Dédalo o el macabro juego de las pensiones
Luis Christian Velázquez Magallanes*
La sabiduría de los mitos griegos es inconmensurable. Un mito se define como una narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico protagonizada por personajes de carácter divino o heroico.
Dédalo era un artesano, por no decir arquitecto, que recibió su don de la mismísima Atenea. Su fama como inventor se debía a la elaboración de navíos y por el diseño y construcción del laberinto de Creta.
Dédalo se autoexilió de Atenas para evitar el castigo de sus coterráneos; el genio creador, preso de envidia, mató a su sobrino Talos al comprender que él tenía mejores invenciones e ideas creativas.
Dédalo llegó a Creta, en donde, antecedido por su fama de arquitecto, el mismísimo Rey Minos le solicitó el diseño y construcción de un laberinto, con todas las características borgeanas, para no permitir la salida ni rescate del Minotauro. Lo que no sabía nuestro inventor era que, al terminar el pedido, sería también encerrado para que ningún cretense pudiera conocer la salida de ese galimatías.
Dédalo y su hijo Ícaro quedaron atrapados con el Minotauro. Pasó el tiempo y Dédalo, haciendo uso de su don, construyó unas alas utilizando la cera de abejas y plumas de distintas aves. La posibilidad de escapar del laberinto era plausible, pero siempre se deben cuidar detalles. Bajo ninguna circunstancia, si se pretendía éxito en la empresa, podían volar cerca del mar o demasiado alto para evitar daños en las alas durante el trayecto de escape.
El destino es cruel y lo que parecía un plan perfecto no consideró los deseos de Ícaro. Ícaro, estando en el aire, quedó fascinado al ver el brillo del sol y, olvidando las recomendaciones de su padre y dejándose llevar por su anhelo, se esforzó por volar hasta estar cerca del astro. El calor derritió sus alas y cayó intempestivamente al mar para morir ahogado. Dédalo rescató el cuerpo de su hijo y pasó el resto de sus días en una isla que se llamaría, al paso del tiempo, Icaria.
El mito de Dédalo e Ícaro, de alguna manera, muestra una perspectiva ética y pedagógica interesante. El hombre debe autorregular sus pulsiones, el artesano selló su trágico destino al no controlar la envidia que sintió al comparar su talento con el de su sobrino e Ícaro dejó las recomendaciones de escape por alcanzar su deseo. Para los griegos, el Hombre bueno es aquel que puede controlar sus pulsiones a partir de su racionalidad. Por tanto, ¿es posible comprender nuestra realidad y tomar mejores decisiones a la luz de la sabiduría de la mitología clásica? Veamos un caso.
El magisterio nacional muestra una creciente preocupación por la reforma que se está gestando para modificar el sistema pensionario. Uno de los principales compromisos de Andrés Manuel López Obrador consistió en lo que se denominó la revalorización del magisterio. Se decía que, ahora sí, sin el influjo de las políticas neoliberales, se trataría como se merece a los maestros porque, ¿qué tipo de Estado es aquel que no valora ni dimensiona la importancia y papel histórico de sus docentes?
Resultó memorable la imagen de la llegada de la Cuarta Transformación en la nueva política educativa; todos los medios mostraron el retiro de las letras del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE). Se anunciaba el fin de la política educativa que perseguía y castigaba a los docentes; ahora sí los vamos a tratar bien. ¿Quién los quiere condenadotes?
Los ejes en los que se cimentó la revalorización magisterial son: la modificación de las políticas en torno al ingreso, promoción y ascenso para los docentes y la sustancial mejora del sistema pensionario. Se dijo que los cambios constitucionales se harían bajo la creación de una Nueva Escuela Mexicana inspirada en lo que se etiquetó como Humanismo Mexicano.
