Educación: el reto de la IA
Miguel Bazdresch Parada*
Discusiones, discursos exaltados, prohibiciones terribles… y afortunadamente estudios detenidos y con bases en la ciencia, procesos de análisis detallados para buscar realidades y evitar excesos… todo por la IA (Inteligencia Artificial). Tal cual sucede con toda invención a la cual se le atribuye sin razones una serie de atributos exagerados, ya sean exitosos o maliciosos, el discurso sobre la IA se llena de palabras de pros y contras, sin sentido, o muy poco.
Conviene, por tanto, refrenar las impresiones y estudiar los trabajos de carácter científico que sustentan propuestas y descalifican exageraciones. Hace sólo unos días se dio a conocer una publicación del Observatorio de Innovación Educativa y Cultura Digital (ODITE, url: ciberespiral.org/es/odite/), la cual contiene un buen número de estudios recientes sobre el tema.
El texto se titula: “Inteligencias conectadas: cómo la IA está redefiniendo el Aprendizaje Personalizado”, y contribuyen en el informe treinta y seis intelectuales, todos relacionados con labores educativas. El título del informe es: Informe ODITE 2025.
Y el resumen sintético del contenido es:
“La evolución pedagógica requiere de investigación en acción para analizar el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación. En este estudio se aplica el Índice de Validez de Contenido (IVC) de Lawshe (1975) a los 28 artículos del Informe Anual de ODITE Espiral 2025 para evaluar la claridad y relevancia con la que se abordan tres dimensiones fundamentales: riesgos, beneficios y personalización del aprendizaje con IA. A través del análisis de la sección de conclusiones de cada artículo, se ha determinado el grado de consenso entre expertos y la validez científica de los hallazgos, con intervención de herramientas IA.
Los resultados refuerzan el compromiso de ODITE-Espiral con la investigación educativa basada en datos rigurosos y cuantificables, proporcionando un respaldo empírico para la toma de decisiones pedagógicas informadas”.
Desde luego, el lector interesado ha de ir al documento completo del informe. Vale la pena por dos motivos: Leer un informe de un trabajo realizado con procedimientos dictados por las diferentes ciencias involucradas y, segundo, por el proceso metodológico propuesto y seguido, en el cual se leen aciertos y también se leen desaciertos. Lo cual, como mínimo, deja claro que hacer afirmaciones fundadas sobre la aplicación de la AI en educación no es fácil y requiere investigación científica a fin de validar los hallazgos, la discusión y las conclusiones.
Conviene, además de recomendar la lectura del informe, nada breve por cierto, 350 cuartillas, pues así los educadores, los dirigentes y los encargados del gobierno educativo podrán reconocer de cuál tamaño es el problema, problemas planteados por esta tecnología.
A manera de cierre se transcriben unos retazos de las conclusiones:
“La pedagogía basada en evidencias debe contar con experiencias contrastadas y supervisadas que puedan identificar los beneficios, riesgos e incertezas de la IA en educación. (…) Este estudio nos permite demostrar que los sistemas conversacionales de IA (LLM) pueden ser útiles para el análisis y el metaanálisis de la producción académica y la literatura científica. (…) Este metaanálisis demuestra que la reflexión sobre la IA en educación debe basarse en datos empíricos, garantizando un debate informado y equilibrado”.
El tema central: para las decisiones de uso de la IA no vale lo que “dicen o hacen” otros. Docentes, investigadores, directores y responsables han de impulsar y participar en la acción de investigación seria para resolver las dudas que se tengan en relación con la IA aplicada a la pedagogía. Y evitar decisiones basadas en ánimos e intereses políticos. Otra cosa llevará a una enorme pérdida de tiempo.
*Doctor en Filosofía de la Educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected]