Eclipse total y debate parcial

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Hace dos días que el eclipse de sol ha pasado por territorio nacional. Se dieron cita sentido común, creencias populares y pensamiento científico en juego contradictorio de concepciones sobre el fenómeno.
El eclipse impactó la asistencia a las escuelas y con aquellos (los menos) que asistieron se diseñaron actividades para fortalecer saberes, aunque los maestros y las maestras vivieron en general una jornada de estrés agregado por el protocolo de cuidado de los inquietos observadores.
La curiosidad infantil que se asoma por esos ojos inquietos y escrutadores, la naturaleza de sus preguntas y nociones aprendidas; las experiencias previas de los docentes, el campo por conocer.
La psicogénesis de los temores y la necesidad de regular emociones.
El clima de aula en la semioscuridad, la lucha entre la luz y la breve noche.
Hace unas horas antes, también que el primer debate entre las (os) candidatas (os) presidenciales también ha pasado. Los analistas entran y salen del tema, buscan fisuras, inconsistencias, recovecos, luces, eclipses.
Los participantes en esa rara analogía deportiva en materia política se asumen ganadores como si de una justa o encuentro entre gladiadores se tratara.
Lunes de eclipse, la luna atravesada en su día de la semana. La luz del sol colapsó por momentos, Torreón y Mazatlán como observatorios para convocar concurrencia y científicos. Desde los rincones de la escuela pública sin telescopios adaptados los recursos y herramientas mínimas.
La palabra oral en voz de los debatientes con distintos niveles de mensaje y contenido, el domingo por la noche de los mexicanos y mexicanas que escuchan de soslayo o ignoran, que cenan y conversan en esa atmósfera de vida cotidiana donde lo político está desgastado.
El debate y los modernos ciudadanos atentos. La captura de la atención de la generación de mayores de edad prometedores votantes de las generaciones 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024.
El protagonismo de las voces femeninas en esta etapa particular de la democracia mexicana, las voces citadinas y universitarias, los temas de la clase trabajadora obrera, campesina y de servicios escasa o nulamente representadas.
Los debatientes toman la voz y se asumen como sabedores de la realidad nacional.
Los bienintencionados que van a la caza de votos desde su pódium y sus apuntes. Claudia, Xóchitl y Máynez, 7 de abril de 2024.
Hace ya un sexenio el debate entre Andrés Manuel Lopez Obrador, Jose Antonio Meade Kuribreña, Ricardo Anaya (autoexiliado y prófugo) y Jaime Rodríguez Calderón, el “Bronco” (ex gobernador de Nuevo León, ex convicto).
El debate más antiguo entre liberales y conservadores data desde el origen mismo del país, más allá, el debate entre independentistas y colonialistas.
La paz y la guerra, la espada y la pólvora.
El formato del debate. La equidad de los tiempos en el uso de la voz, en las respuestas.
Los moderadores Denisse Maerker y Manuel López San Martín que disparan las preguntas, los debatientes que eligen A, B o C.
Las preguntas como primer objeto de debate, sus elaboradores que tratan temas como el uso de armas o los migrantes al mismo nivel de los temas de salud y educación.
El uso faccioso de información de fuentes como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) o de generalizaciones insostenibles.
La pobreza, las inequidades que tienen sus propios lenguajes.
Los sujetos del debate que muestran fotos como actos demostrativos de corrupción, la que dice que es empresaria y sabe del tema de la tecnología y quiere tablets y conectividad para todos, la que expresa su experiencia de gobierno en la CDMX y habla de premios en transparencia, el que cuestiona la vieja política y presume con presupuesta ingenuidad del auditorio, las experiencias de gobierno de Jalisco y Nuevo León.
El zacatecano Jorge Álvarez Máynez habla de la nueva política fos fo, fos fo; habla de su experiencia en “iniciativas de leyes” comunica relajado cono feliz bateador emergente de la candidatura heredada por Samuel Alejandro García Sepúlveda, el gobernador de Nuevo León en su breve campaña. Tatuado de sonrisa agradeció al partido Movimiento Ciudadano la oportunidad de su candidatura, su experiencia legislativa que el electorado evaluará si es suficiente para la adquisición de las competencias que demanda la alta magistratura de la presidencia de la república.
Las metáforas y analogías, la caja de cristal objeto didáctico de la transparencia de la más opaca de las candidatas, la que etiqueta a su competidora como “fría” y “sin corazón” con los temas de la línea 12 y el colegio Rébsamen (recurrente, obsesiva) ; la resbaladilla de cristal del más joven de los participantes en el partido naranja que gobierna dos entidades del país hasta ahora “ayunos” de visión social, como si fueran juguetes o ensayos de gobernabilidad con modelos empresariales y eso sí, con resbaladillas de cristal de chauvinismo estatal en los recovecos de una Cuarta Transformación inclusiva que los deja “ser”.
Los mexicanos y mexicanas que van a misa los domingos, ven deportes, películas y comen especial.
La cosa pública, la cosa política, que convoca a los menos en su día de descanso.
Los cazadores de la agenda informativa que extienden mirada y oídos, activan aparatos para capturar rostros, posturas, palabras, van y vienen sobre algunos tramos para vender a la audiencia o pagar a los patrones.
Lo mediático en su ejercicio de poder, las fuerzas políticas en las aguas revueltas para cazar peces, la objetividad y profesionalismo del comunicador que eclipsa, que vive y nace en la inmediatez.
La cuestión política donde los mexicanos ya han tomado partido y refrescan la memoria histórica; los que entre cicatrices, huellas y deudas leen la realidad nacional en perspectiva del 2 de junio.
El juego simbólico de la palabra, la acción comunicativa ideológica, los matices empresariales en la médula.
El debate de ideas arrinconado por el estilo de increpar al competidor, la competencia lingüística y capacidad de comunicar diferenciadas.
El debate ideológico de los proyectos que se clarifica cada vez más a un sector de una sociedad mexicana en proceso de cambio democrático.
La propuesta educativa telegráfica en las distintas voces, la prometedora voz de Sheinbaum de fortalecer la educación pública, ampliar las becas y mejorar los salarios de los maestros. Xóchitl y la cacofonía de las escuelas de tiempo completo, las tarjetas de datos para aprender habilidades digitales e Inglés. Máynez y la idea romántica en un país de desigualdades de los niños y niñas al centro; su postura de libros de texto gratuitos según él “no adoctrinadores”.
Continuidad o cambio, el dilema para el proceso electoral del 2 de junio de 2024.
Continuidad de una Cuarta Transformación joven o retorno en U al cambio primer infante emprendido el 2 de julio de 2018.
El reto de las próximas elecciones para el Instituto Nacional Electoral; la democracia, las instituciones y la sociedad donde concurren fuerzas Impulsoras y restrictivas.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

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