Del libro a la pantalla

 en Adriana Piedad

Adriana Piedad García Herrera*

En este tiempo de premios a la música, el cine, las películas, las series, las actrices, los actores y demás, no deja de sorprenderme descubrir que una película es la adaptación de un libro. En días pasados que se presentó en México la segunda entrega de Dune, descubrí que hay una colección de libros. En este tema hay gustos de todo, los que prefieren leer primero el libro y después ver la película o la serie, o los que después de ver esas producciones se interesan por leer los libros. También hay quienes, con libro en mano, ven la película para establecer comparaciones, que en ocasiones agradan y en otras sorprenden.
Hace días en Facebook apareció la publicación de un reconocido actor, de una famosa saga, en la que comentaba que no leyó los libros para interpretar su personaje. La adaptación del libro a la pantalla pasa por un libreto, en el que los guionistas le dan su toque particular a la historia, de tal forma que la actuación depende del libreto y no tanto del libro en su versión original. En la publicación a la que hago referencia, el actor decía que su actuación hubiera sido distinta de haber leído los libros, hay quien diría que el hubiera no existe.
El comentario viene a cuenta porque esa publicación me remontó a junio de 2023 en que empezaron a circular una gran cantidad de videos sobre los libros de texto gratuitos, cuando ni siquiera la SEP los había presentado oficialmente. Hoy si tecleamos en YouTube “Nueva Escuela Mexicana” nos aparecen una gran cantidad de videos, con distintos protagonistas y de orígenes diversos. Lo mismo sucede con el programa analítico y el sintético, y entonces yo me pregunto, ¿será que en la preparación de los videos se hizo una adaptación de los materiales de la SEP? O se hicieron de las notas de otros, de los videos de otros, es decir, sin la consulta de la fuente primaria.
Cada vez es más frecuente que se recomienden videos o sitios de YouTube para acceder al material oficial de la SEP. También encontramos cada vez más videos como fuentes de consulta en los programas del plan de estudios 2022 de Educación Normal. Dicen que con los videos se hacen más accesibles los textos a los estudiantes y también a los maestros. Será quizá porque ahora la SEP publica planes y programas en acuerdos secretariales, con sus respectivos anexos, que suman una gran cantidad de páginas con un formato poco amigable, como dicen ahora.
Lo cierto es que los videos son una interpretación de la fuente original y entre interpretaciones e interpretaciones se corren muchos riesgos: de simplificar la información, de tergiversarla, de recortarla, y más. Lo más grave para mí, es que esos videos sustituyen la lectura, y dejar de leer es un asunto realmente grave. La mejor forma de ver esos videos es como lo hacen los amantes de las sagas, ver las películas con el libro en la mano para ir marcando las coincidencias y descubriendo las interpretaciones particulares de los expositores, los agregados y quizá también las falacias.

*Doctora en educación. Catedrática de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco. adrianapiedad.garcia@bycenj.edu.mx

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