Cuidemos la casa

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

Una de las grandes adquisiciones que generalmente hace una persona a lo largo de su vida, es aprovechar el producto de su trabajo en comprar una casa o como dicen los que saben, inmuebles. Es una inversión onerosa pues obtener ciertos espacios o terrenos, no es fácil.
Adquirir una casa representa, para la mayoría de la gente, cierta seguridad, alcanzar su propio espacio, tener un pedazo de tierra, ser parte de tu país pero ahora con un título de dueño con la responsabilidad que implica (hay que pagar impuestos) amén de las necesidades que se deberán cubrirse, lo que es el “mantenimiento” del mismo lugar.
Desde niño le enseñan a uno que “nada es gratis” todo tiene un precio y lo que debemos cuidar, es pagar lo justo por lo que adquirimos. Desde un objeto pequeño y muy valioso o de dimensiones mayores a menos costo. Lo que no queda en duda es adquirir comida pues es básico para la vida; pero volviendo al tema de la casa queda claro que aparte de comer, necesitamos un espacio para vivir.
Para quienes tenemos como hogar nuestro país México, le decimos nuestra casa. Se supone que en una casa hay un jefe de familia, ya sea mamá, papá, abuelito, abuelita o tíos. Todo depende con quien vivamos, hay reglas y no pueden (ni deben) mandar todos. Imposible obedecer al mismo tiempo reglas de unos y otros pues esto se convertiría en un verdadero valle de confusiones, falta de identidad y principalmente sería una guerra interminable.
El rol que nos toca vivir a cada uno de los seres humanos, se dictamina por razones como nuestra personalidad aunque también la educación que hemos recibido. Cuenta el respeto, la confianza e indiscutiblemente el sensatez. La casa que debemos cuidar no es sólo aquel inmueble fincado en un pedazo de tierra, sino el ambiente que se genera dentro de ésta porque los que habitamos el mismo inmueble, estamos en convivencia constante y algo mucho más difícil que las matemáticas y la física cuántica de entender, somos los seres humanos.
La casa significa mucho para cada persona. Hay quien sueña con comprar una, otros con cambiar ese espacio, otros con recibir una de herencia o quien piensa en dejarla como herencia. Hablar de casas, es tema muy vasto pues hay todo tipo de casas pero en resumidas cuentas, si nuestra casa es México, debemos asearla, cuidarla, respetar las reglas que la rigen por el momento y amarla siempre porque solamente así podremos darle atención, cuidados y crecimiento. Un proverbio bíblico dice que: “Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio…” ¡Eres tu propia casa!

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com

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