En este punto, encontramos a nuestro Dédalo e Ícaro porque una cosa es el codiseño -usando los términos de moda- y una muy distinta su ejecución. El talento de Dédalo era importantísimo, pero no pudo apaciguar sus pasiones; las alas eran perfectas –por lo menos en potencia- pero no pudieron con el deseo de Ícaro. De igual forma, el ideal para revalorizar al maestro, en el terreno de lo hipotético, deslumbró a todos, pero realmente éramos conscientes de lo que se podía modificar dentro de lo real, es decir, y siguiendo con el uso de términos en boga, ¿realmente se realizó una lectura de la realidad para entender qué se podía reformar y qué se presentaba, tan solo, como una añoranza de un pasado irrepetible?
El inicio del año fue convulso. En una esquina se situó el aparato gubernamental para presentar el contenido de reforma al ISSSTE y justificar las bondades y cómo, en cada punto, se beneficiaría a los afectados por las políticas Neoliberales y, del otro lado, se encontraba la base anhelando modificaciones que hablaran de tres puntos específicos, a saber:
- La reducción en la edad de jubilación para Hombres y Mujeres en donde se respetarán los años de servicio.
- La supresión de las cuentas individuales para regresar al Décimo Transitorio.
- La eliminación de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) como indicador y el regreso de los salarios mínimos.
Lo cierto es que la reforma elaborada no cumplió con lo pactado o con lo que se creyó acordar y aquí debemos hacer una distinción, porque, como dice el refrán, las cosas claras y el chocolate caliente, la clase política de la Cuarta Transformación endulzó al magisterio con la promesa de mejorar las condiciones laborales y las jubilaciones, pero, necesariamente, debemos revisar hasta dónde el presupuesto y las condiciones del Estado mexicano posibilitan los cambios anhelados. ¿El presupuesto da para ello?
En la revisión también debemos señalar que la plana mayor del SNTE fue la que se comprometió a realizar las gestiones necesarias para eliminar a la UMA y para regresar al modelo de jubilación por Décimo Transitorio. Parecía que las condiciones estaban más que dadas; el mismísimo líder nacional del SNTE, Alfonso Cepeda, es el actual presidente de la mesa de Seguridad Social en el Senado de la República.
La realidad mostró que existe una enorme diferencia entre el compromiso de campaña y los hechos. La propuesta de reforma no contenía en muchos sentidos lo pactado entre las partes. El magisterio, tan usado y vituperado, nuevamente sufría un revés en sus aspiraciones.
A río revuelto, ganancia de pescadores. Los descontentos sociales pueden generar movimientos legítimos desde la colectividad y suma de voluntades o son aprovechados por los conspiradores del poder. El hartazgo magisterial provocó que en diversos estados de la república las bases organizaran paros de labores, marchas, lonas y posicionamientos o pronunciamientos en redes sociales. El tiempo dirá cuáles son legítimos y cuáles fueron movidos por intereses mezquinos.
Quizá, si hacemos una lectura del fenómeno a partir de la mitología, podemos comprender que la verdadera comprensión, interpretación y toma de posturas ante los diferentes problemas sociales deben surgir mediante el pensamiento crítico. Hoy, debemos decir que, dentro del mismo magisterio, existe apatía, conformismo y letargo que no corresponden a su investidura. Es momento de que recuperemos el verdadero sentido de los espacios que se encargan de la defensa de los derechos laborales.
En este sentido, el maestro, para escapar del laberinto de la desvalorización, debe empezar por controlar sus pulsiones y, mediante la lectura crítica de la realidad, pueda elaborar una postura que permita la consolidación de un contrapeso que analice y promueva una postura de unidad crítica ante un sistema que siempre ha querido fragmentarlo.
*Licenciado en Filosofía. Profesor en la Escuela Secundaria General 59 “Francisco Márquez”. [email protected]
Si la sociedad, los gobernantes, los líderes sindicales y hasta nosotros mismos valoráramos la importancia de la educación, los retos que enfrentamos día a día con más de 40 alumnos que llegan con diferentes circunstancias familiares, tendríamos un apoyo absoluto, dejaríamos de ser tan vulnerables a tanta promesa falsa
Que analogía tan mas acertada y es entonces momento de que todo el gremio fije posturas contundentes para evitar sigan jugando a la política los políticos, lastimosamente veo difícil que dentro de la misma estructura sindical se genere ese liderazgo (urgente), ya que al final también juegan el mismo juego.
