Cuando un amigo se va, hasta siempre Heriberto…

 en Rafael Lucero Ortiz

Rafael Lucero Ortiz*

 

La muerte aún tersa, y aunque la vida haya sido larga y bien vivida, duele de alguna manera y otras veces, de muchas maneras. Así ha sido para mí la partida de un gran amigo, Heriberto Camacho Becerra, a quien conocí en agosto de 1972, al ingresar ambos al ITESO, a la Escuela de Ciencias y Técnicas de Comunicación. Nuestra trayectoria común allí fue corta, un año. Él se retiró para dirigir la imprenta del Seminario Diocesano de Guadalajara. Formalmente su primera incursión, en lo que sería por el resto de su vida una de sus pasiones, profesión y oficio: editor e impresor. Allí produjo fundamentalmente literatura religiosa. Luego pasó, por corto tiempo a dirigir la imprenta del Banco Ejidal, produciendo literatura para el trabajo educativo del Extensionista Agrícola. No recuerdo si después o de manera simultánea se incorporó como maestro a la Universidad de Guadalajara en la Preparatoria 4, para impartir etimologías griegas y latinas; conducir el taller de Redacción y Ética. Rápido tomó por su cuenta la promoción de la edición de los libros de texto de las asignaturas del bachillerato, los de su autoría: Etimologías Griegas y Latinas y el correspondiente manual de ejercicios. A sus compañeros los asesoró en la corrección de estilo, diagramado e impresión. Trabajo que realizó aproximadamente por 30 años.

Desde 1986, como lo consigna la página web, fundó Amate Editorial: https://www.amateditorial.com.mx/, ofreciendo no sólo los servicios de edición e impresión; sino la asesoría en todo el proceso de edición y publicación para fortalecer e impulsar a autores independientes, libres de la explotación comercial y manteniendo sus derechos de autor.

Ésta fue una de sus pasiones, ejercida con profesionalismo, arrojo aventurero y solidario, que acompañó la iniciación de muchos autores, en diversos géneros, entre ellos, el cuento, poesía, ensayo y novela; historia regional, medicina alternativa y producciones diversas de autores locales.

Su pasión más amplia por la cultura no se limitó al impulso de autores y a la publicación de obras; sino que potenció la otra cara de la moneda, el estímulo de lectores: en la calle Prisciliano Sánchez, frente al número 612, encontrarás un depósito de saldos de Amate y libros usados, a precios populares, para estimular la lectura. Su proyecto era el de un espejo grande. Crear en la editorial la academia de formación de escritores y enfrente la gran sala de lectura, con una ambientación inspiradora y seductora a la lectura, que ofrecería el gran acervo de libros a un público de peatones, con escasa posibilidad de ver, hojear y soñar con los personajes, paisajes, amores y desamores contenidos en los libros.

El gran proyecto quedó minúsculo en ese atiborrado estanquillo de libros de Prisciliano Sánchez; pero es su intención, una gran invitación a que promovamos lectores en escenarios urbanos y rurales. La otra cara de este proyecto está en el antiguo mineral de Barranca del Oro, Amatlán de Cañas, Nayarit, donde instaló parte de su biblioteca, para la apertura futura de una biblioteca pública. Es Barranca del Oro, el lugar de origen de la familia, dónde el amor al terruño se expresa en varios proyectos, liderados por él y su familia: empezaron con el rescate y remodelación de la casa de la infancia; la restauración de la capilla guadalupana de fines del siglo XIX, la ampliación y acondicionamiento del estacionamiento del panteón; en una etapa el ciberespacio al servicio de la comunidad; a la postre, concebido y ejecutado, por Arturo, el hermano historiador, en una acogedora y ambientada casa de la cultura. Quedó para el futuro –algún futuro habrá– el proyecto “EcoSano”, conversado y acordado el concepto de una “Aldea para el Buen Vivir”, inspirado en Leonardo Boff. Decía que sería el proyecto para sus últimos días. Ya sin el jaloneo del lugar, que a toda costa quería que fuera en la Barranca, dónde decía tener ya negociando un terreno. Para él tenía todo el sentido, el arraigo a su terruño, yo defendía una ubicación totalmente pragmática, un pequeño pueblo, lo más cercano a la ciudad, para facilitar la visita de la familia y amigos y no autoinfligirnos el abandono, que dicen los estudiosos de las personas de edad avanzada, que la edad pesa más que lo años. Confío en que “EcoSano, Aldea para el Buen Vivir”, en un futuro cercano, la podrán visitar.

Cuando parte un amigo multifacético, porque también era médico homeópata, investigador y maestro, y nos dejó el Compendio de Homeopatía Doméstica en su octava edición.

Cuando un amigo multifacético se va, deja el vacío de muchos amigos: el buen y ameno conversador, de memoria brillante y erudición universal; el maestro inspirador de estudiantes; el promotor social, dinamizador de su comunidad; el proyectista aventurero y ejecutor profesional.

Descansa en Paz, compañero de camino, compadre y amigo. El futuro nos espera, algún futuro habrá…

 

*Maestro en sociología. Analista y consultor independiente. rlucero1951@gmail.com

Comentarios
  • Sergio Martínez González

    Soy Sergio Martínez González de Abanico Académico y de la Universidad Autónoma de Nayarit en Tepic Nayarit. El maestro Heriberto un buen amigo, hace años yo sabía de la existencia de Amateditorial porque había publicado libros junto con profesores del Cucba UDG y un día del año 2015 llegué a las oficinas de la editorial y me dijo yo te apoyaré para publicar tu libro Abanico de Biotecnologías Pecuarias y mas que eres mi paisano, el dijo soy de Amatlán de cañas. Publiqué varios libros. En marzo pasado de 2023 estuvo con nosotros en el Congreso Abanico que organizamos en la Universidad de Colima, allí el maestro Heriberto nos brindó un plática sobre como escribir un libro. Teníamos grandes proyectos para publicar un libro en línea cada año del congreso. Y otros más como el libro Veterinaria Dinámica que hoy está en proceso. Solo espero que el maestro Heriberto descanse en paz y vaya al cielo.

  • Ramón Muñiz Sosa

    Aunque conocí personalmente a Heriberto Camacho Becerra, no tuve, como Rafa, una amistad profunda con él. Ahora que Heriberto faltó y que Rafa escribe toda una reseña biográfica sobre él, me doy cuenta de lo valioso que fue este compa. Me doy cuenta, a través de la narrativa de Rafa, del alma de poeta, de empresario, de humanista y soñador que fue Heriberto. Comprendo que él asumió los desafíos y supo responder creativamente a las diversas necesidades. Los proyectos que emprendió en favor de su terruño ahí quedan como testimonio de su generosidad y de su vocación altruista . Que descanse en paz Heriberto Camacho y que el texto de Rafa nos siga recordando al gran hombre que fue. Enhorabuena, Rafa, por tu texto que me recuerda aquella frase de El Principito: “Sólo con el corazón se puede ver; lo esencial es invisible a los ojos”. Ramón Muñiz Sosa

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