aunado a su incremento en los últimos años, ha sido abordada desde distintas perspectivas, de esta manera es posible reconocer tres grandes rubros sobre su abordaje:
a) Profundización acerca de sus problemáticas (así en plural), con algunos indicadores y datos de todo tipo.
b) Reflexiones teóricas las cuales han incidido en una mayor y mejor precisión conceptual, junto con el estudio de causas, consecuencias e implicación en el desarrollo social de los sujetos implicados. Así como conocer más a fondo el fenómeno violencia y los elementos asociados a la misma.
c) Propuestas, proyectos e iniciativas de acción e intervención, las cuales pretenden incidir desde la acción, la intervención y la participación en torno a los problemas de violencia escolar, con la finalidad de responder desde distintos dispositivos de acción a ella.
Los anteriores rubros se mueven de manera dispareja, los problemas son muchos e igualmente complejos, las reflexiones teóricos son menos que los problemas y las propuestas en el componente que se mueve más despacio. Ante los problemas de violencia son muy pocas las respuestas que hemos emprendido para neutralizarla.
Los recientes casos del niño de 11 años, que asiste a la escuela con un par de armas al Colegio Cervantes de clase media–alta en la ciudad de Torreón, mata a la maestra, a sus compañeros y luego él decide darse un tiro o el caso del secuestro de la niña Fátima en la ciudad de México, que es secuestrada, abusada y que en torno a ella se genera una cortina de preguntas sin respuesta; éstos ejemplos, son sólo botones de muestra que sirven para anunciar a gritos una realdad sobre la cual no la teníamos prevista ni estábamos del todo preparados para enfrentarla.
Por otro lado, tenemos que los protocolos sugeridos para actuar en torno a problemas de violencia en las escuelas son todo menos eso: protocolos, vienen siendo más bien una especie de instrumentos de criminalización los cuales van en contra de los sujetos o los agentes que están en las escuelas.
El asunto de la violencia escolar debido a su complejidad deberá estudiarse y abordarse de manera interdisciplinaria, incluyendo distintas miradas junto con los diversos abordajes para pensar a la violencia desde su naturaleza compleja.
Y el punto nodal de cristalización del tema de violencia escolar, nos obliga a actuar en torno a la formación de educadores especializados en el abordaje de asuntos vinculados con la violencia junto a los problemas de convivencia. Necesitamos formar educadores, pedagogos e interventores sociales, especializados y entrenados desde la acción para actuar en los problemas asociados con la violencia; desde prevenir y actuar de manera oportuna con respecto a problemas de convivencia en las escuelas.
Resulta paradójico que en algunas instituciones (como es el caso de la UPN Guadalajara) en donde recientemente se ha habilitado a la institución para formar pedagogos, éstos en aras de cumplir una serie de caprichos provenientes de quién sabe dónde se empeñan (de manera irracional y sin argumentos sólidos) en pedir la sustituían de la coordinadora académica del programa. Ante ello, cabe decir que no podemos erradicar el clima de violencia fomentando, propiciando o incentivando iniciativas que la reproducen y la refuerzan al interior de las instituciones educativas.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]
Si existen escuelas exitosas respecto a reducir la violencia. Uno de ellos es la inclusión. Generar espacios y proyectos que impactan en la comunidad y no la comunidad en la escuela. Saludos.
Gracias Miguel Angel por tu nota.
La violencia es un producto complejo y según la lógica del conocimiento se puede conocer en sí, pero será un conocimiento segmentado. Es necesario abordarla desde la complejidad de las relaciones entre personas y las relaciones entre personas e instituciones. Son esas relaciones y la lógica con la cual se están encarando la que entre otras cosas produce la violencia. a más de otros fenómenos. Cómo me relaciono con las demás personas es la pregunta que va desde abajo hasta arriba.
Y si bien es interdisciplinar yo diría es transdisciplinar… algo más complejo aun. Al poder no le interesa.
saludos.
M Bazdresch