De baches y remiendos de la reforma educativa

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Para quienes vivimos en la zona metropolitana de Guadalajara la temporada de lluvias significa (más que aminorar el calor, embellecer las áreas verdes, disminuir el smog y mejorar el estado de ánimo de los tapatíos), sufrir los eternos baches, las ponchaduras de llantas, los semáforos inservibles, los problemas viales, las inundaciones en los puentes, túneles y cosas por el estilo. Somos una ciudad que no aprende y año con año se incrementan las dificultades para salir o regresar a casa.
Aunado a este festín de folclor tapatío, hace un par de semanas el gobierno estatal inició la pavimentación con cemento hidráulico de dos kilómetros de Periférico, en los medios informaron sobre rutas y vialidades alternas para quienes transitamos por la zona, si antes durábamos 25 o 30 minutos para llegar de esa zona al centro de la ciudad, ahora lo hacemos en lo doble de tiempo y a veces más.
Digo todo esto como una manera de sacar el coraje del día a día en la calle camino a casa, pero también lo pongo como ejemplo de lo que viene haciendo el gobierno federal con la reforma educativa.
Está claro que la educación mexicana tiene carencias como carencias asfálticas tiene el Periférico, las iniciativas de reforma educativa no midieron los daños colaterales que a nombre de los niños generaron a través de la persecución al magisterio, junto a ello un programa mediático para denostarlos y gracias a la complicidad de los legisladores se han ido eliminando poco a poco los derechos laborales obtenidos a través de los años.
Acerca del Periférico, a las rutas alternas le cargaron el tráfico en calles infestadas de baches y hasta después de dos semanas de iniciada la obra apenas empiezan a tapar los hoyancos, cuando (en el buen entender) debió haber sido antes para aparentar que les importaba la ciudadanía.
Con la reforma educativa igual, primero se adentran en la cuestión laboral y sindical para minarla y después de los embates críticos de intelectuales y la presión de investigadores, académicos, docentes y la propia CNTE, al gobierno le da por proponer un modelo educativo a imagen y semejanza de los documentos que se producen en organismos como la OCDE y agrupaciones como Mexicanos Primero.
Esta reforma solo ha sido de remiendos y a los sumo han tapado uno que otro bache de las miles de problemáticas educativas del país, el futuro es intangible y apenas está iniciando (asemejándolo con un partido de futbol) el segundo tiempo de un partido que se irá a penales donde los tiradores por parte del gobierno no saben pegarle al balón.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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