Que nos queda entonces, un “milagro” que permita a toda la base unirse y exigir lo legitamente ya ganado desde que se gesto el décimo transitorio, cambios de umas a salirio mínimo, así como servicios médicos de calidad y se muestre entonces con esta acción lo trascendental que es el magisterio en la vida misma de este hermoso país y que no sería tan fácil volver a jugar a la política con el magisterio.
Realmente lo factible y bueno sería exigirle como maestros y gremio a las autoridades correspondientes, que se nos permitiera organizar las reuniones periódicas para realizar mesas de trabajo en donde se expongan y propongamos temas reales y bien fundamentados de lo que nos perjudica, qué hacer, cómo hacer y por qué hacerlo, para contrarrestar los engaños, injusticias y agravios que ha sufrido el magisterio y las dependencias que pertenecemos los trabajadores al servicio del estado (ISSSTE). Así como se nos impusieron LOS CT’S periódicamente y cada fin de mes, así que se nos permita tener VOZ y VOTO para esto.
También pensar, indagar, plantear y replantear las propuestas y cambios futuros a los que seamos “sometidos”, para así evitar ser “embutidos” a donde no pedimos y solo porque a cierto gobierno nefasto se le ocurrió se hiciera LEY.
Seguir luchando porque esa LEY que fue un vil engaño ¡Porque lo es y lo fue! Se abrogue.
El debate sobre la edad de jubilación, la supresión de las cuentas individuales y la eliminación de la UMA como indicador en las pensiones es un tema complejo que requiere un análisis profundo y objetivo.
Reducción de la edad de jubilación respetando los años de servicio
Disminuir la edad de retiro puede ser una medida favorable para los trabajadores que han cotizado durante muchos años, pues les permitiría acceder antes a su pensión. Sin embargo, esto también genera un reto financiero: si las personas se jubilan más jóvenes y viven más tiempo, el sistema debe garantizar que haya suficiente financiamiento para cubrir sus pensiones a largo plazo sin comprometer su sostenibilidad.
Supresión de las cuentas individuales y regreso al Décimo Transitorio
El régimen del Décimo Transitorio es más favorable para los trabajadores que ingresaron antes de 2007, pues les permite jubilarse con un esquema de beneficio definido, asegurando una pensión proporcional a su salario y años de servicio. En contraste, las cuentas individuales dependen del ahorro del trabajador y del rendimiento financiero de los fondos. Regresar al esquema anterior implicaría un compromiso financiero mayor para el Estado, lo que plantea la pregunta: ¿de dónde saldrán los recursos para sostener este modelo en el tiempo?
Eliminación de la UMA y regreso a los salarios mínimos como referencia
El uso de la UMA ha generado debate. Su implementación se realizó para desindexar ciertos pagos del salario mínimo y evitar efectos inflacionarios y realmente su afectación vive más en una mala interpretación legal por parte de políticos de la vida sindical que realmente lo que produce sus efectos verdaderos en las pensiones.
Cada una de estas propuestas tiene sus ventajas y desventajas. Desde el punto de vista del trabajador, pueden representar una mejora en su calidad de vida al momento del retiro. Sin embargo, desde una perspectiva financiera y de sostenibilidad del sistema de pensiones, es necesario analizar de dónde saldrán los recursos para cubrir estos cambios sin comprometer las finanzas públicas ni afectar a las generaciones futuras. La clave está en encontrar un equilibrio que garantice pensiones dignas sin generar déficits insostenibles.
Un excelente post como siempre amigo mío.
Lastimosamente la revalorizacion del magisterio sigue en la tinta del discurso político y no en la verdadera voluntad de hacer algo diferente que haga que los maestros nos sintamos valorados por los gobernantes. Como siempre somos el medio para el que requiere ser votado. Pero eso se soslayaria si el liderazgo sindical tuviera la voz y fuerza que tuvo años antes. Hoy solo veo ideología política, asumida para no ser degollados y sometidos a los mismos sacrificios de siempre y para muestra, quien esta al cargo de SEP es un politicazo que de educación y políticas educativas desconoce todo!!