Educación Jalisco, balance de un sexenio. Manual de la Pedagogía de improvisación, la fanfarronería y el derroche

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Formalmente, este viernes 6 de diciembre concluyó el sexenio del que puede decirse gobernador saliente Enrique Alfaro Ramírez (periodo 2018–2024). Le entrega la estafeta después de unas controversiales elecciones al gobernador entrante Pablo Lemus Navarro, quien inició este día y concluirá en diciembre de 2030.
Todo comenzó en los días previos al arranque del sexenio en 2018. En aquel evento, en la Cámara de Comercio, Mara Robles daba a conocer los ejes de desarrollo educativo para el estado. Se hablaba de la refundación del gobierno de Jalisco y de la refundación de la educación. Todo hacía suponer que Mara Robles sería la titular de la Secretaría de Educación, pero no fue así; algo pasó en el camino.
De esta manera, y producto de las elecciones, había facturas por cobrar y facturas que deberían de pagarse; el PAN (como partido político) o un sector de éste, impuso condiciones y propuso a un personaje proveniente de los círculos conservadores en la entidad que hoy es ratificado para un sexenio más al frente del sistema educativo de Jalisco.
En aquellos días del arranque del sexenio y de la refundación de todas las esferas de la vida pública en Jalisco y con el paso de los días esta consigna se les olvidó muy pronto y la refundación dio un viraje a una propuesta innovadora o a una ocurrencia de mal gusto, pero que luego fue tomando forma y se fue construyendo en el camino, el hoy llamado Modelo Recrea o Proyecto Recrea. De esta manera se comenzaron a organizar eventos anuales, fastuosos, con convocatorias masivas y con la invitación a personajes destacados que quedaban diluidos en el ruido a muchas voces de la Expo Guadalajara. Dichos eventos, para lo único que sirvieron fue para derrochar y despilfarrar recursos públicos sin ningún elemento que contribuyera a refundar la educación de Jalisco.
A la distancia no se conoce el impacto o ningún elemento favorable que pudiera servir para mejorar la educación en Jalisco, sobre todo para los sectores más demandantes o más desprotegidos. También, y como producto de las pugnas entre el centro y el gobierno de Jalisco, se abrió un espacio de confrontación, si bien, a nivel nacional, el modelo educativo se denomina Nueva Escuela Mexicana (NEM), en Jalisco se denomina Recrea y lejos de tender puentes para la complementariedad, se buscó la confrontación de ambos modelos y quienes padecieron las implicaciones institucionales de la doble carga o tener que cumplir con dos lineamientos fueron las maestras y los maestros; las personas que están en las aulas fueron los que sufrieron todo esto.
Dentro del contexto anterior, aparece la pedagogía de la fanfarronería protagonizada por el gobernador saliente, al afirmar en varios círculos o en varias ocasiones que el modelo de la educación en Jalisco es el mejor a nivel nacional. Nunca supimos en qué se basaba para hacer esta afirmación temeraria.
Enrique Alfaro se caracteriza por ser un personaje fanfarrón que habla más de lo que piensa. Como dice el diccionario: “Es un payaso que pretende presumir lo que no es y mostrarse de valiente cuando en la realidad es todo lo contrario”.
Al hacer un balance sexenal de la educación en Jalisco, podemos distinguir tres grandes rasgos políticos y educativos:

a) Los inicios y las promesas.
Al principio asistimos a un discurso triunfalista, prepotente y hegemónico. El titular de la SEJ que hoy repite, llegó huérfano de muchas cosas, sin equipo, sin conocimiento del sistema; tuvo que acoplarse con el equipo que le confeccionaron, entre Enrique Alfaro, el SNTE y la vieja burocracia de la SEJ. En abril de 2020, la pandemia por COVID y su corolario, el aislamiento y confinamiento, obligó a desplegar mecanismos y estrategias de virtualización educativa y educación a distancia. Desde este momento y hasta junio del 2021, desaparecieron 300 mil niñas y niños a nivel estatal, ¿en dónde estaban? En casa, no tenían datos y no podían conectarse. Pero al final, concluyeron su ciclo escolar “exitosamente”.

b) La construcción de un proyecto y un modelo propio.
Recrea logró conformar un primer colectivo o equipo de trabajo, ambicioso y entusiasta, que comenzó a trabajar en la confección del proyecto. En ello no se partió de un diagnóstico, ni tampoco se planteó la pregunta: ¿Qué es lo que necesita la educación en Jalisco? El secretario de Educación nombró a una persona de su confianza, organizó un equipo de colaboradores y sacó adelante una propuesta inicial. Lo que había iniciado, hilando en el aire y que hoy comenzaba a tocar tierra. Hubo mucho trabajo, muchas propuestas, a partir de construcción desde el escritorio, por encima de construir de cara a la realidad, pero el modelo se hizo coherente y congruente. La disputa contra la federación persistía en los círculos políticos. Aquí quiero hacer un largo paréntesis para darle crédito a un personaje emblemático que contribuyó con sus ideas a esta propuesta institucional. Víctor Manuel Ponce Grima, que nos dejó hace un par de años por estos días, el cual contribuyó significativamente en la gestación de esta propuesta y en las concepciones de abrir líneas de investigación y de organizar un seminario permanente de investigación en torno a Recrea. Tal vez no le hagan el reconocimiento que merecía en vida, pero Víctor fue una persona visionaria y que además se caracterizó, en donde estuvo, por la generosidad, porque sin prejuicios ni distinciones, a todas y todos nos daba juego y nos invitaba desinteresadamente a sus proyectos.

c) La bonanza y los (supuestos) logros.
El proyecto o el modelo Recrea logró mediatizarse a nivel nacional; se dice que hubo algunos gobiernos estatales que le pidieron a Jalisco que les transfiriera la propuesta (no me consta). Y de esta manera Recrea comenzó a hacer ruido mediático. Vinieron en cada edición anual personajes destacados, conferencistas, talleristas, pero no existe una memoria que recupere todo esto. El gobernador se hacía presente en cada acto fanfarroneando, cual es su estilo. El titular de la SEJ, al principio ajeno, se sentía satisfecho como pez en el agua.

Hoy en día Recrea no justifica la continuidad; es más la obsesión por la inercia que el interés auténtico de una necesidad sentida por darle seguimiento transexenal. La pregunta de fondo sigue estando en el aire: ¿Qué es lo que necesita la educación en Jalisco para salir adelante? Un Recrea II, pero con un nuevo nombre.
La continuidad de Juan Carlos Flores al frente de la SEJ, por algunos meses más, no es tanto por sus méritos pedagógicos; paradójicamente, quien hizo la propuesta de la continuidad transexenal fueron las dirigencias del SNTE local, porque ya le tienen tomada la medida para conseguir lo que quieren y porque hay acuerdos y compromisos económicos en dicha ratificación por algunos meses más.
En estos días se están distribuyendo diversos nombramientos en distintas instancias de la Secretaría de Educación local. Hoy parece que se trata de premiar a los que han sido leales al proyecto; no son los mejores, pero sí los más cercanos. No aparecen personas vinculadas al SNTE (tal vez no las necesiten) mucho menos a las disidencias académicas o institucionales (esos estorban). Diciembre servirá para darles un descanso y un respiro a los integrantes del gobierno entrante. A partir del mes de enero es donde conoceremos el verdadero rostro de lo que será la SEJ para los próximos años de gobierno.

*Doctor en Educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Comentarios
  • Luis Christian Velázquez
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    Gran análisis y radiografía. Preguntas que invitan a seguir cuestionando sobre los supuestos logros y pifias de un modelo que pretendió ser mucho y en la realidad es muy chato

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