Educación y lucha de clases: historia sin fin
Marco Antonio González Villa*
En el trabajo “La educación obligatoria en México informe 2017” entregado, en el mes de abril del presente año, por parte del INEE a los poderes Legislativo y Ejecutivo, llama poderosamente mi atención el capítulo 2 “Condiciones que influyen en las oportunidades para el aprendizaje”, del que quiero retomar las consideraciones finales en los que se plasman diferentes situaciones escolares y extra escolares que tienen un impacto directo en los alumnos de sexto grado en su desempeño en las áreas de Matemáticas y Lenguaje, de las cuales ya se ha justificado en diversos momentos y espacios su importancia, como en la aplicación de PLANEA, PISA y en palabras de la misma OCDE.
De entrada quisiera señalar que los resultados que a continuación refiero, han sido reportados por muchos años por investigadores de nuestro país, por lo que el informe, al menos en este capítulo, pudo haber quedado en un simple: “todo sigue igual”. Estamos en épocas de cuidar el medio ambiente, pudieron haberse ahorrado muchas hojas.
Además de no descubrir el hilo negro, es también de llamar la atención el papel de los docentes en los resultados, en donde resulta evidente que su responsabilidad es menor a la que continuamente refieren las autoridades políticas y educativas. Sin más preámbulos vayamos al grano:
• Los alumnos que obtienen promedios más altos en Matemáticas consideran que sus maestros toman en cuenta sus opiniones durante las clases. Entendemos que aquí sería una cuestión de actitud y no de formación de parte de los maestros lo que puede promover un cambio.
• Los niños cuya lengua materna es una lengua indígena obtienen resultados más bajos en Matemáticas y Lenguaje que aquellos cuya lengua materna es el español. Vemos aquí una desatención de tipo cultural, en donde no hay, por un lado, igualdad de condiciones y por otro, falta de maestros que hablen español y una lengua propia de la comunidad donde trabaja.
• Los resultados en Matemáticas y Lenguaje son mejores en escuelas que tienen muebles para que todos los niños se sienten y escriban, libros de lectura y computadoras o tabletas para uso de los estudiantes. Cuando se logre equipar a todas las escuelas del país y se disponga de una infraestructura material idónea para el aprendizaje, podrán mejorar los resultados.
• Los resultados en Matemáticas y Lenguaje de los alumnos de sexto de primaria son mejores en escuelas en donde los directores indican que durante el ciclo escolar se contó con la plantilla completa de profesores. A partir de que el INEE se hizo cargo del manejo de las plazas, muchas escuelas hemos sufrido de falta de maestros para impartir clases en las aulas en ocasiones durante casi todo un ciclo escolar; evidencia una falta de organización y una incapacidad para poder tener control y orden sobre todas las escuelas del país.
• El trabajo infantil vulnera los derechos de los niños y se relaciona negativamente con los aprendizajes. Los alumnos de sexto de primaria que trabajan tienen, en promedio, puntuaciones menores en Matemáticas y Lenguaje y Comunicación que los que no trabajan. Cuando se pueda crear una política económica que logre que los niños, de cualquier nivel económico o etnia, puedan dedicarse solamente a estudiar y no a trabajar habrá cambios con seguridad.
• La escolaridad de los padres influye también en los resultados de sus hijos en Matemáticas y Lenguaje: a mayor escolaridad de los padres, mejores resultados. No hemos conseguido, en un claro fracaso de las políticas educativas y sociales del país, que la mayoría de los miembros de una generación concluyan con sus estudios profesionales. De hecho no hay cabida en el sector laboral para todos, por lo que no habrá cambios en este rubro en mucho tiempo
El texto no señala, y es entendible, que hay una evidente educación clasista en nuestro país, en donde los niños que no trabajan, que no pertenecen a una etnia indígena, que asisten a escuelas en las que siempre cuentan con maestros dispuestos a escucharlos, ya sean titulares o de apoyo, con instalaciones bien equipadas y recursos tecnológicos suficientes para todos, y cuyos padres han tenido la fortuna de contar con estudios profesionales, como muchos, no todos, los políticos y empresarios del país, tienen garantizado obtener buenos resultados en cualquier tipo de examen que les sea aplicado. Concretamente: un niño rico tiene mejores condiciones para aprender que uno pobre. Como dije, nada nuevo, todo sigue igual.
Termino con una frase de la Dra. Schmelkes citada en el mismo texto que a la letra dice así: “Las condiciones externas y escolares imponen límites al aprendizaje. Si bien hay un potencial infinito para el aprendizaje, lo que es limitado son las oportunidades para alcanzarlo”. Sólo tengo una duda, ¿quién es responsable de las condiciones externas?, ya es tiempo de que evaluemos su idoneidad ¿no?
*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. [email protected]